Capítulo ciento setenta y dos

211 38 9
                                    


Sentencia


—Ire un momento al baño, no tardo… cariño— Dijo eso último sonriendo.

Me quedé allí esperando, un minuto, dos, diez, inclusive veinte.

Me estaba empezando a preocupar, tanto que incluso me levanté y toqué la puerta, escuchando nada de regreso. — ¿Tzuyu? — Pregunté. Aún así, nada.

Abrí la puerta, encontrando un espacio en negro infinito.

De un momento a otro, ya no había habitación, casa, o siquiera tierra, todo era un negro infinito que me estaba empezando a asfixiar.

A la lejanía empecé a escuchar una canción de TWICE, volteandome inmediatamente.

Al hacer eso, todo se transformó en una milésima de segundo, estando en un concierto de ellas cuando recién "What Is Love" había salido.

Miré hacia las pantallas, reviviendo el mismo momento de hacía unos cuantos años.

Sentí como alguien tocaba mi hombro, volteandome, transformándose todo otra vez, está vez al fan meeting que logré asistir una vez.

Cuando me di cuenta de dónde estaba parado, notando mi ropa y largo de cabello, comprobé algo una vez más, levanté mi suéter, comprobando que no tenía ninguna cicatriz.

— ¿Disculpe? — Escuché a mis espaldas, pestañeando y dando la vuelta por reflejo, ahora transportandome a la primera premiación donde aún pude ver a Tzuyu.

De hecho, estaba justo en el momento que había regresado del baño y podía verla ya que estaba en mi regreso.

Alguien me empujó, a lo que intenté estabilizarme, pero una vez más, el espacio se desdobló colocándome en la primera ocasión del programa de supervivencia donde estaba ella como jurado.

— ¿Es bonita no? — Escuché una voz particularmente familiar, pero intenté mantenerme todo el tiempo posible quieto y mirándola.

Un intento inútil, ya que al pestañear pase al estudio cuándo grabé "Falling"

Empecé a revisarme una vez más, teniendo el característico peso de más de esos días.

—Dime, es bonita, ¿No? — Escuché una vez más esa misma voz, que poco a poco iba entendiendo de quién era.

Volteé en dirección de donde venía, notando como un mechón de cabello amarillo caía por mi ojo, sabiendo que ya había tenido mi boom y ahora estaba grabando con ellas las dos canciones que hice al principio.

—Siempre le gustaste, era tan obvio— La voz estaba cada vez más cerca, giré en dirección de donde venía, ahora apareciendo sentado con las nueve chicas comiendo en la cafetería de JYP.

— ¿Quieres seguir con ella? — Preguntó justo en mi oído esa voz. Intenté ver rápido, pero solo fuí cambiado con mi otro yo de cuando estaba grabando las primeras canciones y ella tenía nerviosismo.

Volteé instantáneamente, viendo cómo las chicas y Jinyoung estaban allí, pero más detrás estaba EunWoo, al ver que ya lo había notado, saludo como militar, mirando sus ojos inevitablemente me hizo cerrar los míos.

Una vez más, lo que sea o quien sea que tenía control sobre mi, me puso frente a frente cuando Tzuyu prácticamente me dejó en la zona de amigos.

Al sonreír y decir las gracias, el tiempo se detuvo.

—Creo que ya es un poco demasiado de haberte mostrado todo eso— EunWoo se acercó, saliendo de la nada.

—Te preguntarás, ¿Quién es? — Se señaló a si mismo. —Primero, déjame colocar un mejor ambiente— Chasqueó sus dedos, haciendo que todo se derritiera, y con la misma sustancia resultante, levantó una nueva realidad, estando ahora en un parque aledaño al río Han, al que solía ir de vez en cuando antes.

—Ahora si… —Sonrió y me miró. —Antes que nada, no soy tu amigo, ni de cerca, solo tomé su forma debido a que le tienes mucha confianza— Se acercó a mí. —Yo soy la misma muerte— Escuché esa voz desde detrás de mí, volteandome y encontrándolo caminando unos cuantos pasos de mi.

—Sigueme— Dijo, siguiendo su rumbo.

Me puse a su ritmo. —Usualmente, a todos los que piden revivir, me los pasan a mí para castigarlos o perjudicarlos tras esa decisión de por vida— Vagamente me iba mirando de vez en cuando. —La cosa es que… tú eres distinto— Se paró. —Pese al daño que te han hecho, pese a todo, no puedo sentir ni una pizca de maldad en tu ser, eres demasiado puro— Me golpeó con la mano simbolizando algo.

—El castigo que recibiste de parte de los de arriba solo hizo que sacaran como últimas palabras que sabías que dirías, un perdón, y una declaración, incluso cuando tú realmente no le haz hecho nada malo a ella— señaló con su mano derecha, siguiendo su trayectoria, pude ver a una Tzuyu sentada en una banca.

Se puso en marcha una vez más. —Otra cosa es que, no te imaginas la cantidad de personas famosas y más que todo, músicos que han muerto tontamente como tú y han sido traídos hacia mi— Volvió a pararse.

— ¿Por qué crees que a muchísimos les va demasiado mal en cierto punto? — Preguntó. —He sido yo, los he castigado a la larga… pero es que tú… — Me miró raro.

—Eres el completo revés de todos esos, ellos matarían por guardar un millón más en su cuenta bancaria, y todo solo fuiste y compraste treinta millones en acciones para dejarle a aquella pobre chica estar con este angel— Se señaló a si mismo una vez más, pero esta vez haciendo énfasis en su apariencia.

—Dime, ¿Es cierto eso de que morirías una vez más por ella? — Preguntó, poniéndose en frente. —Si es así, ¿Qué estarías dispuesto a perder? — Preguntó seguido.

—Por ella podría dar tanto mi propia voz, como conocimiento de la música— Dije seriamente.

Río. —Vaya, si que vas en serio con ella— Se fué acercando al barandal que protegía el final del río.

—Vamos a hacer un trato— Se apoyó, viendo cómo fluía el río.

—Te doy estás opciones— Fué hablando mientras me iba acercando.

—La primera, perder todo eso que me dijiste, y reviviendote en el mismo exacto momento que te traje— Me miró a mi después de decir eso.

—La segunda, perder todo el tiempo que pasaron juntos, llevándote al inicio del programa de supervivencia— Se levantó.

—Tercera sería, obviamente morir y volver a pedir un deseo— Se me acercó otro poco.

—Cuarta, te doy la oportunidad de volver a justo cuando te le declaraste, con la condición de que no tendrás ni un cuarto del éxito que vendría después— Colocó su mano en mi hombro.

—Quinta y última, te revivo, en algún punto aleatorio de la historia de ustedes dos, pero sin ninguna penalización o condición— Sonrió alejándose.

—Elige, puedes pensarlo, tenemos todo el tiempo del mundo, eres mi invitado especial— Sonrió una vez más, recordándome que no era EunWoo realmente.

180 Grados - Tzuyu & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora