Deathbeds [Wigetta]

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La luz del sol entrando por la ventana iluminaba completamente los rostros de sus padres, dándoles cierta imagen tranquila que, hasta ese instante, no se había dado cuenta que necesitaba. Ambos lo miraban con cariño y desesperación, como si quisiesen hacer miles de cosas pero no se atreviesen a hacerlo por algún motivo, cosa que provocó que Samuel finalmente rompiera en llanto.

-Lo siento- dijo antes de bajar la mirada y llorar desconsoladamente, causando que sus padres prácticamente corriesen en su dirección.

Sintió los brazos de ambos a su alrededor y lloró con más fuerza.

-Tranquilo, hijo- pronunció su padre como pudo, compungido por la situación pero feliz de poder escuchar la voz de su hijo después de tanto tiempo -Estamos contigo.

Los tres se fundieron en lágrimas rápidamente, lágrimas que Samuel no quería estar derramando pero que aun así lo hacía.

-No puedo controlarlo- confesó con lentitud, queriendo corresponder al abrazo pero sin poder hacerlo -No puedo.

-Tranquilo, cariño- susurró su madre, mucho más afectada -Te ayudaremos, como cuando eras pequeño... saldrás de esta.

Pero Samuel no estaba convencido de se había otra forma de salir de esa que no fuese el suicidio.

Quizás debía tomar eso como una despedida. Debía despedirse de todos de una vez por todas.