Capítulo 9

821 88 2
                                    

1 año más tarde.

—¿Entonces entiendes porque estás aquí?—preguntaba Norte, mientras el hermoso paisaje de la ciudad celestial de noche. Zaid asintió.

—Si Norte, tengo que descifrar la magia que han estado sintiendo en estas últimas semanas— el supremo líder asintió.

—¿Sabes? No fue mala idea que tú y Lily se ofrecieran esa vez a ayudarme con las criaturas de Athikus en la tierra. Tú tienes el suficiente conocimiento que le podría ayudar a mi hijo y su equipo—Zaid solo miraba las luces, preguntándose en cuál de esas casas, estará ella.

—Hare todo lo necesario Norte— le aseguro y el supremo líder le entregó una llave — ¿Y esto? —

—Es la de la casa de tus padres aquí en la ciudad celestial — Zaid alzo la ceja — me parece que siempre venían aquí cuando era su aniversario o de vacaciones —

—Ahora entiendo todo, con razón se desaparecían de la faz de la tierra en sus vacaciones— se carcajearon— muchas gracias Norte, me retiro—el joven Weisz conocía a todos los soldados, por su padre así que no fue difícil pedirle a uno que le dijera donde estaba la casa de sus padres.

—Tienen buen gusto— observando la bonita casa, en su interior se sentía como en familia. Había muchas fotos de Dereck y Greta, hasta incluso de él. "¿Donde estarás muñequita?" Acomodo sus cosas en una de las habitaciones, hasta que tocaron el timbre.

—Weisz—ahí estaban uno de los soldados sonriéndole con familiaridad — escuche que estabas en la ciudad, es hora de enseñarte cómo es aquí — era un amigo suyo, fue su compañero de muchas noches en clubs, antros.

—Sabes que ya no hago eso — dejándolo pasar — pero me gustaría conocer esta ciudad — el ángel sonrió.

—Conozco el lugar adecuado— ambos salieron volando, Zaid iba sentado en su esfera de magia. El lobo se sorprendió de ver calles, restaurantes, supermercados. Llego a un lugar, parecía un restaurante bar. Los dos ordenaron una mesa y comenzaron a platicar.

—Aquí es casi igual que en la tierra, te vas a adaptar muy rápido — le decía el soldado.

—Eso espero— su lobo estaba inquieto, su corazón empezó a palpitar muy rápido. —Discúlpame un momento, creo que encontré a alguien conocido — el soldado pago la cuenta y lo siguió.

Zaid caminaba por la calle, hasta que entró a un local. "¿Donde estás?" —¿A quien buscas? — le preguntó el soldado hasta que sus ojos la encontraron, estaba en una mesa con su equipo, se veía tan distinta a hace un año.

—A ella—señaló a la Decanini con discreción, la chica ya no tenía su melena media, sino un boycut. Que le resaltaba las facciones del rostro, ligero maquillaje salvo por ese labial rojo que le resaltaba.

—La Decanini siempre viene aquí con su división — le comento el soldado. Zaid observó lo que nunca la había visto hacer en la tierra, tomó el micrófono y comenzó a cantar. Su Romina cantaba y lo hacía muy bien.

Baje del escenario con el aplauso de mi compañeros de división y algunos comensales del lugar.

—Sorprendiéndome como siempre Romi—ahí estaba James llevándome a la pista de baile en eso sentí el aroma de él, imposible que esté aquí. Lo busqué con la mirada.

—Por los jueves de corazones rotos—brindó Mateo con una cerveza. Los 4 hicimos un brindis.

—Prefiero los sábados de romance— dijo Calipso—Se me hacen muy soñadores—

—Nada como el martes de películas—defendí mis preciados martes, así era de un tiempo para acá. Teníamos un día a la semana con distinta temática para hacer.

Solo veía a Mateo, Calipso y más personas, así que comencé a bailar con todos ellos.

Hasta que James empezó a bailar conmigo.

—Te notó sería, ¿pasa algo? No estes preocupada por Ariel, esta con mis papás, la están cuidando bien—suspire no dije nada y seguí bailando con él.

—Es otra cosa y no se que es— le confesé con toda la sinceridad del mundo, en eso sentí su esencia. No la estaba alucinando como en este último año, no era un vago recuerdo de mi cerebro, la sentía aquí conmigo. La sentía muy cerca, sin querer mi corazón empezó a acelerarse.

Ya no me pude concentrar en bailar — voy al baño— me excuse y salí de la pista de baile, fui a lavarme el rostro y en eso siento unos brazos rodearme — Boo—dijo en mi oído dejándome un beso en la mejilla — te extrañé muñequita—

—Estás aquí — susurro recargándome en su pecho — Zaid— nos veíamos reflejados en el espejo, él no había cambiado nada —¿Que estás haciendo aquí?—

—Estaré aquí un par de semanas ¿Me extrañaste? —asentí sintiendo como acariciaba mis brazos— ¿Y las alas muñequita? ¿Donde están esas hermosas alas? —

—Aprendí  a guardarlas, pero míralas — las saque, él solo se dedico a delinear mis alas, cada terminación nerviosa respondía a su toque.

Me giré para darle un beso en la mejilla y abrazarlo, mis alas lo envolvieron. Mi loba estaba más que contenta por tenerlo cerca y mi vampira ni se diga.

—Me están empezando a gustar mucho más tus abrazos, muñequita— susurro devolviéndome el gesto dándome otro beso en la mejilla.

—Vámonos antes de que entre alguien y te vea aquí — explique y él me miro confundido — es el baño de mujeres, por el amor de Dios. —

—No me había dado cuenta, muñequita. Si mejor vámonos —

Salimos del baño, para encontrarme a mis amigos, Calipso fue la primera en emocionarse salto a los brazos de su crush.

—Entonces tú eres el que se unirá a nuestro grupo—Matty le dio una cálida bienvenida. Empezamos a platicar los 5 en la mesa entre cervezas y botanas, se fue la noche.

—Bueno ya se esta haciendo tarde —dije bostezando pagando mi parte de la cuenta — ya me voy a casa— abriendo mis alas.

—¿Quieres que te acompañe? — me pregunto James sonriéndome, ya todos nos íbamos a ir.

—No quisiera que tu hermana llegara sola a casa, puedo irme — trate de excusarme, Calipso sonrió tomando del brazo a Zaid. No me estaba gustando eso, ella era muy empalagosa.

—No te apures Romi, que mi hermano te lleve a casa, Zaid me puede acompañar — rodé los ojos, no quise ni mirar a Zaid.

—Bien— estaba incómoda— Nos vemos mañana, supongo — me despedí de Matty con un abrazo, al igual que de Calipso, a Zaid solo le di la mano. Era mi loba y vampira, las que estaban molestas, no yo.

—Sabes que no era necesario que me trajeras a casa James — le dije con sinceridad — de todas maneras, te lo agradezco. —

—No queria estar cerca de mi hermana y Weisz, la verdad. Al paso que van seguirán en mi casa cogiendo — suspire tratando de que sus palabras no me afecten, claramente no funciono. —¿Estas bien?—

—Si, si, solo necesito dormir un poco — me excuse tocándome la cabeza— buenas noches James— le di un beso en la mejilla y entre a la casa.

<<Maldito Zaid Weisz y mil veces más >> enterré mi rostro en la almohada, me quede con la idea de que Zaid era como ese hombre que veló por mi cuando mis alas nacieron.

Déjame volar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora