Deathbeds [Wigetta]

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Nuevamente veo el sol salir y, esta vez, no es porque me hubiese levantado temprano para poder hablar con los médicos, sino porque no he podido dormir en toda la noche. Cada que mis ojos parecían querer cerrase sentía como si los músculos de tu mano se moviesen para querer aferrarse a la mía, cosa que me hizo prácticamente saltar de la silla durante toda la noche. No sé si son imaginaciones mías o si realmente lo estabas haciendo, pero juro que sentía tus dedos moverse contra los míos.

También creí ver tus labios moverse entre sueños y tus párpados temblar al querer abrirse... creo que mis ganas de verte hacerlo me están volviendo loco.

De todas formas, estoy seguro de que falta poco para que eso suceda, así que no descarto que todo lo que vi y sentí realmente sucedió. Se lo preguntaré al doctor cuando venga y se lo comentaré a tu madre cuando nos toque hacer el cambio de guardia.

Estoy tan ansioso por ver tus ojos de nuevo...

Siento muchísimo sueño, pero aun así no quiero dormirme. Quiero estar despierto hasta el último instante de mi guardia por si llegas a despertar, por eso es que estoy escribiendo esto ahora en realidad.

No sé qué más poner para seguir escribiendo.

Te amo.

Eres el amor de mi vida.

Estoy completamente enamorado de ti.

Ni tus heridas ni tu piel pálida me alejarán de ti.

Te amo infinitamente.

Quiero besarte y decirte que te amo y que jamás estarás solo.

Tengo sueño pero quiero acompañarte.

Quiero ver tus ojos de nuevo.

Quiero verte sonreír.

Sé que vendrá la tormenta, pero estaré contigo en todo momento.

Necesito verte despe

El lápiz rodó por el borde de la camilla hasta caer y sonar contra el suelo cuando el sueño finalmente venció a Guillermo, dejando la última oración incompleta y con una línea negra causada por el lápiz presionado contra la hoja antes de caer. Sin embargo, tan pronto como cerró los ojos el menor volvió a abrirlos con un par de parpadeos rápidos cuando sintió la mano del contrario moverse como lo había hecho durante toda la noche. Refregó sus ojos con su mano libre y contempló como, efectivamente, los dedos de Samuel habían comenzado a moverse entre los suyos, cosa que lo hizo perder el sueño casi por completo. Centro su atención en el rostro del contrario y no puedo evitar suspirar con ilusión al encontrarse con sus párpados moviéndose al querer levantarse.

Esta vez no se trataba de su imaginación, Samuel realmente estaba despertando.