Capítulo ciento ochenta y cinco

196 31 0
                                    


Anhelo




—No sé por lo que estás pasando… quisiera saberlo… pero no importa, solo quiero que estés bien, aún si no hablamos en todos estos días… realmente te extraño, recuerda que no eres uno en un millón, eres uno en un billón… — Vi el último mensaje de Tzuyu bajando la barra de notificaciones.

Solté el celular, cayendo a la par que una lagrima.

No sabía que se estaba rompiendo primero… si mi cordura, o autoestima.

Creía que ya había salido de tal circulo en el que estaba.

Solo entré en el ojo de la tormenta y pensé que podría estar bien por un momento.

Nunca pensé con que impacto volvería todo.

Si pudiera volver a atrás… si pudiera revivir todos mis días…

Volvería a ser el miedoso que no puedo decir que no… y eso era lo que más estaba empezando a odiar de mi.

No podía siquiera ver fotos de la chica que amo. Por la que sufrí una muerte y una resurrección.

—La vida me golpeó más fuerte de lo que pide aguantar… mamá— Empecé a llorar mucho más.

Morí para convertirme en lo que soñaba con ser…

Un buen novio…

Quería que Tzuyu fuera la única cosa en mi cabeza… por lo único que realmente necesitara ser bueno.

Ahora me atormenta el hecho de saber que soy todo lo que ella tiene miedo que sea.

Anhelo esa versión de mi que nunca fué famosa… esa versión que puede decir que no… la versión que si puede con todo y nunca llora.

Anhelo el no tener miedo…

Todos mis nuevos errores me están ahogando.

Me levanté. Caminé en dirreción a la puerta, tomando el ascensor, bajando al primer piso, saliendo y caminando.

Quizá el cielo estaba despejado, pero yo seguía con una tormenta que aterrorizaría a Júpiter.

No sabía ni dónde estaba, ni a dónde me estaba dirigiendo.

Mi luz se estaba apagando. Ya no era yo.

Cuando pude retomar algo se cordura solo para ubicarme, noté como estaba en medio de la entrada a un túnel.

Me adentré a el.

Cuando tomé el sueño de irme por la música…

Sabía que sería difícil…

Pero nunca pensé que se sentiría igual que caminar en un túnel oscuro.

Seguí caminando. Más y más.

Al menos caminar hacia que mi cuerpo repartiera energías y no pensara tanto.

Nunca me di cuenta de que había llegado a un puente, o que estaba en el medio de el.

La hora disernia. El tiempo era volátil. La realidad era diluida.

Me asomé por la barandilla, viendo la caída libre de quizá cien metros o más.

— ¿A quién le va a importar realmente si salto? — Pregunté para mí mismo.

~Y si muero en tus brazos…~ Escuché a mi derecha.

Miré mi mano, aún teniendo el anillo.

~Es justo donde se supone que debo de estar~ Al momento de mirar en dirección a la música, sentí como alguien me tacleó.

180 Grados - Tzuyu & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora