- 23 -

1.1K 131 3
                                    

—Park Chaeyoung, Kim Jennie y Park Jihyo a la oficina de la señora directora, ahora—Rosé se torció en su silla, incómoda. Mientras Jihyo penetraba su mirada en la rubia, nos levantamos con el permiso del profesor.

Instintivamente tome el brazo de Chaeyoung, las fuerzas para pensar en el por qué no existían. Solo, me deje llevar.

¿Habré hecho algo mal? Esa mismas preguntas, ni yo la sabía.

—Tranquila, Jennie—Alentó Jihyo desde mi lado—, no hiciste nada malo. Yo estaré ahí para desmentir cualquier cosa.

Rosé se tensó un poco, los extensores de su antebrazo se relajaron ante un suave apretón.

—¿No abriste tu boca? —Se dirigió a Jihyo, sin verla y con su mirada al frente.

—No—Dijo convencida—, aparte sé que sería inútil.

—¿Por qué sería inútil?

—Ya sabes la respuesta... —Jihyo me miro, Chaeyoung también al ver cómo la castaña lo hizo. Inquisitiva la rubia intentó tomar una respuesta de mi.

—Todas sabemos que tienen el poder, no nos sorprende que hagan y deshagan las cosas—murmuré. Sentí su jalón separándose de mi cuerpo, la rabia se acumulaba en su mandíbula—tampoco que salgas ilesa de esa oficina.

Dudaba que Chaeyoung recibiese la peor parte.

Parecía enfada consigo misma, y con Jihyo.

—Señoritas, tardaron un poco.

La directora esperaba fuera de su oficina, parecía ansiosa.

Entramos una por una, la sorpresiva y grata visita nos dejó heladas; el padre de Chaeyoung esperaba en una silla visiblemente enojado.

—Papá...

—Cállate y siéntante—el hombre se puso de pie, Rosé obedeció cabizbaja.

—Buena tarde—le dijo a Jihyo a el hombre, no recibió respuesta. Cerré mis ojos irritada.

—Bien, hace un rato hubo una denuncia anónima...

El suspiro de Rosé no me paso desapercibido, las manos rústicas de su padre se posaban en sus hombros con fuerza.

—Si me permite el señor Park, me gustaría mencionar cuáles fueron los motivos señalados, si no lo hago perder su tiempo— titubeo un poco, también estaría tan nerviosa al recibir esa mirada fría e inexpresiva.

—No entiendo por qué estamos aquí—se animo Jihyo a decir.

—A eso voy señorita—saco un papel perfectamente doblado—Señora directora, me atrevo a escribir por milésima vez esta carta que a rechazado como dije... —paró repentinamente, el jadeo enfurecido el hombre la hizo retomar enseguida y saltando esa parte por obvias razones—La señorita Park Chaeyoung a causado varios problemas, yo, como referente anónimo me animo a expresar una serie de observaciones de dicha alumna. A osado en recurrir a la violencia por razones (inexistentes), humillar y un etcétera largo, aún así prefieren ser una persona objetiva. Como primera víctima tiene a Kim Jennie—la mirada de la directora cayó en mi—, cada día de su existencia en esta escuela se animó a agredirla física y psicológicamente, a humillar e integrar un rumor que por respeto a segundos, no diré nombres. A Park Jihyo, quien consideró que es una de las víctimas más recientes, y también una de las que más sufre por sus actos —¿Qué clase de anonimus de mierda es este? Jihyo parecía desconcertada, es tan inocente como yo. Chaeyoung miraba al igual que su padre, fría e inexpresiva. Tal para cual—...así como dejarla desnuda en los baños, cómo llegar a agredirla físicamente. ¿Recuerda a Nayeon? Esa chica fue a su auxilio y simplemente no prestó atención, — se removió incómoda y siguió—opino que es importante para las estudiantes dejar de fuera a una persona como Chaeyoung, varias víctimas pisan sus talones, aunque no creo necesario que tiene que hacer para que todo esto se quede bajo control —terminó de leer, dobló la carta tal y como estaba y dio un suspiro largo.

BULLIE - CHAENNIE G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora