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— Volvamos, no terminaste — La castaña buscaba el cuerpo de Chaeyoung, quien estaba atada a mi con fuerza.

Tratar de no gritar para que Suzy se fuera, es una fuerte fuerza de voluntad clavada en mi cuerpo. Las cosas no estaban bien, y verla destrozada, me destrozaba a mi también.

— Yo me encargo— Hablé.

Distraída por la respiración de Rosé en mi cuello, el portazo de Suzy me dio fuerzas para salir de ella. Añore por unos segundos que todo fuese diferente, que todo lo que pasó en el pasado desapareciera.

— Tu... ¿lo hiciste con ella?

— No...

— ¿No? Pero si ella salió casi desnuda y tú- — No pude hablar. Otra vez, las cosas sucedían como no quería.

Y la verdad, me mentía a mi misma. La confusión y el sabor de su agrio beso me dejaba en las nubes, ¿qué es lo que en verdad siento? Por Irene, por Rosé...

¿Qué es lo que pasa?

— ¡No hagas eso otra vez! No después de qué la hayas besado.

— No sentí nada, estaba tratando de...

— No necesito que me expliques, no me interesa.

—... acabar con todo esto, para que mi papá no me molestara cuando lleguemos a casa...

— ¡No me interesa!

—... y no perjudique a Lisa, por favor-

— ¡Basta! —Necesitaba esa explicación, pero mi mente se rehusó a escuchar sus palabras— No me interesan tus explicaciones. No soy tu novia, mucho menos tu amiga...

— Jennie...

— No me beses de nuevo, — Caminé hacia la puerta, siendo incapaz de verla— me da asco.

Me encantaba. Pero permitir que Chaeyoung entrara a mi vida de otra forma, parecía estúpido.

.

Es una gran fiesta, muy buena. La pista estaba llena y en realidad, no sabía quién era el festejado. Sinceramente, no me importaba teniendo a la estúpida esa encima de Rosé, si no sintió absolutamente nada, ¿por qué dejaba que la tocara a su antojo?

Su vista perdida en cualquier punto me dejó desconcertada, pero no me importa mucho.

Mi madre me veía a lo lejos, al parecer se aseguraba de que todo estuviera en su lugar. Desconocí el por qué el señor Kim quería hablar con ella, supongo que más tarde hablaríamos.

Irene conversaba con Seulgi y en algunos momentos me unía a ellas, su amistad en mi mente se distorsionaba por las palabras de la maldita rubia y me enfadaba. Cuando más necesitaba ignorar el hecho de que ella vivía, más se cruzaba en mi camino.

El señor ese parecía feliz de que su hija estuviera siendo comida por una chica que apenas conocía, sin duda padre e hija eran igual de bastardos.

El odio no cabe más en mi cuerpo, necesito algo para poder distraerme.

—Es una velada dura— Dijo Irene. Lo mirada penetrante de Chaeyoung se clavó en la mía, me reí del comentario de Irene aunque este no de gracia en lo absoluto — ¿Todo bien, Jennie?

— ¿Eh? Si, si. Todo bien— Reí otra vez, tal vez debería aprovechar el momento— Mjm, ¿tienes algún compromiso mañana antes del trabajo?

— Mmm, déjame ver...

— Si lo tienes, esta bien. No te preocupes.

— ¿No tienes que estar con tu madre en casa?

— Saldrá con una amiga para estar al tanto. Se irá este lunes y quiere aprovechar la tarde.

BULLIE - CHAENNIE G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora