- 44 -

985 94 4
                                    

POV Omnisciente
—¡Chaeyoung!

Había tomado más de media hora para que Jennie recobrará la conciencia, ¿sería normal?

Esperaba policías, ambulancias y llantos desgarradores, en cambio, recibió dos pares de ojos angustiosos y sus respiraciones agitadas de tanto pensar. Le parecía irreal el estar viendo un techo blanco después de desmayarse por primera vez en su vida. Su brazo izquierdo dolía y su cabeza punzaba, su visión aún no estaba tan clara pero eso, no era lo que le importaba; Chaeyoung.

¿Dónde está ella?

¿Qué había pasado?

¿Que había pasado con Chaeyoung?

Sus lágrimas llenaron de nuevo sus lagrimales, lloró desconsoladamente sobre el almohadón que olía al shampoo de la chica que amaba.

El par de amigas se miraban simultáneamente, de Jennie a ellas mismas y de ellas mismas a Jennie. Buscaban el momento en el que la chica parara para hablar. Sin duda, preferían mantener silencio y esperar a que Jennie se calmará un poco, que libere esos sentimientos tan guardado que tenia.

Jisoo apretó con fuerza la mano de ma coreana, logrando su atención.

—Te has desmayado, levantaste después de un minuto pero preferiste dormir—Río preocupada, las situaciones serias no eran lo suyo.

—Ten—Lisa prefirió cortar el rato incómodo que estaba pasando Jisoo con el vaso de jugo—, debes estar sedienta.

—Lo estoy...—Murmuró sintiéndose más seca de lo normal—¿Donde esta...?

—Está bien.

—¿Donde esta?

—¿Si te digo me juras que no saldrás corriendo?—Ella no podría con aquello, no podría jurar sintiéndose perdida, cansada y mareada—Ella...

—¿Ya despertó?

Las alarmas se activaron, Jennie caía rendida sobre el colchón por segunda vez; aliviada y con mil kilos de peso menos sobre su cuerpo. Suspiró con pesadez extendiéndose.

—Lo hizo.

—No puedo creerlo aún.

—Yo no puedo creer cómo es que están en mi casa sin ningún rasguño. Rofus no fue entrenado para oler.

—¿D-Dices que ese perro pudo comerme?—Jisoo parecía más pálida de lo normal. Había olvidado que se había salvado del susto de su vida—¡Pude morir!

—Tal vez—Miró a Jennie esperando cualquier reacción, pero esta parecía perdida. Su pecho subía y bajaba con rapidez—. Estas viva.

—Tú esta viva—Fue el turno de Jennie—. Estas viva.

Desconcertada Chaeyoung vio a las tres chicas en su habitación, si bien, el pánico había recorrido sus cuerpos durante esa media hora y no les dio para más que, asegurarse que Jennie estuviese con vida. El silencio sepulcral y las ansias carcomían sus cuerpos de ver a la chica postrada en la cama sin siquiera moverse entre sus sueños. No sabía por qué no estaban en su casa, por que el desespero en sus gritos y por qué la chica que la había ignorado por una semana de repente estaba tan alegre de verla viva.

—¿Qué hacen aquí?

—Creímos...

—No tuvimos noticias de ti el fin de semana, el viernes desapareciste de la nada y nos enteramos que la perra de Ryujin te atacó y para acabarla te expulsaron, ¿te parece suficiente?—Jisoo comenzaba a enfadarse.

Encogió sus hombros, siendo incapaz de refutar ante el enojo que salía disparado por los ojos de su mejor amiga. No encontraba exactamente las palabras, ni como remediar el daño, y de algo estaba segura, al final del día ellas terminarían a su lado entendiendo cada una de sus acciones. Estaba cansada de explicar, tan cansada de sentir todo aquello en su interior que parecía un castigo hablarlo. Cada vez su cabeza se hacía más opaca, más hermética. Encontraba el inicio, el fin pero, ¿donde está lo demás? ¿Qué es lo que debería hacer para enmendarlo?

BULLIE - CHAENNIE G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora