Capítulo 26

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La condición física de mi tío Evan comenzó a mejorar con los días, tal parece que aquella herida que tenía Andrea en su abdomen era la causante de que él se hubiera encontrado en cama.

Estaba esperando a mi papá en su consultorio, claro pase antes a dejarle un chocolate a la tía Marlen en urgencias, cuando llego uno de sus residentes.

—Tu papá está ocupado con una cirugía de urgencia, me encargo a mi para retirarte los puntos—asentí— puedes sentarte en la camilla. — le hice caso y me acoste.

—Gracias, quisiera preguntarte ¿en qué piso del hospital esta Andrea Delire?— mientras me estaba quitando los puntos del abdomen.

—Esta en el último piso, habitación 501– me trate de no quejarme cuando me estaba quitando los puntos — si soy brusco dime, estoy tratando de quitártelos sin tanto dolor—

—Esta bien, no duele tanto — trate de sonreírle. Terminó de quitarme los puntos y me acomode la blus.

—¿Quieres que te lleve a la habitación de la doctora Delire? Iba a hacer mi pase de visita allá—

—Si no es mucha molestia, muchas gracias— ambos salimos del consultorio.

—No es ninguna molestia — fuimos al área de los elevadores. —¿Cómo te llamas? — iba a contestarle, pero llegó el elevador cuando se abrió ahí estaba mi hermana mayor, mi tío Evan y Zaid quien alzo la ceja al verme con ese residente.

—Minita ¿Vienes a visitar a mi Andrea? —mi tío Evan me hizo pasar al elevador — no te preocupes Francis, yo hago el pase de visita. Tú ve con Hafner a la cirugía— el médico asintio y se fue. — Sobrinita, te estaban "molleteando" debes tener cuidado—

—¿Qué es eso?— extrañada por la palabra, Evan se carcajeó con Lily, excepto mi novio.

—Te estaba ligando, Rominita a veces eres muy inocente —me despeino mi tío y negué. — ya no dire más, recuerdo cuando Finn se peleó con otro doctor porque se estaba molleteando a Lily—

—No se peleó, solamente le dejó en claro que yo era su esposa— Lily defendió a su esposo.

—Pues que yo recuerde, contaron que el doctor salió pálido del consultorio, como si lo hubieran asustado—

Llegamos al último piso y entramos a la primera puerta, sentí el ambiente muy tenso en la habitación.

—¿No sienten el ambiente algo pesado?— trate de no tomarle importancia. Al ver a Andrea en cama me sentí mal, la veía tan fuerte cuando la conocí en limbo.

—No lo siento, ¿y tú tío Evan? — él negó, yo comencé a hacer la plegaria que Norte me enseñó ayer, quiera ver si funcionaba igual para canalizar la energía negativa.

—¿Que es esto? — preguntó Evan viendo como el humo negro empezó a desprenderse del cuerpo de Andrea, Lily veia como los números del monitor comenzaba a mejorar, su pulso se incrementó y su respiración se hacía más visible.

—Rastros de magia negra como los que mi madrina me quito—al momento que saque la última parte de magia negra, Andrea abrió los ojos.

Lo primero que la chica Delire sintió fue el frío de la habitación donde estaba, los rayos de Sol atravesar la ventana, el sonido de los monitores. Observó a Evan con lágrimas en los ojos.

—¿Evan?—comenzó a llorar, Evan la abrazo. Andrea suspiro al sentir su aroma, lo que tanto había extrañado. Le dolía todo el cuerpo, se sentía cansada. Pero ahora si estaba reconfortada.

—Ya estás aquí, ya no te volverás a ir de mi lado — repetía Evan con lagrimas — y si te vuelves a ir, yo me iré contigo. No me puedes volver a dejar así — con la voz quebrada, la beso.

Los dejamos solos, para que tuvieran su privacidad, seguramente tenían cosas que contarse.

—Los juntaste de nuevo hermanita— Romina guardo aquella esfera blanca con la magia negra en ella.

—Quiero creer que ellos ya estaban destinados a juntarse- comentó Romina, al mismo tiempo que utilizaba la plegaria de comunicación con Mateo, para decirle lo que acaba de pasar. —Tengo que ir con Norte, hermanita—la abrazo.

—Cuídate Romina—Ahí ya estaba su division, Lily observaba cómo los 4 contenían aquella magia negra. Entre las plegarias era más fácil contener aquella magia negra.

—Es bueno volver a ser 4– decía James mientras volaban custodiando aquella magia negra.

—Extrañare ser la única mujer del grupo— decía Calipso con decepción.

—Lo lamento Calipso, este también es mi equipo— le replicó con tranquilidad Romina, la rubia rodó los ojos.

Norte ya los estaba esperando en la puerta de la ciudad celestial. Cuando vio aquella magia negra encapsulada, la tomo.

—Increíble, nunca había visto tanta maldad condensada — murmuraba el supremo líder impresionado— creo qué hay registros de esta maldad, en los libros de los supremos líderes. Que vigilaban algunas familias de magia oscura.—

Los 5 estuvieron en la oficina del supremo líder, después de escuchar todo lo que ocurrió.

—Todavía tenemos estragos de Raguel — sobandose la cíen, harto de esto — dime que se quedó en ese lugar —

—La verdad, es que batallamos para quitárnoslo de encima, era muy fuerte Norte, nunca había visto un ser así — inconscientemente se llevó las manos donde tenía aquellas cicatrices, estaba temblando.

—No seas exagerada Romina — de mal humor Calipso— ya estás aquí—Romina se mordió la lengua para no contestarle como se merece.

—Ya bájale Calipso, ya te quiero ver a ti estando en una situación similar — le dijo su hermano mayor con dureza. — deja de criticar —

—¿De qué parte estas hermano? — sintiéndose traicionada calipso.

—De ninguna parte, solo quiero que estes consciente de tu actitud—Zanjando el asunto.

—Me preocupa que ese ser se haya escapado del limbo — hablo Mateo ganándole las palabras a su padre.

—Pero ya está muerto, ¿no? Ya no debe quedar nada de su cuerpo, es polvo — tratando de calmarse Romina.

—No sabemos si está aquí o no— dijo Norte — si está aquí un cuerpo será lo de menos para ese ser —

—Tenemos nueva misión, esta división— habló Mateo ejerciendo su liderazgo. Los tres asintieron.

Déjame volar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora