Zaid entró con una sonrisa a su oficina en el buffet de abogados.
—Escuche que vino a visitarme de nuevo Lyne Márquez y vine rápidamente a recibirla —el hombre observó a su novia recargada en su escritorio— que guapa te vez amor —observándola en un vestido formal y tacones. —Me preguntó ¿Por qué siempre vienes vestida así? —
—Me gusta venir bien vestida para la ocasión— Romina sonrió cuando Zaid la tomo de la cintura y la acercó a él, deleitándose con su aroma.
—Siempre estás vestida para la ocasión, no importa que uses amor — se besaron con necesidad, Zaid la sentó en su escritorio, tirando lo que había al suelo.
—Tus papeles cariño, están en el suelo —estaba ida sintiendo las manos de él, recorrer sus piernas y sus labios en el cuello. Le quito el saco con rapidez abrazándose más a él.
—Déjalos ahí, no importa—Zaid estaba encantado con la suavidad de la piel de ella. Suspiro al sentir sus manos suaves recorrer su cada rincón de su espalda, la terminó acostando en el escritorio— mi hermosa muñequita—
Zaid sonrió encantado con Romina se veía hermosa, su rostro pálido resaltaban sus mejillas rojas, su mirada gritaba ternura, amor.
En eso suena el teléfono de la oficina, ambos se reincorporaron, era la secretaria de él, recordándole la hora de la comida —¿Quieres ir a comer conmigo? — preguntó casualmente Zaid mientras se ponía el saco, con magia recogió los papeles del suelo.
—De hecho a eso venía quería preguntarte si querías comer conmigo— Zaid se acercó a ella y la beso sosteniéndola de la cintura.
—Claro que me encantaría comer contigo — al separarse — creí que tendrías una reunión muy importante con Norte—
—Así es, pero no tenemos más noticias del limbo. Esta noche habrá reunión en la casa de mis padres, para averiguar por nuestra cuenta—ambos salían del despacho, para ir a un restaurante cerca.
—Si me lo comentó Lils, nos veremos esta noche ahí — se sentaron— una lástima que no podré abrazarte y besarte como quisiera. Hay que quedar bien con papito suegro —Romina se comienza a reír.
—Ah su tiempo Zaid, a su tiempo — dándole un suave beso en los labios.
Estaba en la sala con toda mi familia observando esos libros con cierto respeto, mi tío Evan estaba atento leyendo cada uno de los libros.
—Haremos esto como lo hacen los hechiceros, Irina me enseño cómo iniciar las reuniones —dijo Evan — todos tómense de las manos — mi padres, tía Marlén y tío Endel encendieron una vela blanca. —esta sesión está dedicada a Andrea Delire, espero puedas escucharme —Finn, Lily, Jayden, Zaid y yo solo estábamos atentos.
—Un limbo, nunca había pensado en eso — decia Marlén — creo que en el inframundo, mi hermano lo llego a mencionar una vez.—
Veía a Zaid de reojo cada que podía, con una sonrisa disimulada.
Estaba con concentrada leyendo lo hechizos de uno de los libros, que me perdí del ambiente de los demás, todo estaba quedando en segundo plano.
Alce la vista observando la magia que tanto vi en las batallas con la división.
—Romina— me llamaba mi mamá, me asuste cuando vi su mirada preocupada.
—¿Que pasa mamá?— Jayden trataba de tomar mi mano, pero no podía, me atravesaba.
—Estas desapareciendo—dijo mi hermano mayor, la magia se estaba pegando a mi cuerpo, sentía como flotaba. Me estaba desesperando, veía a mi papá y a Zaid tratando de hacer algo.
Zaid me envolvió en su magia, pero no podía detener lo que estaba pasando. Mi cuerpo comenzó a sentir una relajación infinita, de pronto todo se volvió negro.
Abrió los ojos estaba en un lugar totalmente desértico, pero no sentía el calor del desierto. Todavía tenía la magia de Zaid que la envolvía protegiéndola.
—¿Donde estoy?—en eso vio una figura parada frente a ella, traía una capa negra que la cubría.
—Al fin nos encontramos, debemos cubrir esa magia que traes, puedes llamar la atención así —se quito la capa, la chica quedo pálida al verla. Era Andrea Delire, la estaba cubriendo con su capa. Traía una herida en el abdomen. — Eres idéntica a Hafner, soy Andrea Delire —
—¿Andrea? — le sonrió, ella asintió. La abrazo, era real, su tío Evan tenía razón estaba viva o... —espera, estoy muerta ¡Estoy muerta!—
—Calma querida, calma. No estás muerta, estás en limbo —ayudándola a hacer respiraciones profundas para calmarse —el tiempo aquí pasa muy lento, pero en la tierra no. ¿Cuanto tengo de "muerta"?—dijo entre comillas.
—20 años—con algo de pena.
—Aquí solo he estado 1 mes— bajo la mirada. —¿Y Evan? — con dolor preguntó por su amado, cada día se volvía fuerte con solo recordar a su Evan.
—Ha sufrido demasiado tu partida, siempre ha dicho que tú estás viva, te ha esperado — en eso otra figura con una capa roja, apareció. Venia corriendo hacia ella.
—¡Nunca me puede dejar en paz! Vámonos — comenzando a correr— ¡Andando Romina! —la chica comenzó a correr atrás de ella.
—¿Cómo sabes mi nombre? — preguntó con incredulidad.
—Querida soy bruja, yo le predije a tu madre su segundo embarazo antes de "morirme" y que nombre te iba a poner—
—De acuerdo, que raro. ¿Quién nos está siguiendo?—no podía sacar sus alas, así que seguía corriendo, hasta que la alcanzó el tipo de capa roja. Era un hombre de vestimenta peculiar, parecía antigua. No la podía tocar, con la magia de Zaid, no podía hacerle daño alguno. Eran distintas magias.
—Es uno de los hechiceros más malignos, debe ser un ascendiente de mi árbol genealógico. Mi familia usaba mucho la magia negra, excepto mi abuela y yo por eso nos fuimos a Fray. Nos fuimos a lado de la Luz. —le explicaba al mismo tiempo que la liberaba de aquel ser. — quiere matarme para escapar de aquí.—
Andrea llevo a Romina a una formación rocosa, su lugar seguro de aquel ser.
—¿Cómo llegaste aquí?— le pregunto ya recuperando el aliento.
—Pues verás Raguel sabía de mi familia y me había ofrecido unirme a sus filas, obviamente yo me negué. Por alguna razón, él con su rara magia negra despertó a uno de mis ancestros más poderosos, supongo que lo quería de Aliado. Pero no podía traerlo a la vida, necesitaba sacrificios. Creyó que con mi abuela sería suficiente — con amargura— pero también me necesitaba a mi.—
—Lo lamentó tanto Andrea — la abrazo tratando de calmarla— Al menos ya no está Raguel en este mundo, quédate tranquila. —
—He estado tanto tiempo sola— se limpió las lágrimas que tenía — me alegro que estes aquí—
En la tierra, ya había pasado 2 semanas, el cuerpo de Romina estaba como el de Andrea. Pálido e intacto.
—Tienes que volver muñequita —Zaid Weisz no se había despegado ni un momento de ella — mi amor, por favor — estaba angustiado, me acariciaba su cabellito.
—¿Que estás diciendo Zaid? — Apareció Lily, que venía a tomarle los signos vitales a su hermana — dime la verdad Weisz, no soy mi padre, él te hubiera matado— la chica se acercó a su mejor amigo, lo veía devastado desde lo que sucedió esa noche. — sabes que soy tu mejor amiga y siempre te apoyaré—
—Tú hermana y yo somos novios, también es mi luna — le besaba la mano a su muñequita — Lils, yo por tu hermana cambié, deje atrás mi vida de mujeriego, todo. —
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Déjame volar.
Werewolf-¿Entonces que harás?- pregunto Finnigan mientras veía a sus hijos Henry y Wyatt Melbrock de dos años, jugar con Romina Decanini de 5. -Nada, seguir con mi vida- respondió simplemente - por el hecho de que sea mi mate, no significa que tenga que est...