Me levante con una tranquilidad, pocas veces amanecía así y lo valoraba mucho, estaba en la tierra, en mi cuarto, con el bonito recuerdo de ayer.Nos habíamos besado, la sonrisa no se me borró para nada, en toda la mañana.
Al llegar a la ciudad celestial, me acomode en una de las mesas de la biblioteca. Y comencé a leer cada uno de los libros. Para poder enseñárselos a Norte, tenia que saber de qué trataban.
Era un mundo completamente distinto, no sabía nada acerca de la magia, solo lo básico que siempre ha hecho mi madrina Greta.
Este era un tipo de magia más completa, se basan en pociones, para todo tipo de necesidades. Me dio un escalofrío al leer que una de las pociones era para revivir muertos. La anote por si las dudas, no sabía que me iba a servir para traer a Andrea de vuelta.
Era una magia muy grotesca, usaban todo tipo de ser vivos, para crear sus pociones.
Al llegar al último libro, fue algo distinto. Eran distintas teorías sobre la creación de la tierra, me sorprendió que los hechiceros ya tenían una ligera idea de Athikus.
Estaba leyendo todo tipo de teorías, algunas muy locas para ser reales. Hasta que me detuve en una que me llamo la atención.
"La teoría del limbo" el limbo lo llamaban los hechiceros a un lugar lleno de magia, que no se encontraba en la tierra. Solo algunos podían llegar hasta ahí. Es un estado de nada, donde no hay materia.
Las características de la magia era muy parecida a la que hemos encontrado últimamente en las misiones.
Tenía que enseñárselo a Norte, en eso recibo una llamada "¿Aquí en la ciudad celestial?" Tomó mi teléfono y veo en la pantalla la imagen del Husky con sombrerito de brujo.
—¿Hola?— pregunte con una sonrisa.
"¿Estoy hablando con la muñequita más linda de todas?" Vi en mi teléfono una capa de magia amarilla.
—Me parece que si, ¿Como fue que lo hiciste brujito? Acá no hay señal— cuestione divertida.
-Elemental muñequita, use magia— parpadeo un par de veces ante esa respuesta — en fin, juego te explico bien. Llame para decirte que te extraño mucho y para preguntarte ¿Qué planes tienes esta noche?—me quede sin aire.
—Pues planeaba estar en mi casa con Ariel, esta semana le toca estar conmigo ¿Por?— aún nerviosa, mi corazón estaba como loco.
—Pasó a buscarlas entonces, hermosa muñequita.—estaba emocionada. Guarde los libros y salí corriendo a la oficina del Supremo Líder.
En eso vi a Calipso, ¿Que hacia vestida así? Iba con un mini vestidito, que muy apenas cubría.
—Romy, amiga ¿Está mi lobito en la biblioteca?— me detuvo.
—No, Zaid no está en la ciudad celestial. Esta en la tierra, trabajando — su cara de decepción fue magistral, no me alegra. Pero mira como se está comportando, me estaba molestando un poco su actitud.
—Iré a visitarlo — repuso la rubia.
—No creo que puedas, esta todo el día en los juzgados — replique mordazmente y mejor me fui a buscar a Norte, antes de que diga algo más.
—Hola padrino—me lo encontré en otro pasillo, lo abrace.
—Rominita— me saludo con cariño —Creí que estarías en la tierra cuidando a Evan—ambos íbamos caminando a la oficina del supremo lider.
-Lo estaba haciendo, hoy le toca a Elian cuidarlo. —él asintió—Pero quería hablar con Norte, encontré algo importante — señalando los libros en mi mochila.
—Déjame te ayudo, pequeña — tomo mi mochila. Cuando llegamos a la oficina vimos a Norte haciendo su papeleo.
—¿Qué ocurrió?— preguntó al vernos.
—Norte, encontré estos libros de magia en la tierra donde vivía Andrea Delire. — Ayude a mi padrino a sacar los libros—Supongo que era de su familia, pero creo saber la respuesta de esa magia que se nos ha aparecido en las misiones, proviene del limbo. —Tomando el quinto libro, mostrándole la teoría del limbo — coincide las características de la magia que está descrita aquí, con la que hemos encontrado.—
Norte tomó el libro y comenzó a leer con detenimiento, saco de su escritorio una de esas bolas de magia que Zaid le entregó con aquella magia en su interior y comenzó a estudiar lo que decía el libro.
—Tienes razón Romina, la magia cumple las características a la que viene descrita aquí, estudiare esto con unos pergaminos que tengo de antiguos supremos líderes y te llamare — aun sorprendido— ¿Quién lo diría? Si existe un limbo—
—Bueno, iré por mi bendición a casa de James. Espero tu llamada Norte — mi padrino y Norte siguieron hablando en su oficina. Yo salí volando a la casa de James.
—James— toque la puerta y al instante apareció el arcángel —Hola Jamesito — lo abrace y salude — ¿Y porque estas vestido así?—vestimenta humana.
—Rominita, es que le fabrique una casa de madera a Ariel ¿Quieres verla?— asentí, caminado por su casa. Hasta el patio, la casa de madera parecía todo menos casa.
—James, esto parece una mansión mini, perfecta para mi niña— divertida y en eso salió mi bendición de su casa, con un vestido y dos moñitos en sus orejitas. —Hasta le pusiste los vestidos que le compré, que buen papá tiene la Ariel — el arcángel se carcajeó.
—Hasta tiene un mini closet, con sus cosas — abriendo un cajón de madera ahí estaban todos los vestidos de Ariel colgados y limpios, junto con sus moñitos — sabes que yo siempre quise ser veterinario, me encantan los animales. —
—Hubieras sido el mejor veterinario — me senté en la banca, James era un gran amigo con quien podía platicar de cualquier tema. —Yo quería ser astronauta, siempre le pedía a mi papás que me llevaran a las estaciones donde salen las naves del país. Pero aquí descubrí mi verdadera vocación, me encanta estar entre los cielos ayudando.—
—Es eso maravilloso de la ciudad celestial, siempre te da un poco más de lo que esperas. No fui un veterinario, pero estoy constantemente con más especies, ayudando y aprendiendo de ellas y vaya— me entrego unos vestiditos de Ariel— es gratificante.—
—Demasiado James — en eso Ariel viene hacia mi y la cargo — es momento de irnos pequeña, despídete de James — el arcángel le revolvió el pelito de la cabeza.
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Déjame volar.
Werewolf-¿Entonces que harás?- pregunto Finnigan mientras veía a sus hijos Henry y Wyatt Melbrock de dos años, jugar con Romina Decanini de 5. -Nada, seguir con mi vida- respondió simplemente - por el hecho de que sea mi mate, no significa que tenga que est...