La vida era algo de lo que Samuel quería desligarse.
A pesar de la cantidad de personas que tenía a su lado y lo acompañado que estaba, había llegado al punto de creer que no había otra opción. El suicidio acabaría con todo: con sus miedos, con su depresión, con esa sensación agobiante que hacía de su vida un completo infierno.
Si, el suicidio era la mejor y única opción.
Pero esa misma vida, esa vida de la que quería alejarse tanto, sería la encargada de demostrarle que, a pesar de todo, dejar de luchar nunca es opción. Le había llevado tiempo, muchísimo tiempo, y un sin fin de tratamientos y terapias, pero al fin lo había entendido.
Y, joder, menos mal que lo había entendido.
-Samuel De Luque, ¿acepta por esposo a Guillermo Díaz?- preguntó la escribana frente a él, mostrándose sonriente.
-Acepto- contestó sin dudar, inclinándose para firmar.
De no haberlo entendido, de haberse dejado llevar y no darle una oportunidad a la vida no estaría en aquel lugar, rodeado de todas aquellas personas que lo habían acompañado en ese proceso, uniéndose en matrimonio con la persona que amaba.
-Guillermo Díaz, ¿acepta por esposo a Samuel De Luque?- volvió a cuestionar, esta vez con la vista puesta en el nombrado.
-Acepto- aseguró feliz.
Samuel no pudo evitar observarlo de pies a cabeza sentado a su lado mientras firmaba lo que pronto se convertiría en su acta de matrimonio. Guillermo estaba hermoso, ni más ni menos. Su traje y zapatos negros relucían, su corbata verde le daba ese toque de color que necesitaba, el collar con su inicial parecía más brillante que nunca. Pero lo más llamativo era su sonrisa, amplia y feliz, y sus pequeños ojos mirándolo con ilusión, una ilusión que jamás creyó ver en nadie más.
-Por el poder que la corte me otorga, los declaro esposos- sentenció la mujer, causando un revuelo en la sala -Pueden besarse- finalizó, dando paso al momento más esperado por la pareja.
Aquel beso con sabor a fresas y Guillermo fue el mejor que jamás pudo dar Samuel y el que jamás recibiría, uno que recordaría hasta el último minuto de su vida.
Sus padres aplaudían con alegría, siendo los cuatros un manojo de emociones incontrolables que evidenciaban la felicidad que sentían al convertirse, legalmente, en familia.
David y Rubén vitoreaban de fondo siendo segundados por Mangel y Alex, mostrándose los cuatro alegres y eufóricos por el inmenso paso que estaban dando sus amigos.
Ángela, más atrás pero presente, aplaudía con lágrimas en los ojos, feliz de poder ser testigo de la unión de aquellos jóvenes que tanto le habían enseñado sobre perseverancia y compañerismo.
-Te amo- susurró Guillermo entre el bullicio de la sala, conteniendo la felicidad que quería desbordarse por sus ojos.
-Te amo- repitió Samuel para volver a besarlo, esa vez de manera más corta -Gracias por ser mi razón para estar vivo.
La vida podía ser maravillosa, y Samuel no dejaba de comprobarlo día tras día.
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Dios, no saben lo que estoy llorando en este momento.
Realmente, no tengo mucho que decir. Esta historia comenzó en un momento crítico de mi vida en la que, de alguna manera, quería focalizar mi tristeza en alguien más, siendo Samuel el protagonista de mi proyección. Con el tiempo, las cosas mejoraron y empeoraron una y otra vez, haciendo que esta historia se atrasase cada vez más y más. A veces por estar mejor y no saber como escribir, a veces por estar demasiado mal para hacerlo.
Pero hoy, después de 200 capítulos, llegamos al final.
Quiero darle las gracias a todas las personas que estuvieron desde el principio, las que llegaron después y a las que ya se olvidaron de esta historia. Todos y cada uno de ustedes, de una forma u otra, contribuyeron a que esta historia tuviese un final, y eso es algo que no puedo hacer más que agradecerles.
La vida da mil vueltas, pero siempre vale la pena seguir girando con ella.
Los amo con toda mi alma, nunca lo olviden. Nos vemos en alguna que otra historia.
CMarvada fuera.
Datos curiosos: esta historia arrancó, como todas mis historias, con una canción que la musicalizaba. Con el tiempo fue mutando y de una paso a ser tres, las cuales marcan los cambios en la historia.
La primera, y como lo dice el nombre de la historia, fue "Deathbeds" de Bring Me The Horizon, una canción que habla desde la perspectiva de alguien enamorado que, por algún motivo, debe despedirse de esa persona apelando que, al final, siempre terminarán reencontrándose, pero que no debe luchar contra lo que esta por suceder. La frase principal de la historia fue "And on my deathbed all I'll see is you. The life may leave my lungs, but my heart will stay with you" ("Y en mi lecho de muerte, todo lo que veré serás tú. La vida puede acabar con mis pulmones, pero mi corazón se quedará contigo")
Llegando a un segundo arco de la historia llega "Everything I wanted" de Billie Eillish. En general, toda la letra de esta canción es parte de esa segunda parte de la historia. Abarca toda esa etapa en la que Samuel, después de despertar de su intento de suicidio, lucha por acabar con su vida a pasar de tener todo para no hacerlo. Si tuviese que elegir una frase sería "And you say: 'As long as I'm here, no one can hurt you'. Don't wanna lie here, but you can learn to" ("Y dices: 'Mientras yo esté aquí, nadie puede herirte'. No quiero mentir aquí, pero puedes aprender a hacerlo")
Por último, y siendo el arco positivo y final de la historia, llega "Woke the F*** up" the Jon Bellion. Esta canción la sentí particularmente parte de Samuel, sobre todo la época en la que nota que su vida puede ser mejor si tiene a Guillermo a su lado. La canción es narrada desde el punto de vista de alguien que entiende que no puede seguir fingiendo lo que siente y deja de actuar para demostrarlo, aunque yo lo tomé desde un plano más profundo, personal quizás, en el que Samuel pelea consigo mismo para dejar que el sentimiento de compañía aflore. La frase principal podría a ser: "I will tell them I am yours and very, very proud. I am forced to give in, give in now" ("Les diré que soy tuyo y muy, muy orgulloso. Me veo obligado a ceder, ceder ahora")
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Deathbeds [Wigetta]
General Fiction//HISTORIA FINALIZADA// Para Guillermo, Samuel ha tenido que salir de la ciudad por un par de días para solucionar asuntos relacionados con su trabajo. Para el resto del mundo, Samuel se ha ido sin decir nada. ...