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— Si las cosas se ponen feas, te juro que la arrastro de los pelos — Dijo Jin masticando una de las papas fritas — Lo que tiene de guapa lo tiene de idiota...

— Ya Jin, no quiero hablar de ella.

— Perdón, me es inevitable odiarla después de lo que te hizo, hay muchos rumores acerca de ella — De pronto la curiosidad despertó, deje regar la planta que Tony me había dado para poder escuchar con claridad — Pero bueno, no quieres hablar de ella...

Idiota.

Ayer le dije al gerente del bar sobre la bacante, ninguno de los que a llegado se han quedado permanentemente, tienes la oportunidad...

— No insistas, quiero encontrar algo yo — Bufo, aparentemente todo iba bien y eso es lo que yo le decía, no quiero que tome preocupaciones ajenas teniendo las suyas.

— ¡Jennie! ¡Por favor! Te lo pido yo, cómo tú amigo, dale una oportunidad — Podría ser una buena idea — si no te gusta no lo aceptas y ya, pero date la oportunidad...

— Es un bar, Jin. Soy menor de edad, tengo miedo a que algo suceda...

— Yo te protejo, no dejare que nada te pase — Sonreí por su inocencia — es un excelente trabajo, Jeon es un idiota y pequeño gusano, déjalo atrás.

— La cafeteria se está yendo hacia bajo — Murmuré, los clientes apenas se acercaban al lugar, los suministros cada vez se acaban y Jeon desde su oficina no hace nada por arreglarlo, el olor a cigarrillo inundaba ese lugar y sus reclamos cada vez eran más constantes.

— Se lo merece, el señor Kim es un buen jefe... me ha preguntado por ti desde que le comenté que buscabas trabajo.

— ¿Le hablaste de mi?

— Claro, desde el día cero. Te prometí que te ayudaría, solo que ahora te rehusas a aceptar mi ayuda.

— ¡Está bien! Voy a ir, solo si me prometes que no me obligaras a quedarme.

— No te prometo nada.

— Jin... — Reprendí falsamente, capaz Jeon empeoraba el resto de mis días.

-

Quite mis audífonos después de un pequeño viaje en autobús, la calle del bar estaba demasiado limpia. Me imaginaba un tugurio extraño, lleno de personas borrachas y oliendo a alguna mezcla de alcohol y drogas, sin embargo, las afueras del lugar prometían mucho más.

Las gigantes letras color neón le daban el toque exótico y caro, dos puertas de cristal templado resguardaban el interior.

Jin debió de estar muy asombrado, de venir de una cafetería hecha mierda a esto, era un cambio de aires demasiado superior diría yo.

Cruce el umbral, aún no abrían.

— Está cerrado- — Enseguida sonrío, su apariencia mayor era acogedora de una manera inexplicable — Tú debes ser Jennie.

— Si, Jennie Kim.

— Me dijo Jin que probablemente vendrías — Sacudió sus manos y alzó su mano en un saludo, enseguida correspondí sin poder evitar ver la manicura perfecta adornando sus manos — hoy no vendrá, ¿si te dijo?

— Si, me lo dijo un millón de veces. Quizo que viniera cuando estuviera el, pero no quiero sonar grosera, el ambiente de este tipo de lugar no me suele agradar...

— Me lo dijo, puede que aceptes como puede que no, lo entiendo Jennie, a mi tampoco me agradan — La placa de su pecho marcaban "IRENE" con letras mayúsculas y finas — pero aquí estoy.

BULLIE - CHAENNIE G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora