Yoongi estaba feliz, demasiado para ser sinceros. El sentimiento era tan grande que no cabía en su menudo cuerpo.
Se sentía orgulloso y satisfecho. La entrevista había sido todo un éxito con un excelente nivel de audiencia y por fin logró callar por completo al viejo verde que tenía por jefe. Lo había dejado sin habla, y esta vez no podía negar que no era su trabajo; ya que, él era el que hacía las preguntas y salía en todo lo largo de la grabación.
Un punto para él. Qué lindo era ganar.
Valió la pena, por completo. Sin contar que cuando salió al aire, logró tener más respeto por parte de sus colegas que lo subestimaban solo por ser un doncel y uno muy joven, además. Bueno, ellos le llevaban como diez años más de experiencia, pero no por eso debían de ser tan soberbios y groseros con él. Yoongi era bueno con todos.
Aunque pensándolo bien... él creía que ese respeto y amabilidad repentina era más debido a la dichosa entrevista, porque después de esta habían surgido casi al instante los rumores de que él tenía una aventura con Jimin y según esa línea, si él le decía a Jimin que alguien lo molestaba o no le gustaba, sería el fin de tal persona.
Ya quisiera él que fuera cierto ese chisme.
Que lo perdonen, pero Yoongi lo consideraba sumamente atractivo y le encantaría estar debajo de él en todos los sentidos posibles. De solo pensarlo sentía un delicioso cosquilleo aparecer en su interior. Sin embargo, era muy riesgoso aunque sea intentarlo, incluso un poquito.
Igual se valía soñar.
Después de unos días de la dichosa entrevista, recibió una llamada de sus padres, quienes se habían enterado de lo que pasó y ellos estuvieron al borde de un colapso por su viaje en Egipto. A diferencia de su hermano menor, quien estuvo molestándolo con eso de que le gustaban los chicos malos y toda la cosa. No negó nada, solo les aseguró a sus progenitores que todo estaba bien, y que no había nada de qué preocuparse.
En parte era cierto, Jimin fue muy amable con él. Le recordó a un gato callejero de cierta forma, al inicio ataca y está reacio a cualquier contacto. Muy arisco, pero a medida que demuestras que eres de confianza e inofensivo, este se vuelve más dócil y un mínimo muy mimoso.
Bueno, tampoco era como si Jimin fuera la persona más afectuosa del mundo. Ni siquiera estaba algo cerca a término; en realidad, estaba demasiado lejos. No obstante, a medida que pasaron los minutos, se fue soltando y hasta le invitó su queque casero con un café. A Yoongi muchas veces le tocó malos anfitriones, y con esto comprobó que ser un villano un tanto sanguinario no te quitaba los buenos modales.
Eso mismo le había dicho a Jimin mientras él tomaba su bebida. Si Namjoon no pudo matarlo después de tantas batallas y teniendo superpoderes, Yoongi casi lo hizo con simples palabras. El pobre se había atragantado con su café por un buen rato al escucharlo. No era su culpa, el periodista llegaba a decir frecuentemente lo que pensaba. Aún recuerda el tic nervioso que le dio en su ojo al peliazul cuando volvió a recuperar el aliento.
Pasaron un buen rato, un poquito silencioso al inicio, pero Jimin tenía suerte de que él hablara hasta por los codos y mucho más. Pudo haber seguido parloteando, pero quería conocer más del mayor. No funcionó, solo contestaba con monosílabas y se negaba a mirarlo directamente a los ojos.
A pesar de todo, fue una noche divertida sin duda. No como ahora que se encontraba ordenando el papeleo ¡Era mucho! Él solo quería redactar e ir por la aventura, no estar haciendo estas cosas aburridas de las que se debía de encargar la secretaria. Sin embargo, la empresa estaba en modo ahorro, por la razón de que la economía no estaba bien y no eran ahora un país con cierta estabilidad. Sin estabilidad, no hay inversionistas y sin esto no hay dinamismo. Bah... no le debía importar, no es economista. No era su problema.
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Entre villanos, amores inesperados y postres ➳ Jimsu
FanfictionA Jimin le habían enseñado que un villano no podía sentir amor, era simplemente imposible para ellos, por su misma naturaleza malévola. Sin embargo, Yoongi, junto con sus peculiaridades hacía que él cada vez más dejara de lado todo lo que alguna vez...