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La busqué por todas partes, pero su rastro no estaba por ningún lado.

El miedo de que mal entendiera por mis acciones me carcome, no fue fácil procesarlo ni mucho menos creerlo.

¡Tiene pene!

Dios, no puedo sacar de mi mente la sensación. Es como si aún estuviera allí, como si sus manos me estuvieran tocando y como si estuviera todavía besándome con el furor con el que lo hacía. Sentirla... eso estaba, duro, muy duro.

¿Qué hubiera pasado si...?

No, no pienses en eso. No lo hagas.

¿Hubiera pasado lo que creo que pasaría? Si mi susto, confusión y agobio por la situación, no existiera, ¿ESO hubiera pasado?

El calor en mi cuerpo me golpeó fuerte, el viento frío me arremetió de nuevo.

Lisa y Jisoo lo sabrían, ¿Joy? ¡Por eso Mason le decía que aprovechará lo que tenía! ¡¿Todas lo sabían menos yo?!

Mi estomago se revolvió, por eso Joy amaba acercarse a ella, por eso todas querían tenerla cerca, por eso me miraban con odio... ¡la miran como un trozo de carne!

Me sonroje, el perverso pensamiento me arremetió. No es momento, nunca lo es. Debes encontrarla Jennie, eso debes hacer.

Suzy... ese día en el baño, no puede ser.

¡Incluso ella también lo sabía!

—Señorita Kim, ¿se puede saber que hace fuera de clase?

—Me dolió el estomago, ya sabe lo que sucede cuando...

—¡Si! No necesito más explicaciones, vaya con sus compañeras—Bajo las gradas corriendo, sin detenerme a ver la figura al final de estas.

Suspire por lo bien que se miraba, incluso después de verla un poco decepcionada y enojada por el gran secreto... un gran...

¡Para ya!

Ella esperaba el balón, Jisoo le gritaba a Lisa que la dejara en paz. Sin saber que hacer mire a Jihyo que luchaba por quitarle el balón al equipo de Jisoo inútilmente. Suspire por las pocas cosas que estaban pasando en el campo. Y por todas aquellas que cruzaban mi mente haciéndome querer gritar por la frustración.

—Rosé...—La llame en un intento inútil.

Tomó mando del balón ignorándome olímpicamente, Jisoo vino hacia mi.

—¿Qué le pasa?—Me preguntó, si sé, mas no sé qué decir.

Es una situación extraña. ¿Cómo puedo decirle que me entere que tiene un pene? ¡¿Cómo?!

—No lo sé—Entrecerró sus ojos mirando como derribaba a Wendy de un movimiento—Eso debió doler.

—¡¿Vas a jugar si o no?!—El grito de Lisa hizo parar a medio mundo, otra pelea se avecinaba entre estas dos.

—¡¿Te puedes callar?!

Roseanne estaba inmóvil, desde el sitio donde tiro a Wendy pensativa. Un poco perdida, entonces, aproveche para ir hacia a ella. Tengo que aclararle que nada es como lo piensa.

Oyendo los gritos, me paré justo frente suyo, recibiendo su mirada fugaz.

Quiero su atención.

—¿Podemos hablar?

—Ya sé lo que me vas a decir, no es necesario que lo escuche de tu boca—Comenzó a esquivarme.

—¿Y cómo lo sabes?

BULLIE - CHAENNIE G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora