Capítulo 54

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Las cosas a partir de ese momento no hacían más que mejorar. Jimin no le dio más vueltas y se volvieron pareja y, aunque Yoongi esperaba su maldita boda a tiempo récord, Jimin le dijo que había un proceso para eso.

El doncel no lo comprendió. ¿Proceso? ¿Qué proceso? Esperaba que al menos, lo sorprendiera con una hermosa pedida entonces.  A lo grande.

Jimin en ese momento le contó más sobre él y el contraste con su vida anterior con esta. Yoongi pensó que tal vez habría algo de incomodidad con su padre, ya que sus recuerdos estaban de vuelta y el abuso de años también, pero nada. Debió habérselas olido, si Jimin solo conociendo el lado malo de Seojoon no le guardaba rencor e incluso lo defendía en cierta medida, ahora, menos.

Bueno... tampoco quería que viviera en la amargura. Aunque él no era Jimin y Seojoon le iba a escuchar, por Dios que lo haría.

No obstante, por el momento se conformaría con los amigos de Jimin. Quiso reírse en sus caras al ver la decepción en sus rostros cuando este les dijo que ya eran oficialmente una pareja. Namjoon pareció aceptarlo de alguna manera, aunque tenía la corazonada de que Jin tuvo mucho que ver. Después de todo, en esta nueva realidad, eran mejores amigos y debió haber hablado bien de él a su pareja.

Pero estos tipejos seguían sin pasarlo.

El sentimiento era mutuo. ¿Quién en su sano juicio creía que salir con administradores en sus casi treinta era divertido? Exacto, nadie.

—Felicidades —dijo uno con una sonrisa algo tensa—. Espero que duren.

Yoongi imitó la sonrisa falsa cuando notó que hubo malicia en el último comentario.

Pero Jimin no lo notó y se alegró de los buenos deseos de sus amigos.

—¿Comenzamos? —preguntó emocionado. Ahora, por así decirlo, ya no le tenía pavor a él, Yoongi y el alcohol. Además de ser pareja, lo cual era su impedimento principal de avanzar al siguiente nivel, sabía que estaba en terreno seguro y que en la vida se separaría del doncel.

No le importó la incomodidad en el rostro de sus amigos cuando en todo el rato que compartieron tuvo a Yoongi en su regazo, se mostraba más cariñoso de lo normal y, sin temor alguno de arruinarlo, le siguió el juego sin inhibiciones. Incluso él lo iniciaba en ocasiones.

Baekho hizo una mueca al verlos compartir saliva... otra vez. Más al ver a ese chiquillo que mientras se derretía en los brazos de su amigo por poco y se restregaba en él. Podía entender en parte la actitud de Jimin, Yoongi era realmente bello, de buen ver tanto de rostro como cuerpo, pero por lo poco que lo trató solo encontró en él a alguien pegajoso, grosero, mandón y molesto.

No entendía cómo su amigo parecía realmente enamorado de alguien así. Conoció a sus anteriores parejas y, de por lejos, este era el que menos le gustaba. La mayoría opinaba lo mismo.

Miró hacia otro lado. Esto estaba volviéndose algo incómodo, vio a los demás y notó que no era el único ¿Cómo no? Por poco y se fajaban aquí y ahora. No estaban demasiado lejos de hacerlo si era franco. Siempre era lo mismo si Yoongi estaba presente en sus noches de bebida, por eso todos concordaban de que se acostaran de una jodida vez para terminar con todo esto. Ya sea el que Jimin dejara de frecuentarlo al quitarse las ganas o que fueran más sutiles en público si su relación daba para más.

No importaba qué, pero quería que se detuvieran. Uno, le disgustaba ver a su amigo comportándose así, conociendo lo correcto que era y; dos, verlos era un triste recordatorio de su inminente soltería.

—Vamos a mi departamento —dijo Yoongi con una sonrisita cómplice. ¿Qué si estaba caliente? Sí ¿Qué si era capaz de decirle a Jimin que lo acompañara al baño y hacerlo ahí? Sí.

Entre villanos, amores inesperados y postres ➳ JimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora