Deathbeds [Wigetta]

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A pesar de que el sol brillaba con fuerza sobre la ciudad y que el clima era particularmente acogedor, Guillermo sentía el ambiente frío. Frotó sus manos un par de veces y, luego de achicarse en su lugar, tomó la taza de bebida caliente frente a el con ambas manos, dejando que esta calentara sus palmas. Su rostro mostraba menos rasgos de cansancio pero aún así no los perdía, demostrando así que a pesar de que había logrado dormir casi una noche completa, no estaba para nada descansado ni tranquilo. Su cabeza no dejaba de plantearse una y otra vez que debía prepararse para afrontar cualquier cosa que pudiese llegar a suceder con Samuel, cosa que comenzaba a desgastar su pensar. Debía acomodar muchas cosas antes de poder centrarse completamente en su novio, pero para ello necesitaba tiempo que no sabía si tenía; debía volver a su empleo si no quería perderlo y lo mismo pasaba con sus estudios, pero no podía dejar a Samuel a tres horas de distancia.

-Entonces... ¿No lo trasladarán?- preguntó con el ceño levemente fruncido a causa del cansancio que aun rondaba por su cuerpo y lo que aquella respuesta implicaba.

-No lo sabemos- contestó José de la misma manera. Al igual que el menor, tanto él como su esposa debían volver a sus actividades pronto -Sería mejor para nosotros por nuestros empleos, pero no podemos cambiar el entorno de Samuel así de la nada... debería quedarse aquí hasta que mejore al menos.

Guillermo asintió y bajó la mirada, replanteándose nuevamente que pasos seguiría.