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POV Rosé
Lo escuche hablar desde la cocina, me arrepentí de bajar pues de seguro escuchó mis pasos. Parece un psicopata, pero hago lo mismo cuando él esta. Simplemente para mantenerme a raya y actuar lo más normal posible. Seguí mi rumbo, aunque mi destino era la salida. Después de horas desde el desayuno me limité a cruzar miradas con él, solo por mi propia salud, sin embargo, mi estomago ya estaba sufriendo las consecuencias.

Como dije, nada esta siendo fácil. No sé si yo trabajando de una manera letal en donde mis propios pensamientos hacen enemigos donde no existen o si es la realidad que me golpea, esas cosas que me dijo alguna vez y me rehusé.
Porque creí todo lo que decían. Lo verdadero es que, nunca se sabe lo que está bien o mal, en lo que debe uno creer o no, ¿entonces todo este tiempo estuve mal? ¿Estas son las consecuencias?

Terrible, la forma en la que puede ser un poco feliz y después regresar al mismo pozo. La misma pesadilla de todas las noches.

Alice aparece en medio de un cuarto, mi madre golpea la puerta y yo estática en medio de un vidrio viendo como mi hermana se lanza sobre esa cuerda, ahogándose en sus propias lágrimas. Después de romper el vidrio mi madre entra, viéndome con odio. Esto una vez más confirma que la culpa aún se ha ido a pesar de saber que yo no fui la quien causó dicho suceso infortunado.

—Si, no creo que el...—Él dejó de hablar para mirarme—... no, mañana podemos verlo. Tenemos que ir a la constructora.

—Necesitas comer algo—Habló la cocinera en un murmuró, yo acepté en una sonrisa. Quise tomar todo rápido antes de que el terminase la llamada, pero fue más veloz y cortó lo que estaba haciendo.

—¿Hablaste con la directora?—Si lo hice, fue inesperado el cambio de planes. Asentí—Espero que puedas fortalecer tu estupida forma de desquitarte, después de pensarlo un poco no creo que haya funcionado en lo más mínimo lo que hiciste.

—Querrás decir lo que me hiciste hacer...—Me mantuve de espaldas, temblando en mi interior.

—Supongo que confíe demasiado en ti, ahora estoy tratando de hacer que las cosas funcionen de nuevo por tus errores.

—¿Mis errores?

—Jinyong lo sabe, todos lo saben.

—Saben que yo...

—Que eres igual que yo, no sé porque me sorprende que no sepas después de que Jennie estuviera ignorándote estos días. Creo que era un poco obvio.

—¿Me estas vigilando... vigilándonos?—Me corregí enseguida aturdida, volteando finalmente para clavar mi mirada en sus ojos profundos.

—Solo observaba tu comportamiento, para que no arruinaras absolutamente nada. Pero veo que a final de cuentas te adelantaste, sea lo que sea que hagas terminas arruinando todo.

—No dije nada, y si así fuera no hubiera dudado en decirte.

—¿Y por qué lo dirías? ¿Prefieres a esa en vez de tu familia? Solo te recuerdo que Jinyong a tenido toda la culpa, él me ha llevado hacia lo más hondo—El comenzó a divagar, cuando me di cuenta de que todo estaba patas arribas.

—No entiendo que logras hacer. Él está mal por no llegar a su hija a tiempo, muy mal... eso es lo que querías.

—¡No es suficiente!

—¿Lo quieres ver muerto?—Dude de su respuesta, no supe por qué si lo sabía perfectamente.

—Es la mejor opción, pero tú bien sabes que la muerte no solucionaría nada.

—¿Alguna vez te dolió la muerte de tu hija? ¿Qué tu esposa esté enferma? —¿Por qué de repente decidía hundirme?

—¿Te digo la verdad?—Dijo amenazante, acercándose poco a poco a mi—Cuando pierdes lo que más quieres, no duele perder lo demás. Así que ni tú me dueles en lo absoluto, te lo has ganado a pulso.

BULLIE - CHAENNIE G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora