Capítulo ciento catorce

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Injusto


Empecé a sentir una debilidad inquietante… aunque me di cuenta de la razón cuando abrí mis ojos y vi que era de día, un millonario y probablemente la persona más famosa de la presente nueva década había dormido mojado por la lluvia en una parada de autobús, en una de las ciudades más ricas del mundo.

Me intenté levantar cómo pude, aunque tal parecía que ya estaba enfermo, cómo me costaba tantísimo levantarme, saqué mi celular y llamé a la persona que primero estaba en mi lista de contactos; Eunwoo.

— ¡Hola! — Exclamó felizmente él. — ¿Puedes venir a buscarme? — Pregunté yo volcando el ánimo en un instante.

— ¿Pasa algo? Voy en camino, dime dónde estás— Se escuchaba como empezaba a moverse de golpe. —Ehh… ¿Sabés el hotel grande que queda cerca a mí casa? — Pregunté, en ese instante llegó un autobús, bajándose un montón de personas y unas cuantas reconociedome al instante. —El que está frente a la estación de autobús… dónde me dejaste una vez— Corté la llamada para atender a las personas, cómo era de esperarse, con una sonrisa falsa, quizá la más falsa que había hecho en mi vida.

Luego de tomarme unas cuantas fotos, unos quince minutos después llegó Eunwoo en su auto.

Me levanté, temblando de frío y de debilidad.

En el instante que vió esa escena se bajó y corrió a darme apoyo.

— ¿Por qué estás así? — Preguntó mientras pasaba mi mano por su cuello. — ¿Recuerdas cuando terminé con Suyeon? — Pregunté de la nada en respuesta. — ¿Terminaste con Tzuyu? — Preguntó en otra respuesta. Asentí.

Abrió la puerta, me metió y se dió la vuelta para meterse en el lado del conductor.

— ¿Dónde quieres ir? — Preguntó. Volteé a verlo. —Dónde sea mientras no sea mi casa— Me dió un escalofrío al terminar de hablar.

—Bien, eso significa mi casa— Aceleró y se colocó en la autopista.

— ¿Qué pasó? — Volvió a preguntar, aunque ahora en otro plano.

—No lo… se… — Miré mis manos. —Ella solo llegó mientras yo estaba trabajando en el estudio y de pronto empezó a decirme las cosas más hirientes posibles…

Volteé a verlo otra vez. —Cuando lo de Suyeon… me dolió, aunque no tanto, al otro día estaba como nuevo… pero… — Solté aire y volví a tomar otra bocanada.

—Esta vez es diferente… ella se metió tanto en mi vida… pensé que tenía una… ¿Familia? — Pregunté al final sin entender mi siquiera yo el transfondo de aquello.

—Creo que es eso… pensar que tenía una familia después de tanto… ¿Sabés? Ni cien millones de dólares podían haber comprado ese sentimiento— Empecé a llorar una vez más.

Unos minutos después de desahogo, me pasó un pañuelo, y sin darme cuenta, ya habíamos llegado.

— ¿Puedes caminar? — Preguntó desde la ventana. —Si, si… ya todo está mejor— Abrí la puerta y por suerte si que podía caminar al menos.

Fuimos hasta el elevador. —Todo va a estar bien, eres la persona más fuerte que conozco— Dijo el mientras empezó a subir. —Somos buenos actores— Abrieron las puertas. —Recuerda eso— Salí primero yo, ubicando la puerta, y colocando el código, que ya sabía.

—Toma una ducha caliente, ponte mi ropa, ahora sí que somos de la misma talla— Volteé a verlo y ambos reímos con eso último.

Tomé una ducha caliente y mi estado mejoró muchísimo, el frío de la lluvia no desaparecía a menos que otra agua de diferente temperatura volviera a bañarme.

— ¿Cuál es tu truco para verte tan bien sin maquillaje? — Preguntó al verme salir.

—Se llama frío, un poco de ojeras y una buena distribución de mis rasgos para las sombras— Respondí.

Me terminé de vestir y una vez hecho eso, me senté junto a Eunwoo en su cama.

— ¿Qué piensas hacer ahora? — Cuestionó. —En un mes me voy a transferir a BigHit, aunque ya me di de baja en JYP, TWICE aún tienen un mes de promociones, justo cuando ellas terminen yo empiezo las mías con TXT, así que no la veré hasta más o menos tres o cuatro meses… — Recordé algo importante. —Y en cuanto a dónde me quedaré… Creo que voy a comprar un apartamento de esos dónde viven los ídolos— Insinué.

— ¿Los que quedan cerca de donde vives? — Volvió a cuestionar. —Esos mismos— Aclaré.

— ¿No quieres volver a tu casa, no? — Preguntó dando en el clavo.

Bajé mi cabeza y empecé a rascar un poco mi cabeza. —Tengo muchos recuerdos con ella ahí… — Subí mi vista, luego gire mi cabeza y lo miré. —Simplemente voy a comprar esa casa, voy a dejarla así y voy a comprar el departamento, luego lo amueblaré con todo nuevo, lo único que mandaré a buscar de allí serán los discos de platino y mi computadora… — Volví a mirar el piso. — ¡Ah! Y mi consola— Exclamé al haber olvidado algo así de importante.

180 Grados - Tzuyu & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora