180 Grados - Tzuyu & Tú.

Capítulo doce.

Fama

Después de la práctica grabada de relleno, habría casi una semana de «descanso»

Aunque realmente el descanso en lo vida o poco común, o inexistente, al menos en el último año.

Pero para bajar el estrés simplemente me dejé fusionarme con la cama y ser un solo ser por al menos un día entero, o ese era el plan.

Desperté sintiendo un gran dolor en el estómago que se apaciguó al desayunar. Las excepciones a la regla de aquella fusión tan anhelada, eran solo para comer y necesidades fisiológicas.

Por suerte, conociéndome coloqué la consola justo en mi cuarto antes de iniciar un período extenso (o más bien indefinido) de trabajo, por lo que aproveché para jugar un poco antes de la transmisión del capítulo de relleno del programa.

Me pareció un tanto nostálgico ver como antes estaba casi en el tope mundial de aquel videojuego antes que el contrato de Fantagio y ganas de fama atacaran. Pero daba igual ya, al menos gracias al reposicionamiento por inactividad hice partidas increíbles y me relajé muchísimo.

Al principio, aunque vivía en Corea, no trabaja con coreanos, me tomé un rato libre disfrutando el internet más rápido del mundo y un buen ambiente, cuando mi visa de trabajo empezó a vencerse y no tenía trabajo fué cuando empecé a correr incluso sobre el agua y por eso aquel mal contrato de producción con Fantagio.

Y recordando aquel videojuego, también recordé lo adictivo y rápido que podía ser, cuando me di cuenta el programa ya tenía minutos de empezado, abandoné una partida incluso de las prisas, y eso es pecado aunque no sea clasificatoria.

El programa transcurrió como estaba programado, relleno para hacernos respirar, y hablando de aire, se notaba como mi voz estaba atascada en el pop normal y en las prácticas se desató aquel potencial.

Aunque eso gratis dos miedos y preocupaciones;

¿Gustará mi voz?

¿No pareceré soberbio en la forma que enseño y expreso mi voz?

Al menos para algo estaban los foros y páginas, ahí se nota crudamente la opinión coreana.

Por contraparte, cortaron las partes donde me desmayaba y todos corrían a socorrerme, por suerte, era muy vergonzoso, más si salía en televisión nacional.

El programa terminó y solo anuncio lo de la semana de votaciones.

Después de un rato me aburrí, asi que para compensar la mala alimentación, salí a comprar una pizza, me parecía mejor hacerlo fuera y caminar, que pedirla y comer solo y en matices grises devorando mi ánimo.

Por suerte mi rostro no estaba demacrado, por fuera me veía muy bien, el buen sueño, tratamientos y esas cosas pre-debut ayudan realmente, por dentro quizá sería el opuesto.

Suerte de mi locación, la pizzería estaba a unas pocas cuadras, también por eso no quise pedirla, es un viaje ultra corto para valer la pena, además, era el atardecer, de lo poco que la contaminación de polvo fino, lumínica y sonora no le quitaba a Seúl.

Al llegar a la pizzería, la cual, sin duda tiene un buen sazón, ordené rápidamente una «obstruye arterias» como le había apodado yo, la cual radicaba en todo doble y el mayor tamaño, era algo habitual en mi vida, por lo que… Aquí se nota el porqué necesitaba perder peso, ¿no?

Luego de una conversación de reencuentro con la tierna chica del cajero, simplemente tomé la cosita que vibra y me senté en una mesa a revisar comentarios, si eran malos, pizza para desahogarme, si eran buenos, pizza para festejar, no había pérdida.

Leí alrededor de cuatro y eran realmente positivos, adulando el como me contuve y dando a entender que el nerviosismo me hizo estar mal.

— ¿Hola? — Escuché detrás de mí, más específicamente, una voz masculina. — ¿Si? — Pregunté volteando extremadamente dudoso. — ¡Oh dios si eres TN! — Exclamó medianamente fuerte, al menos para que todos en el área nos voltearan a ver.

— ¿Ah? — Pregunté inquietado ahora. — ¡Eres el del programa XO! — Volvió a exclamar al mismo volumen diciendo el nombre del programa. — ¡¿Podrías tomarte una foto conmigo?! — Me ofreció su teléfono con una reverencia rápida que por un momento me asustó. Luego de esa décima de segundo impactado cual aturdidora en videojuegos de disparos, acepté y nos tomamos una foto, la cosa es que luego de él, siguió una, y otra, luego dos más, multiplicándose a más de una docena, en resumen, todos en el establecimiento.