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POV Jennie
No sabría exactamente qué pensar. Me encuentro en un agujero, algo profundo. Hyuk vino a tocar la puerta las 4 de la mañana, ebrio y violento, exigiendo una paga por esos dos meses de atraso. Mis manos manchadas de sangre se vienen a mi cabeza, aún no puedo aceptarlo.

Kuma ladró y fue pateado por Hyuk, Tony vino a salvarme. Aquel hombre me tomó del cuello, rompiendo mis cosas, sacándolas de su lugar y gritándome miles de insultos que me dan igual, Tony...

—¿Es su vecino? — afirmo temblando pero lo hice— ¿Sabe exactamente cuántos años tiene?

—No lo sé, siempre le calculé unos ochenta años.

—Ese hombre, el agresor, ¿qué relación tiene con el? — me quedé muda, mi cerebro no es capaz de asimilar bien lo que paso.

—Es... es el que renta los departamentos.

—Y el hombre, su vecino, ¿que otra relación tiene con el?

—Es mi amigo.

—Bien señorita, vendremos con usted por cualquier cosa. El va estar bien... — palmeó mi hombro, sin duda el no sabía como calmar a alguien que vio a su vecino inconsciente y sangrando. Por su culpa.

La ambulancia se fue, toda la gente me miraba. Era obvio, estaba manchada de sangre, tal vez creían que yo lo había herido. Pero la última cosa que haría, era herir a Tony.

Por defenderme, Hyuk lo lanzo hacia el piso y se golpeo en la cabeza contra este, en un instante Tony estaba rodeado de una gran mancha de sangre y aturdida fui verlo.

Hyuk aún gritaba, que era mi culpa, mi culpa que Tony muriera, mi culpa que el estuviera así. Después deje de oír, veía a Tony inconsciente y respirar lento, lloraba por que lo perdería. Lloraba por que era mi culpa, él no debía meterse. Otro vecino llamó a la ambulancia, bastó con solo 15 minutos para que llegara y se llevara a Tony. Hyuk se fue una vez se dio cuenta de lo que realmente pasaba, su estado de ebriedad se esfumó. Era otra persona.

Ahora, yendo directo a la escuela no puedo dejar de pensarlo. Tony estará bien, Tony es fuerte. Tony no me dejara sola.

—¿No bajas? — el chofer que estaba ahí me miró, ¿tendría que bajar? Me di cuenta, y mi escuela se veía a lo lejos. Soy tan tonta.

—Gracias.

Bajo por fin, no tengo cabeza para nada. Cada vez que cierro los ojos veo su rostro adormecido, casi pálido. Sentía aún la sensación de su sangre en mis manos. Veía aún como el agua se deshacía de esta.

El transcurso del día hubiera pasado normal, creo que hubiese sido perfecto de no ser por lo que paso.

No fui a comer, no tenía hambre. Lo que tenía eran nauseas y un dolor profundo en la cabeza. Fui a la biblioteca para distraerme en los juegos pero la jaqueca no me dejo en paz, le quise ayudar pero casi me desmayo en media biblioteca.

Regresé a clases y el profundo sueño no me dejaba abrir los ojos, por fin, había llegado la hora de irse. Tendré que ir con el profesor Lee, fuera de su oficina había unas dos personas. Supongo que tendré que esperar, fuera estaba la chica con la que choqué ayer y me lanzó una mirada rara.

—¿La fila? — dije sin recibir atención de las dos, asentí y salí de ahí— ¿Que mierda pasa?

Me senté fuera, la baldosa fría me dejo una sensación placentera, el calor aún es fuerte y es demasiado difícil para mi conseguir un aire acondicionado, por eso cada mañana despierto escurriendo sudor. Esperé unos 10 minutos, si tarda más tendré que irme, voy a llegar tarde al trabajo y no podría poner otra excusa, la gasté ayer. Me arrepiento tanto de haber entregado el trabajo, me hubiera quedado así y mejor rendir la materia con un examen. Saco mi libreta y me dispuse a escribir una nota, se la entregaría al profesor para explicar mi situación.

BULLIE - CHAENNIE G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora