Capítulo 24

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Evan mantenía a Andrea en el hospital, ya tenía pulsos sub-detectables. Era un avance, siempre iba a visitarla todos los días.

—Ya falta poco mi amor—  besando su mano. — pronto tú y Romina estarán con nosotros de nuevo—

En la casa Decanini, Greta veía como Ariel no se despegaba de su ahijada. Estaba acostada a lado de ella.

—Tú también estás preocupada Ariel, pero debes comer algo — le trajo croquetas.

Zaid por otro lado estaba tratando de averiguar dónde estaba la parte de magia que le faltaba.

Estaba concentrado, buscándola cuando sintió como su magia. La intensificó, pero no aparecía frente a él.

Roxan y Greta, estaban terminando de cambiar a Romina. La Decanini como su labor médica, comenzó a checarle los signos vitales. Le checo las pupilas y ahí fue cuando se asustó.

—Greta ¿Es está la magia de Zaid?— sus córneas tenían una capa de magia amarilla.

—Si, ahora que lo recuerdo. Zaid trató de cubrir a Romina para evitar que se desvaneciera. Cuando cayó inconsciente su magia desapareció totalmente—

—Como si Romina se hubiera llevado una parte de la magia de Zaid— complemento Roxan con una nueva esperanza, Greta comenzó a marcarle a su hijo y en menos de media hora ya estaba en la casa Decanini.

—Tú magia esta aquí—le abrió los ojos a su hija mostrándole la capa de magia— creemos que Romina tiene tu magia en el limbo. Dime qué puedes traer a mi hija con esto — con esperanza.

—Necesito abrir de nuevo, la sesión. Porque sólo en esos momentos sentí mi magia completa. Cuando la cerramos porque Romina perdió la conciencia, me sentí incompleto mágicamente hablando —

—De acuerdo Zaid —pronunció Hafner desde la puerta— confió en ti, para que traigas a mi hija de regreso.—

Estaban los mismos que la sesión pasada,  se volvieron a encender las velas blancas, se tomaron las manos.

—Esta sesión la dedicaré a Andrea Delire y a Romina Decanini — Evan ya tenía la esperanza en su voz, se veía más animado. Veía a su Andrea como una princesa, ya esperaba a que abriera los ojos.

Mientras tanto Romina y Andrea corrían en el limbo, aquel ser las estaba persiguiendo.

En eso Zaid comenzó a traer esa magia de nuevo a él, a la tierra.

"¿Muñequita? ¿Me escuchas?" Romina se detuvo por unos segundos

"¿Mi amor?" Pregunto la chica emocionada, al mismo tiempo que decía rapidamente "Andrea y yo estamos aquí, me vine al limbo totalmente cubierta con tu magia. Es la que me ha estado cuidando, pero Andrea está herida"

Zaid volvió a concentrarse en aquella magia que desapareció junto con su mujer.  Ahí estaba, prevaleció en Romina.

  "Ya vamos por ustedes, mi amor"

Las chicas comenzaron a sentirse ligeras, comenzando a flotar.

Romina tomó de la mano Andrea para irse juntas — nos vamos a la tierra—

—Ahhh—gritaba Andrea ahí estaba ese mago tomandola de las piernas, trataba de patalear, pero seguía amarrado a ella.

Romina volvió a sentir ese calor de Fray, abrió los ojos. —¿Qué pasó?— preguntaba estirándose.

—Volviste hija— llorando la abrazo Roxan seguida de Hafner.

—No volví sola mamá, Andrea vino conmigo — explique después de ese abrazo que ya quería de mis padres —Estaba en el limbo, huyendo de un ser que Raguel en su tiempo despertó para convertirlo en su aliado — les explique y mi tío Endel me miraba preocupado —tenía que matarla en el inframundo para volver a la tierra—

En eso Evan recibe una llamada. —Iré enseguida, muchas gracias por avisar —

—¿Qué pasó Evan? — le preguntó la tía Marlén y el parecía más feliz.

—Era del hospital donde esta Andrea, tiene una mejora en sus signos vitales, pero le apareció una herida en su costado —

—El mago ese la había lastimado, nunca había visto a un ser tan lleno de maldad en toda mi vida —explique y mi hermana me abrazo.

—Romy, estas sangrando—  vi mi blusa manchada, la levante y diablos. Me dolió como si fuera hierro caliente. Tenía rasguños profundos en mi abdomen. Mis padres fueron por el botiquín de primeros auxilios.

—Te han clavado las garras sobrinita, en el sentido más literal y menos pervertido— Evan estaba más tranquilo y yo asentí— me alegra que ya estés aquí — me beso la frente y sonreí.

—Supongo qué pasó en los últimos minutos que estaba en el limbo — tratando de sentarme, sentía muchísimos cólicos —¿Cuanto tiempo pasó de que estuve inconsciente? — mi madrina me limpiaba la frente.

—3 semanas, Minita. Estuvimos 3 semanas preocupados por ti— me explicaba. Hasta la Ariel se subió arriba de mi, Zaid me la quito con cuidado.

—¿Tanto tiempo?— Jayden me estaba ayudando a levantarme. Entonces sentí lo que ya se estaba anunciando.

No se de donde saque fuerzas para levantarme completamente de la cama de huéspedes. mi hermano mayor se adelantó y me sostuvo, mi equilibro y mis fuerzas no eran las mismas en estos momentos, caminaba al baño—¿Estas bien Romy?— pasándome la cajita de medicinas, yo buscaba las pastillas para cólicos.

—¿Le puedes decir a Lily que si me trae mi bolsita rosa? Esta en mi mesita de noche— pregunte ahí tenía todas mis toallas femeninas.

—¿Andrés?— preguntó mi hermano con curiosidad.

—Sip— tomándome una pastilla para el dolor.

—¿No quieres mejor que te lleve al baño de tu cuarto? Sirve y te das un baño hermanita —asentí y lo abrace por el cuello— vente—me cargo con cuidado.

—Gracias Jay— me acomode en mi rubio hermano, cuando llegamos a mi cuarto ahí estaba Lily con mi bolsita y un cambio de ropa.

—Listo, ya acomode una silla para sentarte Romina—mis hermanos siempre habían sido muy cuidadosos conmigo. Jayden me sentó en esa silla, me sentía inválida. Pero realmente no me podía ni sostener.

—¿Que tan grave se ven las heridas? — seguían sangrando. Lily seguía enjabonándome el cabello —¿Por qué no tengo fuerzas, hermanita?—

—Estuve 3 semanas acostada, regresará poco a poco tu movilidad, no vuelvas a levantarte así Mina— comenzando a enjuagarme el cabello —nos tenias a todos preocupados, especialmente Zaid— me sonroje y baje la mirada —las heridas algunas se ven profundas, seguramente necesitarás algunos puntos.—

Me ayudo a cambiarme, me puse un short cómodo y una camisa que no me importaría manchar.

Mi papá entró a revisar mis heridas. — si necesitaras puntadas — siempre he odiado las agujas, pero seguía sangrando.

—¿Me va a doler?— pregunto con miedo, mi papá beso mi frente con ternura.

—Un poco, pero confía en mi— sacando todo su instrumental, jeringas de anestesia y varios hilos.

Fueron las 2 horas más largas de mi vida. Mi papá me dijo que no podía hacer mucho esfuerzo en el abdomen. 

—¿Quieres ir abajo? —asenti y mi estómago gruño — mi bebé tiene hambre — con ternura, me cargo y me dejo en el sillón.

—Bien, veré tu fuerza Romina — estos eran los doctores Decanini, no mi tío Evan, me tomo las manos y lo apreté lo más que pudo.

—¿Dónde está Zaid?—le pregunté a mi tío al ver que no estaba.

—Fue a su buffet de abogados, me dijo que vendría a verte más tarde—asentí.

—Tío Evan, Andrea es una gran mujer. La verdad, es tu pareja eterna ideal. Estuve platicando mucho con ella en el limbo. Te amá demasiado—

—La extraño mucho pequeña Romina, confío que ya pronto despierte — mi madrina nos grabo la telenovela que estábamos viendo mi tío y yo.

Así que mientras comíamos, Evan y yo estábamos absortos en nuestra telenovela.

Me alegraba volver a casa

Déjame volar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora