—¿Libros? —preguntó Yoongi extrañado por la respuesta que acaba de recibir por parte de Jimin.
Para comenzar, él no tenía conocimiento de que el moreno estuviera leyendo libros para guiarse en los aspectos que eran ajenos a él. No lo había mencionado hasta ahora.
—Sí —contestó con una leve sonrisa, mientras tomaba unos dos libros que eran nada más ni menos que escritos por psicólogos, expertos en el tema psicosocial.
A Jimin le interesaban esos libros, no solo porque antes no tenía una idea correcta sobre lo que eran las relaciones interpersonales. Bueno, eso había sido su motivación inicial, pero a medida que iba aprendiendo, no podía evitar compararlo con lo que su padre le inculcaba desde pequeño. Esos ideales retorcidos que él en algún momento llegó a seguir, aunque de una manera menos intensa y cruel a comparación de su progenitor.
Al menos actualmente podía afirmar que tenía sus propias convicciones y creencias.
—¿Por qué? —cuestionó Yoongi, mientras leía el título con mayor atención. Si su pareja tenía problemas, lo cual entendía por lo que conocía sobre él, pudo habérselo preguntado directamente desde un inicio.
Cómo deseaba que Jimin hubiera tenido una crianza normal, o al menos una no tan desdichada.
Odiaba a Park Seojoon, mucho.
—Los libros me ayudan —explicó sin borrar su sonrisa—. He vivido la mayor parte de mi vida sin compartir con alguien más de mi edad. No sé sobre relaciones amicales, menos amorosas... quise ser un buen novio para ti y aún Seokjin no aparecía en mi vida.
Ni bien Yoongi escuchó ese nombre, arrugó su entrecejo. No le caía bien, tampoco lo pasaba.
—Hablas como si ese doncel fuese muy importante para ti —dijo con un leve tono arisco. ¡No podían culparlo! Cada vez que llegaba del trabajo y le contaba de su día, sí o sí, debía incluir a Seokjin, lo cual lo molestaba demasiado.
No obstante, si era sincero, no se sentía amenazado por la presencia continua de ese tipo, ni un poco. Yoongi era consciente de que su pareja sería incapaz de engañarlo, podía poner sus manos al fuego por eso y salir impune. Él era muy puro como para siquiera considerar tal posibilidad, confiaba plenamente en él.
Sin embargo, eso no evitaba que siga sintiendo una pizca de molestia al tan siquiera, escuchar el nombre del rubio doncel.
Lo había conocido en persona una tarde, con la excusa de "llevarle el almuerzo como el dedicado novio que soy". Así fue cómo llegó de sorpresa a su oficina y sintió celos al ver la química entre ellos. Jin bromeaba y le tomaba del pelo a Jimin, quien caía en sus chistes para nada graciosos según su opinión, pero por alguna razón desconocida, para su futuro esposo, Seokjin parecía ser el mejor comediante del mundo.
No tenía ni un toque de gracia si le preguntaban.
—Lo es, es mi mejor amigo —confesó con inocencia, pero al ver ese rostro de porcelana con un gesto enfurruñado, sonrió divertido. Su prometido era tierno cuando se enojaba—. No te preocupes por Jin, tú eres mi primer y único amor.
Yoongi se sonrojó al punto de quedar con su cara al rojo vivo, al mismo tiempo que abría su boca exageradamente. Sentía su corazón latir frenéticamente y los nervios a flor de piel.
¡¿Cómo podía decir eso así a la ligera?!
—¡¿Quién se está preocupando?! —cuestionó enrabiado.
—¿Quién será? —interrogó con ironía, recibiendo un bufido—. Ya, solo bromeo, no debes ni ver a Jin como una amenaza, le caes bien. Además... —Hizo una pausa apropósito, notando cómo Yoongi se hacía el desinteresado, pero que por la rendija del ojo lo vigilaba expectante por la respuesta—. ¿Quién crees que fue el que me ayudó a conquistarte?
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Entre villanos, amores inesperados y postres ➳ Jimsu
FanfictionA Jimin le habían enseñado que un villano no podía sentir amor, era simplemente imposible para ellos, por su misma naturaleza malévola. Sin embargo, Yoongi, junto con sus peculiaridades hacía que él cada vez más dejara de lado todo lo que alguna vez...