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Titirite antes salir de la bañera. Mis labios se encontraban pálidos y cualquier rastro de mi rostro sin alguna marca demacrada no existía.

Por la noche, después de una tarde ajetreada, mi madre cocinó la cena aún consternada por el susto. Hizo unas llamadas, luego los oficiales llegaron a hacerme preguntas y por un momento, tuve miedo. No había razón, pero Chaeyoung contó toda la verdad. Ambos hombres y mi madre prefirieron no hacer el cuento más largo. Agradecí silenciosamente. Tomamos un té relajante, vimos cómo el invierno estaba afectándonos considerablemente y nos quedamos en silencio por unos minutos.

—¿Y cómo está tu padre, Chaeyoung?—Sorbió de su té. Cerré mis ojos esperando que aquella pregunta no incomodará.

—Mamá creo que no...

—Está viajando, hace días se fue—Explicó al natural. Mi madre me vio complacida, no supe como tomarlo. Sin embargo, supo que no debía tomar más el tema.

Rosé comía de las galletas. Parecía un ser fuera de su mundo. Mientras su jean era un blanco resplandeciente, y seguro de una marca costosa, descansa fielmente en una silla de madera casi despotricándose por tantos años de uso, con la mugre pegada a ella y dando lo suficiente de sí.

—¿Qué?—Le articule a mi madre una vez la miré. No podía creer su sonrisa tan tonta. Negó divertida.

—Roseanne—Carraspeó a la chica rubia, enseguida se irguió escuchando atentamente—. Me llamo Chaerin, esta señorita no le gusta mi nombre y-

—No dije que no me gustara, dije que sería raro llamarte por tu nombre—Me defendí. No quería verme como una infantil. No frente a ella.

—Bueno. Pensé que sería bueno presentarme. Sobre todo por qué, nos estaremos viendo más a menudo—Mi pecho retumbó. Rosé me vio confundida. Imposible que mi madre sepa...

—Oh. Eso es... grandioso—Sonrió confundida. No supe como tomar aquello.

—La sorpresa fue arruinada, ayer te llevaría a ver el nuevo departamento Jennie—Explicó con merma, volvió a ajustarse el abrigo en su pecho. ¿Nuevo departamento?

—¿Esto es por él?—Escupí, sintiendo la rabia contenerse en mi cabeza.

—No, nada es con él. Que hablé recientemente con Jiyong, no quiere decir que todo lo haga tenga relación con él, Jennie.

—¿Entonces?

Chaeyoung sostuvo mi mano bajo la mesa.

—Primero, quiero que entiendas algo. Que quiera que lo escuches no quiere decir que lo tendremos en nuestra vida las veinticuatro horas del día, eso depende de ti...

—¿Y tú?—Rio por lo bajo, sentí mi ceño fruncirse más.

—No lo amo Jennie. Supongo que nuestro amor no era destinando, tuve tanto miedo de verlo otra vez y sentir el mismo sentimiento intenso, pero no fue así.

—Ni siquiera un poco.

—¿Quieres formar una familia?

—¿Qué? ¡No!—Ni loca.

—Bueno, yo no lo decía por... olvídalo—Escuche la risa de Roseanne a mi lado, un bochorno paso por mi cuerpo. La voz de mi madre sonó otra vez—Como decía, el departamento nuevo espera y....

—¿Compraste uno? ¿Para mi? ¡Eso es carísimo! Yo aquí estoy bien y-

—¡Jennie! ¡¿Cuándo vas a dejar de interrumpir?!—Hablo exasperada. Me hundí en la silla avergonzada—Dios. Lo que iba a decirte aquella noche era que, la empresa en la que trabajo se ha extendido hasta acá... —Sentí mis ojos brillar—Entonces, he ascendido y mi jefe me dará una plaza aquí, mi sueldo podrá sacarte adelante sin la necesidad de que trabajes, podremos vivir en un departamento donde las ventanas no se rehusarán en cerrarse.

BULLIE - CHAENNIE G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora