180 Grados - Tzuyu & Tú.

Capítulo veinte.

Nuevo mundo

Desperté sumamente relajado, pese a grandísimo ridículo que había hecho en un programa televisado y visto a nivel nacional, cosas de todos los días, así que simplemente fuí a hacerme el desayuno, no sin antes toparme con algunos de la segunda tanda, los que top diez en adelante y que bromearan amablemente conmigo sobre aquello.

Cabe destacar que soy el tercer mayor por lo que la gran mayoría me tiene respeto por defecto, si alguno hubiera sido mayor, probablemente si hubiera sido burla ofensiva.

Ya desayunando como tal, hice lo de siempre, revisar comentarios.

«¿Cómo es que alguien puede ser así de tierno y serio a la vez?»

«Llegué aquí solo porque una amiga me dijo de un chico lindo con buena voz, y terminé viendo a la cosa más tierna posible»

«¿Es gay?»

Ese último se repitió muchísimo.

«Se lleva demasiado bien con las otras chicas para ser gay…»

Luego de un rato me di cuenta que habían tres tipos de comentarios únicamente, con las excepciones puntuales de gente tirando su respectivo odio.

Unos eran eso, preguntándose si era gay, otros debatiendo eso mismo en base a mí interacción con las chicas, y los últimos debatiendo entre si era, lindo, sexy o tierno y que me quedaba mejor.

El evento del día en curso era algo más interesante, un fan sing, si, y se vendió muy rápido.

La productora se lavó las manos con nosotros. Al menos no estaban haciendo nada igual… supongo.

Al llegar al lugar del evento fué tal cual una experiencia con Astro, cosa que ya conocía, me había colado algunas veces a sus eventos y premios solo para entender un poco más de todo al rededor a ellos, punto positivo para tener guías de qué hacer sin haber tenido entrenamiento en comportamiento.

Pasamos por detrás, nos acomodamos y mientras iban pasando tandas y tandas de chicos y chicas, aunque eran mayormente chicas.

Obviamente estaban grabando para un episodio relleno más, el ser aleatorio no quita el poder darle uso además de más ganancia monetaria.

Me colocaron en el centro, por lo que duré un rato solo, además de aburrido. Por lo menos sirvió el posar para cámaras de forma graciosa y hablar con las personas sentadas.

Usualmente soy mucho más tranquilo y callado, pero eso no gusta, hay que vender, en el mundo de la música es gustar o gustar.

Luego de un buen rato llegó la primera chica a mí pedacito de mesa.

— ¡Hola! — dije para iniciar. Respondió lo mismo, pero más lento y con vergüenza. Intenté iniciar una conversación, pero no sirvió de tanto. Pero de pronto dijo algo que si, era verídico y había olvidado. —Ya que no tienes ningún álbum o canción publicada, ¿Esta foto serviría? — dijo en alusión a mí falta de contenido y un autógrafo.

Y así transcurrió el día, era entretenido, pero las personas en general eran muy tímidas y costaba hablar más que lo típico y el autógrafo.