—Cuídate mamá, no te preocupes por mi— me despedí de toda mi familia, solo me faltaba mi mamá.
—Romina, avísame cualquier cosa, sabes que aquí estamos tu familia para apoyarte—asentí, mire a mi familia por última vez, no me extrañaba que él, no estuviera ahí. Me fui volando a Europa, ya podía volar todas esas distancias largas.
—Romina, mi amor — ahí estaba James, la única persona que ha estado conmigo, le di la oportunidad de retomar aquello que antes dejamos, pero le fui tan clara con mis sentimientos como solo con James podía, le dije que por desgracia seguía amando a Zaid. El hombre que me echo de su vida en cuanto otra llego de la nada diciéndole que tenía un hijo suyo. En ese momento ya tenía 10 años de estar separada de Zaid.
James no desistió, la oportunidad y me ha tratado bien, lástima que no puedo sentir mucho, quisiera poder estar en sincronía con él, actualmente vivimos juntos.
—¿Cómo supiste donde estaba?— le pregunté guardando las alas, él saco el mapa que deje en la cómoda. Llegamos a un café, quería desayunar.
—La dejaste en la casa — como si nada— No iba a dejarte sola cariño — comenzamos a desayunar tranquilamente —¿Por donde vamos primero?—
—¿Vamos? Me suena a manada James— sentí la mirada de alguien, alce la vista y no vi a nadie — lo dije muy enserio, con los 24, no quiero arriesgar a nadie, menos a ti — le acaricie la mejilla, James me beso. En eso se escucho unos platos rotos, un comensal del mismo lugar, tiro unos platos por accidente, no le tome más importancia.
—Mi novia es muy terca, nunca la voy a hacer cambiar de opinión—era muy fácil sonreír con James.
—Ya me conoces, ándale lindo — pague el desayuno, pero él no me dejo — tienes que ir con los 24.—
—Me gustaba más cuando estábamos en la división, era más divertido —nos dimos la mano y salimos de la cafetería.
—Tienes razón, bueno te veo en la noche, si quieres ve descongelando un poco de pasta, para cenar en la noche — ya era una mujer de 34 años, madura y con más conocimiento de la casa.
—Lo hare, te veo en la noche — nos besamos, era la primera vez en 10 años que estaba en la tierra, iba aprovechar.
No iba a buscar brujas, vestida como una de las 24. Fui a la primera tienda departamental. Salí del vestidor cuando me dirigía a pagar, cuando choqué con alguien.
—Lo siento, no me fije— era el mismo comensal del restaurante. Alce la ceja, el hombre no tenía ningún aroma en peculiar, así que supuse que era coincidencia. Me dio la mano para levantarme, se la acepte.
—Gracias, no te preocupes, yo también andaba distraída —le traté de sonreír al hombre y me fui a pagar.
...
El aroma de característico de las brujas, llegaba a mis fosas nasales, sentía nauseas y asco. Saque mi espada, no era muy grande, creo que entraría en la categoría de daga.
Vi a las brujas haciendo una fogata, haciendo no se que ritos o posiones, se percataron de mi presencia, más bien la presencia del ser que habitaba en mí.
Me invitaron a la fogata, me creían una de las suyas. Les seguí el juego, yo controlaba a ese ser cuando una se me acercó de más, no dude en encajarle la daga en el abdomen.
—Yo no estoy de su lado —mi lado vampirico tenía hambre, probé la sangre de mi daga, la escupí. Sabia repugnante. Comencé a pelear con las brujas, eran fuertes, pero este ser lo era más.
—¿Sabes que acabas de matar a dos personas? Eso es ilegal — ahí estaba el comensal ayudándome con las otras brujas.
—¿Qué acaso eres policía? —mirándolo extrañado —¿Quién eres?— le reclame mirandolo mal. Me quede asombrada cuando vi que era una capa de magia amarilla empezó a desvanecerse.
—Muñequita creí que me reconocerías — Era Zaid ayudándome a con la última bruja. — también tengo mis trucos para que no me reconozcas—me guiño el ojo, me sonroje.
—¿Me estuviste siguiendo? Eres un maldito acosador, eso es ilegal también — se la regrese, ¿como se atrevía? — ¿Qué estás haciendo aquí? — limpiando mi daga, mire con horror como las brujas se reducían a cenizas, eso era lo que hacía la magia negra.
—Vine a ayudarte, no te iba a dejar hacer esto sola—
—No necesito tu ayuda, Weisz. — Zaid me tomó de los hombros y me hizo ver el lugar.
—Hacemos un muy buen equipo amor, observa cómo acabamos con una docena de brujas, tú y yo —mi corazón comenzó a palpitar demasiado.
—No me llames así, imbecil. No querrás que James te de una lección— cruzando los brazo, me separe de él furiosa— no necesito tu ayuda —
—Ya veremos quien le da la lección a quien, amor. Él será tu noviecito, pero yo soy el hombre de tu vida— me molestaba tremendamente su seguridad — necesitas mi magia y lo sabes, sabes que mi magia puede controlar la que tú posees —
—El puesto de hombre de mi vida, quedó vacante cuando nos divorciamos, específicamente cuando Joanna apareció de nuevo y te alejaste de mi—
—Tienes razón, no debí de haber sugerido un divorcio, estaba desesperado, se me cerró el mundo, realmente creí en sus palabras, que era padre — rodé los ojos —debí ser sincero contigo, disculparme, encontrar una solución juntos y después hacerte el amor—me sonroje notablemente.
—¡Weisz!—él se carcajeó, ¿qué le parecía divertido? — okey, mira ni siquiera voy a contestar a eso. Pero por desgracia para mi, si necesito tu magia.—
—Estaré en el hotel del centro, nos vemos mañana muñequita para continuar con esta caza de brujas— ¿Cuando mi misión terminó siendo una misión compartida con él? Específicamente con él, de todos los hombres con otro tipo de magia que pueden ayudarme, me topé con él — te veo en la mañana amor — me besó la mejilla. Sentí sus suaves labios en mi mejilla, esto era castigo divino o algo así, estoy segura.— piensa en mi, como pienso en ti —
En la ciudad celestial, estaba haciendo la cena para James y para mí.
—¿Cómo te fue Mina?— preguntó James abrazándome por la espalda. —¿Qué tal la caza de brujas? — me beso con una sonrisa.
—Pues...bien, acabe con 12 hoy— con una buena sonrisa para James. — ya está la cena lindo — sirviéndola en dos platos— ¿Cómo te fue?—la platica con James siempre era amena, me hacía olvidar todo. Pero ahora no surtía el mismo efecto, seguía pensando en él.
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Estaré alternando subir capítulos entre esta historia y "Herencia griega"Gracias por el apoyo a esta historia, espero que les esté gustando.
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Déjame volar.
Werewolf-¿Entonces que harás?- pregunto Finnigan mientras veía a sus hijos Henry y Wyatt Melbrock de dos años, jugar con Romina Decanini de 5. -Nada, seguir con mi vida- respondió simplemente - por el hecho de que sea mi mate, no significa que tenga que est...