Capítulo ciento ocho.

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Primeras amistades


—Chicos, hoy trabajarán con él— Me señaló el directivo que me presentaba ante mis co trabajadores. —Mucho gusto, espero que podamos trabajar mucho… — Terminé de hacer mi reverencia. —Y sobre todo hagamos muchos éxitos— Alcé ambos pulgares haciendo sonreír y reír a más de uno.

—Como verán… es joven, de hecho más que todos aquí presentes— Sorprendió a todos seguido. —Pero lleva mucho en el trabajo, sabe lo que hace, por lo que le dimos una oportunidad con este mini album, si todo sale bien, lo llamaremos más seguido— Colocó su mano en mi hombro. —Sin más, los dejo trabajar… — Empezó a retirarse del estudio. —Ah, y aunque no lo parezca, no es coreano, así que tenganle paciencia cuando hablen— Dijo dándose la espalda cuando estaba por salir.

— ¿No eres coreano? — Preguntó el más alto. Negué con la cabeza. — ¿Qué edad tienes? — Preguntó el más apuesto de todos. —Apenas soy legal— Respondí, a lo que todos se sorprendieron aún más.

—Nuestro último productor tenía cuarenta y dos años… — Dijo uno de los chicos a otro en bajo volumen.

—Bien, empecemos, necesito que todos canten un fragmento de una canción que les daré para acostumbrarme a sus voces y dividir partes, yo seré su productor y compositor hoy, por suerte me pasaron las letras— Tomé la hoja que tenía en el tablero y la enseñé. —Pero aunque he escuchado algunas de sus canciones antes de venir, no se hasta que tanto dan todas— Alcé mis hombros.

Coloqué la canción de prueba que tenía, siendo una donde empezaba por bajos, luego medios y subía a altos rápidamente.

Uno por eso empezó a cantarla sin rechistar y así fué como dividí rápidamente el trabajo. —Tú, entra, tu voz es más media— Señalé al más alto y así fué como entró y grabó su parte. —Ahora tú— Señalé al apuesto.

Grabó lo suyo, saliendo luego, señalé al siguiente e hice un ademán para que entrara, cosa que hizo. Era por lo visto el menor del grupo pero aún así su voz era de las más medias tirando a graves.

— ¿Quiénes son los raperos? — Pregunté cuando llegó la parte rápida. Dos alzaron sus manos, me levanté, tomé la hoja del rap, y entre los tres nos pusimos a discutir sobre cómo estaría estructurado el rap, quedando en un juego de trecillos.

Luego entraron al cubículo y empezaron a grabar con lo que discutimos.

Siendo rápido, dos únicas tomas cada uno.

— ¿Tú eres el que más rango vocal tiene, no? — Le pregunté a un chico más o menos pequeño. A lo que asintió.

—Bien, tenía pensado que solo hicieras una nota media sostenida sin que te esfuerces— Me puse a pensar un momento. —Más o menos así— Empecé a recitar lo que vendría antes de la nota alta y luego la hice yo —Justo así tenía pensado— Lo miré, pero el me miró a mí sorprendido, luego volteé a ver a todos, estando igual. — ¿Dije algo mal? — Pregunté, pensando que me habría confundido de palabras.

—No… es solo que es sorprendente que puedas cantar así de bien, e incluso ayudar a los raperos— Expresó el chico con cara de escultura. —Cierto, nuestro anterior productor solo estaba aquí para grabar nuestras voces, nosotros mismos teníamos que hacer todo de detrás, el ya lo está haciendo por nosotros— Me señaló el rapero más pequeño.

— ¿Estudiaste canto o algo? — Preguntó una vez más el alto. —Antes de venir a Corea, era el protagonista y estrella de una ópera en mi capital, detrás de eso practicaba rap para esto— Señalé el estudio. —Y estudié mucho instrumentos y composición— Añadí para terminar.

Todos hicieron un "wow" Al unísono.

A lo que me pidieron que cantara ópera, y eso hice, levantándome y cantando medio minuto de ópera de hombre y medio de una de mujer, con esa último dejando a todos aún más atónitos.

— ¿No creen qué…? — Insinuó el alto. A lo que todos asintieron, no me dijeron nada y luego se pusieron a trabajar una vez más, cuando se terminó la grabación de voces, empecé a editar todo cual velocidad del rayo, mientras todos me veían desde la espalda intentando adivinar que hacía.

—Listo, ya está la canción— La coloqué y se empezó a reproducir.

Tres minutos y dieciséis segundos después me volteé y pedí opiniones, a lo que todos empezaron a aplaudir.

Guardé el proyecto y me preparé para ir a casa, pero casi antes de salir de la zona de oficinas del edificio, el Adonis me tomó del brazo y empezó a arrastrarme, estando en unos momentos en el salón de baile con todos allí dentro.

—Desde hoy nosotros te entrenaremos, y tú nos producirás, ¿Estás bien con eso? — Dijo el alto.

—Soy MoonBin si te lo preguntas— Aclaró su nombre.

—Yo SanHa— Alzó la mano el joven.

—Yo soy EunWoo— Hizo una reverencia.

—Llamame MJ— Dijo el de mayor rango vocal.

—A mi Rocky— Alzó la mano el más pequeño en estatura.

—Jinjin aquí— Alzó la mano el último.

— ¿Por qué me quieren entrenar? — Pregunté después. —Nos dijeron que aplicaste para ser idol, pero no pasaste, a nuestros ojos, te mereces más, con el día de hoy bastó para ver lo emocionado y profesional que ya eres— Respondió EunWoo.

—Basta de cursilería, por lo visto lo único que te falta es aprender a bailar, modales coreanos y vestirte mejor— Expresó MoonBin.

Dos dieron pasos adelante.

EunWoo y Rocky.

—Yo soy el encargado de tu vestimenta y modales— Espetó EunWoo con más autoridad. —Y yo te voy a enseñar a bailar y que puedas crear coreografías— Dijo seguido Rocky.

180 Grados - Tzuyu & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora