Capítulo ciento veinticinco

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Disfraz


— ¿Tienes pensado algún disfraz para la fiesta de Halloween de JYP? — Miró por el retrovisor mi manager.  —Dije lo de vestirme de chica… ¿Puede que eso sirva? — Pregunté en respuesta. —Puede, aunque te sugiero que te pongas algo más elaborado— Dió vuelta al volante cruzando en una de las tantas calles del recorrido.

—Si siguiera con mi cabello corto y naranja podría disfrazarme de… — Corté en seco el recuerdo. — ¿De quién? — Pronunció ella con incógnita. —De nadie, era algo muy tonto— Evadí.

— ¿Sabés qué? — Se me ocurrió una brillante idea.

— ¿Estás seguro de esto? — Preguntó mi manager, seguido, la estilista también. —Si no estuviera seguro no me habría puesto cera en las piernas, ¿No creen? — Saqué mi sarcasmo máximo. —Mi cabello va a volver a crecer, ya me molesta demasiado así de largo— Le resté importancia, a lo que ambas también.

— ¿También te lo vas a teñir de rubio? — Peinándome dijo la estilista. —No, ya eso sería demasiado, estoy bien pareciendome al maknae de mi grupo— Una vez más, saqué mi sarcasmo.

— ¿Cómo estás de las piernas? — Sarcásticamente preguntó mi manager. —Te voy a permitir únicamente a ti burlarte, solo porque me has salvado la vida— La miré con mucha mala gana.

Pese a todo, ella está feliz conmigo y yo con ella, no trabaja tanto y yo no me siento tan inútil porque me hagan todo.

—Pareces un coco cuando te dejas caer el cabello por debajo de los ojos— Se burló finalmente después de entrar al auto.

—No vas a decir lo mismo en dos días que lo corte como realmente tengo planeado— Contraataque.

Volteé a ver el camino, viendo el centro de Seúl, en resumen, ropas de marca a las que patrocino o patrociné alguna vez.

— ¿Tienes ya el vestuario? — Pregunté recordando ese pequeño detalle. —No estaríamos yendo a JYP si no lo tuviera ya— Confirmó.

—Ten— Me pasó una gorra. —Van a haber muchísimos paparazzis, todo el mundo sabe que vas a venir— Ahí empezó mi dolor de cabeza.

Minutos más tarde, un dolor leve de estómago después, estábamos frente a la compañía. Se acercaron un par de agentes de seguridad que estaban en la puerta, abrí mi puerta, ellos hicieron de paredes hacia las olas de gente que se me abalanzó.

Pasamos después de quizá minuto y medio, todo ese tiempo para solo diez metros.

—Bienvenido de regreso— Sonrió felizmente la recepcionista. Le devolví el saludo y sonrisa y pasé de largo hacia dónde me iba indicando mi manager.

—Primero vayamos a cambiarte y luego unos retoques en tu cabello para parecerte aún más— Y tal cual dijo, así fué.

—Nunca pensé que me podría parecer tantísimo— Dije viéndome al espejo. —Pesas casi lo mismo que ella en estos momentos, quizá eso ayude— Opinó la estilista de la compañía. — ¿Tan poco? — Pregunté incrédulo. —Estas muy por debajo de lo que deberías, pero así resalta más tu figura femenina— Aclaró. — ¿Eso fué un halago? — Pregunté sin entender bien.

—Tomalo más cómo un halago, ni los asiáticos la tienen tan fácil para tener un cuerpo femenino, créeme, yo vestí y maquillé a GOT7 en aquel concierto— Me puso la mano en el hombro y miró conmigo al espejo. —Ademas, te sentaron muy bien esas cirugías para lograr este resultado— Sin haberlo revelado, lo percibió de lleno.

La miré sorprendido. —Realmente no las necesitabas, pero es un plus ahora que las tienes, oficialmente eres un idol, un chico guapo y agrégale también una chica linda— Entró en confianza.

Y así es como mi seguridad sobre los pequeños cambios en mi hizo un sube y baja gracias a sus palabras.

— ¿Estás listo? — Entró mi manager momentáneamente. —Yo diría que sí— Me miré y efectivamente estaba completo todo. — ¡Espera! — Me detuvo la estilista. Corrió a buscar algo en la mesa con sus instrumentos y cosas. —Como nunca te perforaste, tuve que encontrar aretes de imanes y de los que usó ella— Los puso, doliendome un poco por la fuerza.

Salimos luego de eso, en dirección al salón de baile grande. — ¿Comunicaste qué vendría así? —Pregunté sin estar claro si lo había hecho. —Si, no les agradó mucho la idea a ellos, pero después de preguntarle a unos cuantos fans de ambos, dijeron que estaría bien, así que me dieron luz verde— Paramos frente a la puerta. —Pasa, yo voy a arreglar unas cosas de tus próximos proyectos— Me colocó sus manos en mis hombros. —Suerte… y no pienses mucho en Tzuyu— Quitó sus manos y se fué.

Por un momento sentí la presencia de mi madre en ella, pero coreana. Me dio un escalofrío, me sacudí, volteé y abrí la puerta.

—Hola— Pronuncié con poco volumen, pero al notarme medio pasar algunos empezaron a gritar correr hacia mi, el más bullicioso fué Jackson.

— ¡No me apreten! — Grité cuando los abrazos empezaban a dolerme. —Siento que me voy a morir cada que me abrazan así— Dije después de respirar un poco.

—Un momento… ¿Por qué eres JeongYeon? — Preguntó Jackson una vez analizada mi vestimenta. —De ella me disfracé— Alcé mis hombros sonriendo.

De un momento a otro sentí como los chicos de GOT7 empezaron a rodearme analizandome. —Yo te doy un ocho— Opinó Yugyeom. —Yo un siete y medio— Siguió Youngjae. —Me gustan más con pechos— Agregó. Me miré y efectivamente no me había puesto nada allí. —Yo te doy un nueve— Todos miramos a Bambam. — ¿Qué? — Dijo. —Es lindo, ¿Qué quieren que diga? — Se defendió. —Al terminar esto, ¿Me das tu número? — Bromeó, a lo que todos los de la conversación lo golpeamos levemente, incluido yo.

Caminos otro poco hacia los otros grupos, quienes me vieron mejor, ya que me taparon los demás.

Instantáneamente JeongYeon se levantó. —Alto— Alzó su mano. Me quedé quieto.

Ella me rodeó dos veces. —Te pareces a mí, felicidades— Alzó su pulgar en señal de felicitaciones, aunque de reojo no dejé de ver a Tzuyu sentada.

Me senté entre Itzy y Stray Kids. —Mi amigo dice que si le puedes dar tu número— Me susurró Chan, señalando a Felix. —Claro— Respondí con mi voz más gruesa y profunda que podía hacer sin sonar como un demonio. —Disculpa— Agudicé mi voz tanto que sí que parecía de mujer.

Todos empezamos a reír fuertemente.

Al terminar de reírme por un intenso dolor de estómago, el cual incluso me hizo doblarme y pegar mi cabeza al piso, en pleno sufrimiento miré como Tzuyu estaba alegre hablando con Jihyo.

Solo logré pensar… entre medio de ese intenso dolor… ¿Cómo sería capaz de grabarme esa escena? esa sonrisa…

180 Grados - Tzuyu & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora