En uno de los altos pisos de un moderno edificio, se encontraban dos hombres, uno más alto que otro con diferentes auras, una clásica pelea entre el bien y el mal. Ambos estaban heridos y cansados, pero seguían mirándose con rivalidad. Ninguno iba a rendirse tan fácilmente.
Jimin sentía su cuerpo adolorido, Namjoon siempre fue un digno oponente en todos los sentidos. A pesar de tener poderes que lo ayudaban muchísimo en la lucha, el mayor siempre le daba una buena y difícil batalla. Su brazo derecho estaba sangrando, no le importaba mucho en verdad, se curaba rápidamente, por lo cual no había problema; sin embargo, sus costillas lo estaban matando del dolor. Esto último demoraría más en sanar.
Debía resistir, estuvo practicando por mucho tiempo para de una vez por todas derrotar a Namjoon y adueñarse del país como tanto lo había querido su papá, hasta en sus últimos momentos de vida, le hizo prometer que cumpliría su deseo.
Y lo haría a de lugar.
Pasó el último año alejado de la civilización entrenando arduamente para poder vencerlo. Se notaba sus progresos, era la primera vez que Namjoon lucía tan preocupado y cansado. Usualmente era fácil que él lo venciera, aunque no le gustaba admitirlo, pero hoy iba a ser el ganador. El contrario estaba obviamente en desventaja y debía aprovecharlo al máximo.
—Vaya, Nam, parece que todo este tiempo estuviste descuidándote ¿Qué paso? ¿Creíste que me rendiría tan fácil? —preguntó con burla.
El mencionado frunció su ceño por el enojo y frustración que sentía.
—Pensé que con la última paliza que te di, te resignaste a tu constante fracaso —respondió. Por más que Jimin tuviera razón no podía admitirlo, se supone que él era el héroe de esa ciudad. Juramentó ante todos siempre estar en óptimas condiciones para proteger su país hasta con su vida. Se confió demasiado.
—Supongo que no todo es para siempre —dijo con saña.
Namjoon tensó su mandíbula ante la provocación y voló hacia el peliazul para darle un puñetazo. Rápidamente Jimin giró con una impresionante velocidad ubicándose detrás del azabache para darle un codazo con toda su fuerza, provocando que este vaya directo contra un edificio atravesando la ventana y quedando tirado en el piso de una de esas inmensas oficinas, con demasiada sangre saliendo de su cuerpo magullado debido a los cristales que se habían incrustado profundamente en su piel.
Jimin se acercó tranquilamente a él levitando por el aire para colocar su pie en el pecho del contrario.
—Uh-uh, nunca debes subestimar a un villano querido Namjoon, fue un placer todos estos años de peleas —comenzó a aplicar presión con su fuerza sobrenatural haciendo que el otro ponga sus brazos alrededor en un intento de liberarse—. Dulces sueños... —Con estas últimas palabras, dejó que su extremidad inferior penetrara la piel, junto a los huesos sacando un alarido de sufrimiento puro a Namjoon, terminando su recorrido en el órgano vital de este.
No tan lejos del lugar donde estaba pasando tal situación; de hecho, en los alrededores de esa construcción, un gran número de aficionados estaban esperando ansiosos los resultados con mucha expectativa. Confiaban ciegamente en su héroe que varias veces demostró su valentía, voluntad y lealtad a ellos. No obstante, les daba miedo las mejoras que presentó Jimin en esta batalla.
Jamás habían visto a Namjoon en una situación inferior a la de su contrincante.
Un ciudadano gritó de horror al ver que como un cuerpo caía desde cielo y una vez en el suelo, petrificados todos corroboraron que se trataba de su héroe, Namjoon, aparentemente sin vida. Solo su cadáver.
Jimin, descendió con gracia escondiendo algo detrás de su espalda. Al ver que posaron sus ojos en él. Sonrió de tal manera que les dio escalofríos a los presentes, revelando en su mano un corazón arrojándolo como si se tratara de un chiste.
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Entre villanos, amores inesperados y postres ➳ Jimsu
FanfictionA Jimin le habían enseñado que un villano no podía sentir amor, era simplemente imposible para ellos, por su misma naturaleza malévola. Sin embargo, Yoongi, junto con sus peculiaridades hacía que él cada vez más dejara de lado todo lo que alguna vez...