Capítulo ciento cincuenta y nueve

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Sueño lúcido

Me levanté de golpe, viendo cómo mis cortinas estaban empañadas de luz solar.

— ¿Eso fué un sueño? — Me pregunté a mi mismo, estando sudado incluso, en pleno invierno. O bueno, finales de.

Tomé mi celular, revisando la hora, conversaciones y fotos, ya que había tomado algunas después de la pseudo aparente limpieza.

Y nada, solo estaba lo mismo de siempre, nada nuevo.

—Justo tenía que cantar esa canción de los sueños lúcidos para que me pasase uno tan fuerte— Me senté, masajeando mis ojos decido al aún sueño.

Miré hacia hacía la izquierda, viendo mi mesita de noche, estando una bebida energizante vacía allí. —Debería de dejar de tomar esas también— Me levanté finalmente, prosiguiendo con mi rutina.

Fijé mi vista en la ciudad desde mi ventanal, pero solo era gris y apagada a esas horas, como era normal.

Mi celular empezó a vibrar en la mesa, mostrando el nombre de EunWoo.

— ¿Si? — Pregunté, aún hundido en mis pensamientos. — ¡Hola hola! — Saludó incluso más feliz que siempre. — ¿Tienes libre dentro de unas cuantas horas? — Preguntó. —Tengo libre todo el día realmente— Quité la vista de la ciudad por fin. —Entonces paso a buscarte, ¿En media hora? — Propuso. —Si, claro, creo que ya sabes la clave de mi departamento por si quieres subir antes— Acepté.

Se despidió y yo empecé a darme prisa por arreglarme.

Por suerte, tenía el cabello tan corto para no plancharlo realmente, solo la parte de delante y un poco de detrás.

Escuché como alguien abrió mi puerta, y esta vez estaba más que seguro que solo era o EunWoo o mi manager, nadie más sabía la contraseña, que era diferente a la de mi otra casa.

—Vamos— Dijo EunWoo sin siquiera entrar. Me levanté y me puse a su ritmo. — ¿Por qué tanta prisa? — Pregunté mientras tomábamos el elevador.

—Estoy un poco ocupado, pero no todo el rato, así que por eso te llamé— Presionó el botón para bajar.

—Por fin vas a actuar en un papel— Sonrió. — ¿Me recomendaste? — Sonreí de igual manera. —Te sorprendería que no, te tomaron en cuenta por tu apariencia y tus últimas presentaciones— Me di un pequeño golpe en el pecho. —Tus últimas presentaciones y las de ópera dramática fueron las que te hicieron postular— Se abrieron las puertas, saliendo ambos. —Aunque en la reunión de los productores y eso, dijeron que eras básicamente un yo, pero versión más varonil e intimidante, así es tu personaje— Justo nos esperaba el manager de él.

Lo saludé recién nos subimos.

—Justo quería preguntarte eso, como era mi personaje para empezar a arreglarme y estudiar— Me coloqué el cinturón. —Basicamente montas en moto y eres un chico rudo con un lado lindo aparte que casi nunca se muestra— Hizo lo mismo, poniendo en marcha el auto el manager habiendo hecho eso.

—Solo vas a tener que quedarte en ese peso, dejarte crecer el cabello detrás y hacerte perforaciones en las orejas— Me dió básicamente la fórmula.

— ¿Cuándo empieza el rodaje? — Pregunté, ya que eso no estaba en mi guión barra introducción. —Mas o menos, en marzo, quizá en finales de ese mes, por lo que tienes tiempo para tu cabello— Miró rápidamente su celular en búsqueda de eso.

—Me da tiempo entonces para recuperarme casi enteramente, por si necesitan que corra o algo— Miré mi estómago.

Una media hora hablando emocionados del tema, llegamos a una productora donde mi protagonista tendría que grabar un programa de variedades.

Aunque por estar yo allí sin hacer nada, me metieron en el plato colmo invitado "sorpresa"

La cosa es que era de esos programas dónde las conductoras, femeninas y mayores que nosotros, juegan mucho.

En un momento no muy alejado del inicio, nos preguntaron a ambos que si habíamos visto contenido para mayores de edad, a lo que ambos nos miramos y empezamos a reír nerviosamente.

—Lo vinos una vez juntos por error— Dije yo volviendo a aquella anécdota.

— ¿Cómo podría pasar eso? — Preguntó la dueña del programa. —Somos prácticamente mejores amigos desde hace unos años… una vez fuí a su departamento y queríamos ver una película, pero no estaba disponible en ninguna plataforma de streaming, así que la busqué, pero resultó que me equivoqué y era contenido para mayores— Di la explicación.

Todo mundo empezó a reír a carcajadas mientras.

— ¿Cómo es la vida del cantante más conocido y rico del mundo? —  Me preguntaron directamente a mi, aunque tarde dos segundos en captar la pregunta.

— ¿Creerían que vivo con menos de cien dólares al mes? — Pregunté, dejando atónitos a todos. —Ni de broma, debes de gastar al menos cien mil al mes.

—Es cierto, de hecho, Kanye West se gastó casi doce millones en crear un álbum, y yo para crear uno con la misma cantidad de canciones solo necesité una pizza y una noche, y es el más vendido en la historia— Revelé.

— ¿Cuánto es eso traducido? — Preguntaron varios. —Bueno, la pizza venía con descuento, además de llevar gaseosa, eran unos veinticinco dólares, y he generado hasta donde se veinte millones, creo— Calculé muy cerca, pero sin saber exactamente ni yo.



180 Grados - Tzuyu & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora