Capítulo final, parte 2

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Mateo caminaba apresuradamente a la sala de curación, cuando sus subordinados le dijeron que una Ángel no identificada apareció en las fronteras de la ciudad, buscándolo. Le pareció peculiar esto, así que inmediatamente salió a identificar aquella ángel.

Cuando la vio, el mundo a su alrededor se esfumó, realmente no la conocía, pero su belleza le había llamado su atención.

—Se presentó con una herida en el hombro, pero estoy sorprendido de la cantidad de energía vital que le falta ¿Qué sugiere? ¿Continuamos con la ayuda? ¿La reconoció?—"¿Cómo no ofrecerle ayuda?" Pensaba sin dejarla de ver, con ganas de acariciar sus cabellos negros.

—Hagan todo lo necesario— Mateo estaba ante la mirada de Norte, quien sonrió. Conocía bien a su hijo y esa sonrisa.

—Ya escucharon a mi hijo— dijo Norte dándole una palmada en el hombro, dejándolo solo en la sala de curación.—Encárgate Mateo—

—Es mejor que se retire joven Lightson, esto tardará mucho— él asintió muy apenas, tomando la flecha que le habían disparado a esa ángel.

—Avísame cuando ya esté recuperada, necesito hablar con ella— Mateo comenzó a analizar los símbolos de las flechas, después de unas horas descubrió que era de magia, los símbolos según la biblioteca de la ciudad celestial. Era el signo de la magia natural tallado en la punta de la flecha.  Ahí estaba Romina, Zaid y Ainhoa.

Se reincorporó rápidamente y fue a la sala de curación.

—Joven Lightson, apenas iba a informarle que la Ángel estaba recuperando su consciencia— le dijo uno de Los Ángeles curanderos. Mateo analizaba la situación, sus cabellos negros y su piel pálida.

—¿Romina?— preguntó deseando que realmente no fuera quien estaba pensando, temía la respuesta.

La temida respuesta, llegó cuando la Ángel abrió sus ojos, esos ojos azules claro, le daban la respuesta.

—¿Mateo?— lo buscó rápidamente, para encontrarse un Mateo totalmente serio.—Gracias al cielo te encontré— lo abrazo rápidamente.

—¿Qué te pasó Ainhoa?—tratando de mantene su calma y temple, estando serio — eres una niña de 10 años y tienes el cuerpo de una mujer— esto era in sano, desquiciado, asqueroso, como le pudo gustar la hija de su mejor amiga. Mateo queria que lo llevarán a la cárcel ahí mismo.

—Mis papás están en problemas— la chica se sonrojó, desvió la mirada de la de Mateo— me estaban buscando, necesitaba volar para pedirte ayuda, así que tome una poción para crecer y que mis alas maduraran— tomándole la mano — enserio necesito que ayudes a mi mamá, ella mencionó que la ibas a ayudar — estaba desesperada— ¿O hice mal?—

—No— corrigió rápidamente y se levantó — andando, preparare a mis subordinados para ayudar a tus padres—- comenzando a llamar a todos, los escuadrones celestiales.

—Hola abuelito— saludo Nhoa a Dereck, este se confundió al verla—Soy Nhoa, que creció de forma muy rápido—

—Hola Nhoa— le acarició el cabello, ya más familiarmente.
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Romina abría los ojos a duras penas, tardó unos segundos en reincorporarse como podia en el calabozo, veía a Zaid en un estado más de estupor, que de alerta.

—Zaid, mi amor— le llamaba trataba de hacer que despierte—Escúchame Zaid, tienes que levantarte — lloraba gritaba y pataleaba.

—¿Qué tanto estas dispuesta hacer por él?— era la voz del Rey afuera del calabozo. —Piensa Romina, puedo ser tu boleto de salvación. Sales de aquí para venirte conmigo tener un futuro juntos —El Rey quería crear una nueva aldea con genes nuevos, ya no sólo magia, quería aprovechar que Kulaul estaba en ella y explotar más las habilidades de ese ser —y y dejamos libre a Zaid. O de lo contrario él morirá, míralo se sometió a las terribles aguas del Río subterráneo, mis súbditos se están encargando de inyectarle más agua cada 15 minutos— dicho esto otro súbdito, le inyectó más agua en el brazo.—me pregunto ¿En cuánto tiempo morirá? Kulaul murió con 3 litros impregnados en su cuerpo, nuestro querido sacerdote cuanto aguantará.—

—Él no es un sacerdote — con más rabia que nada, viendo como Zaid comenzaba a toser— su nombre es Zaid Weisz, futuro líder de la manada Silver Moon, abogado y el amor de mi vida —con la misma firmeza que nunca, el Rey le lanzó el vestido rasgado que portaba hoy Ainhoa, la chica lo reconoció inmediatamente y su mundo se derrumbó —¿Qué hiciste con mi hija? Monstruo— gritaba sacando su mirada amarilla— ¡Es una niña!— su corazón estaba destrozado— era una inocente, ella no tenía la culpa de nada— llorando más, le dolía el corazón, muy apenas podía respirar tranquila.

—Soy implacable, lo sabes Romina — por suerte para el Rey, ella estaba muy débil y amarrada  sino lo mataba. La chica soltó un grito de dolor que sonó por toda la aldea. —Lo mismo le puede pasar a tu amado Zaid—

Después de tanto llorar veía a su amado moribundo, encadenado, suspiro.

—Mi amor — lloraba si tan sol ella pudiera abrazarlo, sentir su cercanía —Zaid, no quiero que este sea nuestro final, hemos pasado tantas cosas juntas y aún nos falta por vivir más — suspiraba— tu sueño de abrir una empresa de bufetes de abogados, el mío de viajar por el mundo de mochilazo, nuestros sueños como pareja, nuestra hija— llorando — Cariño mi bebé, mi corazón está destrozado— con la voz rota— pero mi loba interior me dice que esta viva— suspira— quiero aferrarme a la idea que esta viva, pero necesito de ti Zaid. Te necesito en mi vida, te he necesitado desde el momento que me fui a la ciudad celestial a probar nueva suerte — le contaba, mientras que él lobo de Zaid escuchaba todo— te amo, tenía miedo. —

Zaid Weisz comenzó a retorcerse entre las cadenas, Romina observó sus ojos amarillos mirarla, quizás ya no tenía por el momento la magia heredada de su madre.

Pero seguía siendo un Weisz, con toda la herencia que su padre le dejó, saco el lado lobuno que casi no utilizaba.

El gran lobo se acercó a la chica a olfatear a su luna con una sonrisa, se acercó a su vientre se detuvo unos minutos y aulló con más fuerza.

En Deiley, la manada Silver Moon comenzó a aullar, un nuevo miembro de la manada pronto vendría y formaría parte de la familia del Alpha.

—Zaid— con una sonrisa que no cabía de felicidad— no me digas que— al ver la mirada del lobo, no necesito más explicación. —¡Oh Dios! Tendré otro bebé—  sonrió al ver como el lobo le arrancó las cadenas de la pared.

Romina se quitó las cadenas y abrazo a su lobos, sintiendo confianza — creí que te perdería de nuevo, mi amor— con sinceridad besandole la cabeza — vamos por nuestra hija y a quemar este maldito lugar, la gente debe ser libre y enterarse de su verdadera naturaleza—

Zaid volvió a ser un humano, sintiendo tener el control de su lobo, abrazo a Romina.

—Si mi muñequita — le dijo besándole la frente y acariciando su vientre —Por nuestra familia—

Zaid observó a su mujer, sacar sus alas grandes y blancas frente a los rayos de Luna que se filtraban por la ventana de la celda.  Romina Decanini había nacido para ser un ángel, lo comprobaba cada día más y más.

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Si hay tercera parte, no se preocupen.

Gracias a todos por leerme y apoyarme en esta historia

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