El invierno había llegado, esta vez intenso y a la vez irritante, pero lo prefería mucho más. Aun que en mi departamento tuviera que dormir con chaquetas y más de tres pares de calcetas.
El bar estaba tranquilo, estaba nevando en una noche de viernes. Las cosas estaban entre un medio de bien, no esperaba más.
La música retumbaba mis oídos, decidí quedarme hasta madrugar mientras que Jin se iba a casa a descansar, se despidió de todos para salir del bar corriendo. Reí por su locura atravesándome entre su figura esbelta. Hoy sonreí tanto que dolía.
— ¿Te quedarás hasta noche?
— Si, horas extras — Le sonreí, Irene era capaz de quitar todas mis asperezas sin ella siquiera saberlo. Era una persona que llegó de una manera fugaz.
A pesar de ser una una mujer un poco mayor tenía un espíritu jovial que me embriagaba a sobremanera, el alcohol en su vida no indispensable por lo cual, su simpática personalidad resaltaba mucho más. Jin tenía razón sobre qué, la gente se quedaba anonada viéndola mientras pasaba entre las mesas como una profesional mesera.
Era imposible dejar atrás a una persona como ella.
— Al salir, ¿quieres que te lleve a casa? — Me sorprendí por la repentina amabilidad, aunque viniendo de ella no es sorprendente — estará muy oscuro, y todos los ebrios de aquí estarán saliendo, puede ser peligroso.
— ¿No llevas a Seulgi?— Esa chica era una de las baristas, tenían una muy amistad dentro de estas paredes. Envidiaba en ciertas ocasiones sus interacciones.
— Hoy sale temprano, en mi moto hay espacio para dos de todas formas — ¿Moto?
— Dijiste moto, ¿cierto? — Dije con cierto temor, nunca me subí a una y temo a que cuando lo haga por primera vez salga sin vida.
— Si, ¿tienes miedo?
— ¡No! Solo que, nunca me subí a una. Será un placer experimentarlo contigo... — Mierda, no, no quería pero habría que sacrificarse— por que confió en ti.
— Un placer —irguió su postura inmediatamente, ante el grupo de adolescentes que caminaban directamente hacia la mesa del fondo.
Cerré mis ojos para que no fuesen ellas, fue imposible.
— ¿Vas tú o yo? — Preguntó, el barista me tendió una bandeja y enseguida fue para atenderlas con una sonrisa.
Me distraje entregando las bebidas, pero sentía la mirada clavándose en mis espaldas.
¿Cómo llegó acá? Esta gente no podía dejarme en paz, no podía tener un lugar seguro. El bar era el único lugar libre de ese trío insoportable, incluso en mi departamento me era imposible poder concentrarme por qué ellas seguían en mis pensamientos haciéndome la vida imposible.
Traman algo, de eso estaba segura.
Irene llegó a la barra dejando el pedido, no pude evitar verla.
— ¿Les darás alcohol?
— No tengo de otra — Murmuró rendida — una de ellas es hija de uno de los dueños, el señor no le importa mucho lo que su hija haga.
— ¿Por qué lo dices?
— Por nada, — suspiró — ¿acabaste?
— Si, la gente mejor viene a pedir sus bebidas, nos están quitando el trabajo — Río mordisqueando su labio, es inexplicable la atracción.
El que sea mayor lo hacía mucho más interesante.
— Iré al escenario...
Llegaría mi momento favorito, cada viernes Irene subía al escenario a cantar algunas canciones. Desde que me dijo que cantaba no dude ni un segundo de que lo hacía espectacular, desde mi primer viernes decidió dejarme con el ojo cuadrado llevándose toda mi atención con su voz. Incluso ese día cometí varios errores por andar anonada con el mini concierto que estaba dando, desde verter todas las bebidas en un señor hasta casi caerme y morir en el intento de ser una persona normal.
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BULLIE - CHAENNIE G!P
FanfictionDos cosas eran claras, y era que Chaeyoung se desquitaba con Jennie por una razón. Y la otra, que Jennie no sabía por que. Disfruten. <3