Capítulo ciento veintinueve

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Quiebre

—Eres más lindo así— Sentí como su cuerpo desnudo cayó sobre mi pecho que aún tenía un abrigo.

—Por favor… no le digas de esto a nadie— Dije sin ánimos ni emociones. Solo recibí silencio por su parte.

Aunque aún así me abrazó aún más haciendo todo más complicado. En ese momento sentí como una rosa, siendo tan delicada y enormemente hermosa podía amarrarme y hacerme desangrar con sus espinas.

Antes de que pudiera recordarlo, terminé durmiendo, encontrando la mañana siguiente un desayuno en la mesa cercana al mueble donde dormí y nada más, ni nadie tampoco.

Terminé de vestirme y dejé la comida allí.

Caminé un poco hacia el ventanal, siendo una vista hacia la ciudad de una nube de polvos finos.

Solo me quedé viendo allí, a la lejanía quizá por unos minutos.

—Ey— me jalaron bruscamente. — ¿No has comido? — Era mi manager. —Ah, hola— Hice una pequeña reverencia de protocolo.

— ¿Cuánto llevas sentado aquí? — Preguntó. — ¿Sentado? — Miré el piso y si que estaba sentado. Luego volví a mirar el ventanal y ya el sol se había ocultado.

—No lo sé… — Simplemente dije.

Me levantó de allí y me sentó en la mesa. Cuando me di cuenta estaba terminando de comer, olvidando siquiera que era lo que había tenido frente a mi.

Unos pasos más, y terminé en mi cama, caminando la iluminación del ambiente. Solo eso me indicó que un día había pasado.

Por cierto efecto inercia terminé dibujando en papeles lo que tenía en mente.

Parecía impresora, haciendo cosas muy rápido, algunas sin sentido, otras con un poco.

Simplemente todo perdió sentido. Todo perdió el color. Terminé de dejar de ser yo.

Al verme en un espejo e intentar recordar al chico de dieciocho que empezó a trabajar de vez en cuando con ASTRO y el que ahora gana dinero solo por seguir respirando… nada era igual, pensaba que mi pico era hacia arriba.

¿Qué había logrado?

¿Por qué luchaba?

¿Por qué tenía todo y no podía dejar de sentirme enteramente vacío?




180 Grados - Tzuyu & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora