Un extra que ya había subido a La Trinidad, pero aprovecho a dejarlo por aquí :)
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—¡No puede enjaularme en estas paredes! Creí que eso era parte del pasado —gruño doblándome inmediatamente por el dolor en mi vientre.
Mis hijos parecen defender a su padre desde que perciben mi malestar, me patean tan fuerte que termino doblada. Hannah se mueve posicionándose a mi espalda mientras permanezco encorvada por unos segundos. Sobo mi vientre abultado, la piel se siente dura cuando me dan estos retorcijones. Abro la boca respirando despacio.
—Eso es —anima Hannah sobándome la espalda—. Vamos a sentarte mujer.
Logan alza la cabeza dejando su juego de piezas cuando ocupo el asiento a su lado, el sudor esta en mi frente y solo ha sido un par de matadas. Odio que mi vientre no sea mas grande, no les da el lugar necesario para vivir. Mis pobres mellizos seguro están incomodos.
—Emilie —susurra Savannah angustiada, se está pasando unas semanas con nosotros, le gusta venir a visitar a Emma—. Llamare a Dominic...
Aunque no son amigos y existe aun miedo en Savannah hacia Don, al menos tienen tolerancia uno al lado de otro.
—¿Por qué van a Llamarme? —cuestiona mi esposo entrando a la sala. Su porte recto y con esa seguridad de siempre, dominando el espacio a su favor.
—Umm estaremos en el comedor —revira Hannah alzando a su hijo, San hace lo mismo con mi pequeña igual la cual coloreaba sus anotaciones.
Mi esposo se hace a un lado dejando a las dos mujeres salir despavoridas. Ellas son mi única señal de cordura dentro de los pasados meses. Mi vientre creció, no es abultado y gigante, pero si visible. No puedo salir a la calle y correr el riesgo de ser fotografiada por la prensa, ya están volviéndose locos con dos meses que me he mantenido alejada.
Es Don quien se encarga de filtrar una que otra imagen vieja –de las que fueron tomadas antes de tener el vientre grande– dos meses atrás nos escapamos a Colorado donde queríamos pasar tiempo juntos y en familia. Las cosas iban bien hasta que Emma quería jugar en la nieve, allí un reportero de farándula nos interceptó.
Estaba sola con Emma, Nicklaus y dos chicos de seguridad mientras Don descansaba. El resultado terminado en titulares de revistas donde alegaban que Emma era nuestra hija "razón de nuestro casamiento repentino" también salí como la mujer "devoradora de fortunas" otra señalo que había amarado al empresario más solicitado "Buena estrategia" alababan.
Y el problema principal no fueron dichos titulares, ni tampoco mi rostro sino el de nuestra hija, desde ese día ella empezó a figurar como una Cavalli y eso en la mafia es tanto una bendición como una condena. Tiene miles de hombres que la protegerían de todo, y de igual manera otros miles más que buscarían la manera de tomarla para dañar a su padre.
Mi esposo se arrodilla frente a mí, intenta tocar mi vientre sin embargo le pego un manotazo. No sé molesta, aunque debería porque estoy siendo odiosa. De algún modo el trata de entender mis constantes cambios de humor.
—No me toques —siseo girando mi rostro.
—En el manual de derechos dice que: Puedo tocar a mis hijos en el vientre de su madre incluso si esta esta disgustada conmigo.
—Ese manual es absurdo, pero claro lo hiciste a tu ventaja —recriminó. Creo un "manual de conducta para Emilie" mientras estoy en gestación, básicamente no importa si estoy molesta nuestros hijos no y por ello tiene derecho a tocarlos. Giro mis ojos cuando empieza alzar mi vestido. Otro dato del manual, debe ser contacto piel con piel.
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EL CAPO
ActionDominic Cavalli, un hombre sin escrúpulos, de palabras intensas. Es cruel, oscuro e impredecible. Viste de traje como un filántropo, y es tan intenso como un dios. Fingiendo ser perfecto ante el mundo.Sus manos están manchadas de sangre y llenas de...