Jimin se sentía por los cielos. De una manera muy literal.
No podía creer que su salida haya sido un total éxito. Seguía sin poder procesarlo, pero después de esa cena todo iba de viento en popa para él en cuanto a Yoongi.
Sin querer habían quedado en otra salida para el día siguiente, que se extendió en más idas al parque, cine, lagos y así sucesivamente por tres semanas. También llegaron al acuerdo de que él podía recogerlo de su trabajo si quería y esa era la rutina. Él iba por el lindo reportero al gran edificio, la mayoría de las personas que laboraban ahí en un inicio de asustaron y corrieron, pero todo ese miedo se fue cuando Yoongi apareció y lo abrazó al verlo con total confianza.
Arruinó su reputación en ese momento. Debido a que no pudo aguantar la sonrisa que apareció en su rostro al verlo. Sin embargo, se sorprendió al ver que no le importaba.
Salían a menudo, casi como cuatro veces a la semana a cualquier lugar. Jimin en verdad que estaba emocionado, no estaba del todo familiarizado con eso del amor. De hecho, aún no estaba seguro si podía catalogarlo como tal, pero no se quejaba, le gustaba cómo se sentía. Además, el tiempo solo le daría el conocimiento de si era así.
Lo desconcertante para él, era que no sabía si era correspondido. Creía que sí; ya que, estuvo analizando su actuar tanto el suyo como el de Yoongi. No obstante, no debía cantar victoria aún, quedaba más por hacer. Mucho más.
Realmente no podía creer la manera en que no quería separarse del reportero y este también compartía el mismo pesar. Él estaría encantado de extender sus salidas por más horas. Claro, eso sería posible si Yoongi no tuviera responsabilidades, ni un trabajo al donde debía acudir cada mañana, de lunes a viernes. No quería perjudicarlo.
Sí, estas actitudes fueron guiadas por otro libro llamado "Cómo no ser tóxico como Chernóbil", al inicio se sorprendió por el título, porque en primer lugar no sabía qué era un Chernóbil y lo dejó pensando por un buen rato. Así que solo lo agarró por curioso y al leerlo, se alegró por lo que tenía en su contenido, el libro básicamente tenía capítulos sobre cómo ser una buena pareja, desde antes de siquiera estar en algo formal y era justo lo que necesitaba. Vaya que le sirvió de mucho. No estaba en una relación amorosa con Yoongi, pero aspiraba a ello y quizás con un poquito más de esfuerzo sí lo lograba.
Se sentía optimista.
Por eso se negaba a las invitaciones que le hacía Yoongi para entrar a su hogar, porque como pasaban gran parte de la tarde y noche juntos, era cerca de las doce de la noche cuando lo dejaba en su casa. No negaba que sonaba tentador conocer la casa del chico, pero no podía darse ese lujo aún, ya que estaba ocupado informándose con ese bendito libro que era lo más cercano a su biblia personal y también con otros más. Igual no entendía por qué tanta insistencia de ver Netflix y relajarse por parte de Yoongi. Ellos podían hacer más cosas, pero eran sus gustos y no lo criticaba.
Sin embargo, por más mágico que hayan sido las semanas que llevaba frecuentando al lado de Yoongi, eso mismo le hizo replantearse varias cosas.
Él había matado a un hombre.
Eso no era lo correcto. Sus motivos no eran razonables, ni siquiera válidos. Él tomó algo que no era suyo por ningún lado que pudiera verse, solo porque su padre se lo había metido como un chip desde que tenía memoria.
Siempre se la pasó haciendo lo que su progenitor deseaba, pero ¿Alguna vez pensó lo que él quería hacer? Nunca le importó la ciudad en verdad. No lo quería, no era su sueño. Era el de su padre.
Todo giraba en torno a su padre. Le tenía un miedo y terror dignos, las personas que con solo escuchar el nombre "Park Seojoon", decían temblar, no sabían el infierno que era vivir bajo el mismo techo que él y tu día a día. Cualquiera pensaría que por ser su único hijo la cosa cambiaba.
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Entre villanos, amores inesperados y postres ➳ Jimsu
FanfictionA Jimin le habían enseñado que un villano no podía sentir amor, era simplemente imposible para ellos, por su misma naturaleza malévola. Sin embargo, Yoongi, junto con sus peculiaridades hacía que él cada vez más dejara de lado todo lo que alguna vez...