Trabajos—Este… ¿Una orden de pollo picante y una Coca-Cola? — Pregunté a un grupo que se me hacía el que pidió esa orden, a lo que negaron.
—Desde el punto de vista de un cliente muy bonito pedir incluso en el parque… pero desde el repartidor novato es un asco— Dije en español y seguí buscando, hasta que cinco minutos después un grupo parecido me llamó haciendo señales.
—Bien, ¿Pollo picante y Coca-Cola? — Volví a preguntar, asintiendo ellos, luego les ofrecí el aparato de ventas, colocaron una tarjeta, y después de ver el tiquete con el pago efectuado les di su orden.
Volví a toda velocidad al restaurante, teniendo dos órdenes cercanas una de otra, y me puse en marcha, luego de unos diez minutos pedaleando, paré en un semáforo rojo, miré hacia mi derecha, viendo un cartel de TWICE. —Algún dia… — Luego volví a ver hacia adelante, cambiando el tono a verde y volviendo a mi camino, entregando ambas órdenes.
Y así por unas cuantas horas, siendo un día pesado pero ganando buen dinero.
Al final del día regresé caminando y empujando la bicicleta. Dirigí mi vista a ella.
— ¿No podrían ser ochenta mil wons? — Le pregunté al dueño. —Vamos… sabes que vale los cien mil, además… te ves como si tuvieras mucho dinero— Argumentó él.
En ese momento saqué los ochenta mil, se los di, luego empecé a sacar todo lo que tenía en los bolsillos, siendo nada más que mi celular roto por haberse caído y muchas pelusas. —De hecho esos ochenta son todo lo que tengo después de pagar mi habitación, no se que comeré hoy si me la llevo a casa— Le dije. — ¿Para qué la quieres tanto? — Preguntó incrédulo. —Sabes, soy extranjero, no puedo aspirar a una motocicleta, así que una bicicleta para trabajar de repartidor mientras estaría bien— Agoté allí casi todo mi conocimiento del coreano.
Acepto y me dió la ansiada bicicleta, el problema es que fuí sincero y no sabía que comería esa noche, pero era lo de menos, aguantar el hambre por una noche no es algo demasiado nuevo para mi.
—Vaya, fuiste una ganga y dos meses después me has generado lo suficiente para casi mudarme— Le dije en español a mi compañera.
Aparqué la bicicleta debajo con un candado y subí a mi habitación, cociné un ramen instantáneo y me preparé para el día próximo.
En el cual me dispuse a buscar nuevo hogar, encontrando un lugar peculiar cerca del centro.
—Se que está en ruinas y muy mal, pero por eso el precio… si lo vas renovando poco a poco, puedo incluso ir haciéndote descuentos y te rebajaré el precio si quieres comprar la casa— Dijo la señora de edad avanzada, mostrándome un sitio con incluso tablas caídas del techo y mucho, pero mucho polvo, tierra y telarañas.
—Acepto— Dije sin más, ya que no estaba pidiendo depósito de diez mil dólares como todos los demás, supuse que quería que usara el depósito para mejorar la casa yo mismo.
De todos modos, lo único de valor que podría cubrir un depósito sería un hueco en una pared.
Caminé un poco, rompiendo una tabla del piso y quedando mi pie atrapado por un momento, me apoye en una pared con un poco de ayuda de la señora logré salir. —Eso no te lo voy a cobrar— Intentó ser graciosa, y me reí efectivamente. Luego caminamos otro poco y vi efectivamente un hueco en una pared, luego miré a la señora. —Eso pasó cuando mi hijo estaba jugando con un bate— Aclaró.
Intenté encender las luces de las habitaciones para ver dentro pero no funcionaban. —Las luces están cortadas, los cables se dañaron hace un tiempo— Volvió a aclarar.
Proseguimos con la cocina, que por suerte si tenía conexión de gas.
Al regresarme solo podía pensar "en que me metí…"
Y así el día siguiente me había mudado, o bueno, más o menos, ya que tenía que limpiar lo suficiente para como siquiera ser habitable, y así pasé, solo tres horas lavando el piso, dos más limpiando rincones, encontrando más alimañas de las que quisiera recordar, cuando siquiera estaba limpio todo, incluidas paredes, me fuí a una ferretería, donde compré herramientas, pintura y cosas para reparar cosas, ya una vez de regreso con el repartidor me ayudó a bajar todo, e incluso me ayudó con el cableado, ya que si lo hacía yo probablemente moriría electrocutado o quemaría los simientos de la casa.
Pasé todo un día desde la mañana hasta la noche en remodelación, a lo que por culpa de la pintura tuve que pasar la noche en un hotel.
Un mes después ya tenía al menos una cama en condiciones, un sofá de segunda mano y había insonorizado un estudio pequeño, además de haber comprado monitores de estudio para ello, mejorando mi calidad en mucho, y variando entre un trabajo y otro, económicamente fuí floreciendo.
Ya por lo menos tenía el nivel de coreano de un niño de nueve, según libros de niños.
Por lo que apliqué como productor para una compañía al otro lado de la ciudad… Fantagio Entertainment.
Siendo aceptado una semana después como productor suplementario con contrato.
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180 Grados - Tzuyu & Tú.
FanficFuturo incierto. Amor casi imposible. ¿Que podría salir mal?