- 15 -

1.7K 162 5
                                    

Aceptó disculparse, así como aguantaba yo que maltratase a todo aquel que pase por su lado. No podía hacer nada, más que ayudarlos después. Parecía una especie de madre, protegiendo a Chaeyoung de los rumores. Aunque estaba bien sabido que era una matona, su actitud se volvió seca y mucho más cortante, sinceramente, las cosas no habían mejorado.

No esperaba más, me rehusé a esperar algo de Rosé específicamente. Si, Rosé, Roseanne y lo que sea, me manipuló tanto que hasta en mis pensamientos me resigne a hablarle por ese nombre extraño que no comprendía de donde venía. Park Chaeyoung.

Desde ese dia, me limité a hacer todas y cada unas de las cosas que me demandaba, llegamos a un acuerdo bastante inofensivo según mi yo de hace dos meses. Pero todo lo que hace, me parece una tremenda mierda. Me deja cansada, física como mentalmente. Se empeña en hacerme la vida de cuadritos.

Prometió hablar con su padre acerca de Lia, por sorpresa el señor Kim le dio dos años de beca completa. Fue realmente emocionante ver la sonrisa de Lia, me lleno de emoción así como me dejo por los suelos, me cuestionó durante días como lo había conseguido pero decirle que a consecuencia de aquello tendría que obedecer a esa idiota era muy rústico para lo que creo que ella merecía saber.

"Ella tuvo un mal día, como era esperarse. Así que no te preocupes, seguirás estudiando..."— mentirle de una forma como esa me enfermaba, ¿Rosé teniendo un mal día? No pude de cifrar el amargo sabor de mi boca en ese momento, pero Lia se veía extremadamente feliz por aquello. No dije nada más.

La idiota rubia me amenazó, si a hacía cualquier cosa en su contra haría lo posible por quitarle la beca a Lia. Me sentí tonta, no había vuelta atrás. No podía retractarme después de darle la noticia a Lia. No podía, su sonrisa ladina me hizo saber que lo había escuchado.

— ¿Dirás que no? No creo que te atrevas a decirle que al final esa beca no se pudo por qué simplemente te opusiste a mis órdenes — Otra vez esa maldad en sus ojos.

— No entiendo por qué eres así.

— Nadie, y prefiero que así siga.

— Para con esto, ¿qué ganas? ¿Por qué no con alguien más? Dime, ¿qué te hice?

— Te doy lo que mereces, con tu sola existencia me pudres y al menos yo te doy una razón, pero tú, tú logras que te odie con solo con verte — Quise huir, pero no podía — Así que solo cállate, y acéptalo, de lo contrario tu querida Lia se queda fuera esta institución.

Fue suficiente para mi, y a ese grado no permitirá arruinarle la poca esperanza a una persona como ella lo había hecho anteriormente.

— ¡No! ¡Por favor no! Mi ropa donde esta, no puede ser...

Se dirigió a mi después dar una inspección rápida a todo el vestidor.

— ¿T-tú no has visto mi ropa? — Trataba de cubrirse con sus manos, su cuerpo desnudó y húmedo, otra vez fue presa de Rosé y sus putas bromas de mierda.

— No — Suspire cansada. Después de todo, no sudé mucho y no necesitaba ropa limpia. Ella necesita mi ropa, no la dejare desnuda — Ponte esto, yo... me quedo con la ropa deportiva.

— Pero sudaste, yo no...

— Esta bien, solo me daré un baño y me pondré lo mismo — Incomoda por su desnudez, mire sus ojos llenos de lagrimas.

— Gracias Jennie, sin duda no eres igual que...

— Si, si, no soy igual. Por suerte...

Espere pacientemente a que se cambiara, quise quedarme para lo que se le ofreciera. Quedarse sin ropa no seria agradable, mucho menos en un lugar como este.

BULLIE - CHAENNIE G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora