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POV Jennie
Nuevo día. Y como lo es, cualquier cosa que suceda me marcara de por vida. Me quede más de 15 minutos en un árbol a las afueras de la escuela. Tengo miedo. De ella. De no ser fuerte para afrontar las cosas.

Hasta que, me di cuenta de que el miedo es mi enemigo, y debo afrontarlo. ¿Por que tengo miedo? No debo tenerlo, debo hacerlo. No me debe importar en lo más mínimo Chaeyoung y sus palabras. No es cierto, lo que dijo no lo es y no debo preocuparme por algo que no es cierto.

— Hasta que llegas — O debo empezar a preocuparme por mi integridad física.

— Chae...Chaeyoung, no... — sentí el estirón de cabello, las chicas de atrás miraban sin preocupación, ¿por que son así? ¿Acaso no tienen algún remordimiento? — no se que te hice. — ¡Alguien ayúdenme!

— Yo tampoco... oh, espera. Hiciste una injusticia, supongo que fuera de la escuela eres una perra.

— Me lastimas — mi cuero cabelludo dolía, fácil podría destrozar mi cabeza. Y su mano tomaba mi cuello, todos veían lo que pasaba. ¿Por que no vienen a salvarme?

— Me importa poco, vamos a divertirnos. Ven. — me llevo al baño, ¿que haríamos en un baño? Metería mi cabeza al inodoro, muy típico. Pero me asusta que lo haga— Eres una aberración Jennie, te odio tanto que... no se, me das nauseas.

— Por favor, Chaeyoung— Me golpeo. Vi estrellitas, sus amigas me sostuvieron para no caer en seco. Aunque fue a mano abierta sentía el dolor torturar cada sentido de mi cuerpo.

— No digas mi nombre idiota.

Una chica delgada, su cabello corto, la había visto, no es para nada lo que refleja en su día a día, me quito la mochila, una pelinegra bajita, ambas serías sacaron todo de ella. Vi como cada una de mis libretas caían junto con mis lápices y plumas, es tan irreal la situación. Quería correr, a mi casa. Quería ver a Tony, y decirle que todo estaba mal. Quiero abrazar a mi mamá y decirle que todo está mal.

— Mira, ayer decidí que serías mi nueva diversión sobre todo por que eres una perra, y tal cosa no puedo permitirla en mi escuela— la de cabello corto me empujó, caí sobre mis cosas sintiendo cada lápiz y pluma golpear mis rodillas. ¿Que hice mal? Chaeyoung estando a mi altura sonrió de lado, tan macabro como alguien siguiéndote en la noche— Jennie, has decidido ir por el camino oscuro. Y yo, Chaeyoung voy a ayudarte a salir.

Palmeó mi hombro, quemaba. Me estremeció tanto hasta temblar, la pelinegra pateo mis cosas saliendo del lugar siendo Chaeyoung la última en dejarme ahí. Mis rodillas dolían, mi mejilla dolía. Mi corazón duele y está destrozado, cada parte de mi cabeza estaba hecha un nudo gigante. Dos chicas me vieron ahí, llorando, dos chicas que me ignoraron y salieron de ahí sin mirar atrás.

Metí mis cosas a la mochila, con humillación por que así es como me siento. Humillada. Volví a mirar a tras, esperaba que alguien entrada y dijera que es algún tipo de broma y si fuera así, es una broma bastante pensada y turbia.

Salí del baño, todos me miraban. Más no me miraban a los ojos, debí suponerlo. Fui al salón, y ahí estaban. Nunca antes les tome atención, por que me eran indiferentes. Sabía que eran las niñitas ricas pero no sabía que podrían llegar a ser las matonas. Chaeyoung me miró con esa sonrisilla burlona, muy cínica. Me dieron ganas de vomitar, pero que vomitaría si no he comido desde ayer. Solo di una probada al pollo de huesitos, y ya. Es todo lo que mi boca probó.

— Chicas... — ni me digne ver al frente, no me digne a ver al profesor Lee— Sus trabajos.

Sentí su mirada torturar mis existencia, me paré con dificultad y tome el mío cuando el profesor Lee me llamo. Volví a mi asiento y sentí un poco de seguridad, debo mantenerme fuerte. Ella no tendrá control sobre mi.

BULLIE - CHAENNIE G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora