Hoy, por primera vez en mucho tiempo, te escuche reír de manera sincera. Juro que fue algo mágico: tus ojitos se achicaron, tu sonrisa se amplió y, sin anunciarlo, carcajeaste fuerte y claro, casi como si no hubiésemos llorando antes por las heridas descubiertas de tus brazos. Fue una risa tan limpia, tan pura, que incluso llegó a desconcertarme; llevaba tiempo sin oírla.
La extrañaba.
Mantuviste la sonrisa por un tiempo prolongado, casi como si no te sintiese miserable, como si no te hubiesen informado días atrás que fuiste diagnosticado con esquizofrenia, como si fueses feliz nuevamente.
Como si fueses feliz.
Prometo que intenté contenerme, en serio, pero no pude evitar besarte con fuerza y lágrimas en los ojos. Llenaste mi roto y agotado corazón con esa risa tan tuya, con esa sensación de que las cosas, por primera vez en mucho tiempo, realmente pueden mejorar.
Joder, incluso ahora que me observas escribir pareces estar sonriendo.
Por favor, no dejes de hacerlo nunca.
Por favor, sigue sonriendo.
Por favor, sigue enamorándome segundo tras segundo.
Porque al igual que tu dices que no puedes soltar mi mano, yo tampoco puedo soltar la tuya.
Maldita sea, necesito besarte otra vez. Realmente estas sonriendo.
Samuel se sintió completo al sentir los labios de su chico contra los suyos, completo como pocas veces.
Sonreír significaba besos. Y los besos significaban tranquilidad.
Guillermo significaba tranquilidad.
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Deathbeds [Wigetta]
General Fiction//HISTORIA FINALIZADA// Para Guillermo, Samuel ha tenido que salir de la ciudad por un par de días para solucionar asuntos relacionados con su trabajo. Para el resto del mundo, Samuel se ha ido sin decir nada. ...