Deathbeds [Wigetta]

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La voz de Guillermo quedó guardada en su garganta ante la sorpresa de ver a Samuel despierto, causando que sus intentos por llamar a alguien quedaran tan solo en eso: intentos. Los ojos color miel del contrario parecían brillar a pesar de estar apenas abiertos, cosa que hiso al menor apretar los labios para evitar llorar; quería saltar sobre él para abrazarlo y llenarlo de caricias, pero sabía que aquella sería una reacción precipitada para recibir a alguien que acababa de despertar de un coma. Vio a su novio abrir los ojos un poco más, analizar la habitación con chispas de pánico y, finalmente, como apretaba su mano para girar la cabeza y observarlo, haciendo que sus miradas chocasen por primera vez. Los ojos del conectado pronto se llenaron de lágrimas al ver quien sostenía su mano y lo acompañaba, sobre todo por la imagen agotada que este le estaba regalando.

-Hola, cariño- dijo Guillermo luego de luchar con el nudo que había usurpado su garganta, causando que su voz sonase quebrada en el intento.

Samuel pestañeó repetidas veces y, luego de sentir sus lágrimas mojar sus mejillas, apartó la vista y comenzó a negar, sintiéndose la peor persona del mundo. Apartó su mano de la del menor y, entre lágrimas, comenzó a respirar con velocidad, tomando pequeñas y rápidas bocanadas de aire que alteraron rápidamente a su novio.

-¿Samuel?- Guillermo intentó tomar su mano de nuevo pero el nombrado la alejó -¿Qué sucede?

Lo único que podía hacer Samuel era negar una y otra vez y esquivar la mirada del contrario mientras lloraba.