Observaba la habitación en plena oscuridad y silencio. Un silencio de esos que escaseaban desde el nacimiento de sus mellizos.
Debería haber caído rendido desde que su cabeza tocó la almohada, pero no. Estaba bien despierto.
Quisiera decir que eran por razones más inocentes, pero no. Por alguna razón sentía mucho calor, y se encontraba algo "animado", por así decirlo de una manera no tan vulgar. Sabía que los niños no los dejaron dormir por varias noches seguidas, con mayor razón ahora que eran más conscientes de su alrededor. Además, Yoongi se había metido por completo en su papel de padre para no sentirse mal consigo mismo y probarse a sí mismo. Lo comprendía, comprendía que lo dejara un poco de lado por ocuparse de los mellizos y lo alentaba como nadie en esa labor.
No obstante, hasta él necesitaba a su esposo.
Apretó los labios hasta formar una línea y finalmente se decidió en ser quien tome la iniciativa ante el desinterés de Yoongi. El doncel era usualmente quien comenzaba este tipo de situaciones, no él, así que se sentía algo tímido al respecto.
Inhaló un poco y se dio ánimos. Dudaba que lo rechazara de todos modos. Yoongi era partidario de tener una vida sexual muy activa.
—Quita la mano —ladró Yoongi al sentir que su esposo se acercaba con segundas intenciones.
—Pero...
—No me hagas repetirlo, Jimin —Su voz sonó severa, seguía dándole la espalda—. Estoy que me cago de sueño y la única vez que no me joden las pelotas tus engendros, tú empiezas a molestar ¿Qué quieres?
Vaya, Yoongi estaba de malas. Entendible si conocía su afición por dormir. Despertarlo en cualquiera de sus formas antes de tiempo era condenable.
—Solo un ratito.
—No, ya deja de joder. No me hagas usar la fuerza —amenazó el doncel y le dio una patada nada amistosa que era una clara advertencia de que se mantuviera quieto.
—Entonces tendré que enfrentarme a ti... —comentó coqueto. Lo abrazó, sintió la calidez de su piel y su aroma natural, eso solo lo incentivó aún más a seguir con sus planes. Lo afianzó aún más entre sus brazos y posicionó su erección directamente en su trasero.
—Jimin... —Giró su rostro para verlo por unos cortos segundos. Sus ojos reflejando inocencia, aunque él ese cuento no se lo tragaba—. No puedes hacer eso.
—¿Por qué? —instó.
—Eres muy joven para suicidarte —contestó como si fuera lo más obvio del mundo. Jimin parpadeó confuso por su respuesta—. Los mellizos necesitan a su otro padre. No seas egoísta y duérmete.
Jimin no dijo nada. Él tendría poderes y todas las habilidades habidas y por haber que quieras, pero con Yoongi... no, simplemente no. Él ganaría, siempre. No había discusión, era débil ante ese doncel que ahora mismo estaba con un humor de perros debido a la falta de sueño, pero así de voluble lo amaba.
Pasó las dos siguientes horas mirando el techo, sin nada más importante que hacer. De vez en cuando pensaba en la envidia que le guardaba a Yoongi por su capacidad de dormir como un tronco al hacer contacto con la cama. Podía apostar a que incluso su pareja era muy capaz de dormirse de pie sin problema alguna.
Sonrió ante la idea.
Cerró los ojos al sentir la primera nube de cansancio abatirlo, era una oportunidad perfecta para conciliar el sueño. Tampoco era como si tuviera que levantarse temprano como Yoongi que, si bien aún no volvía al trabajo presencialmente, vaya que lo manejaba todo por casa y esa también era una de las razones por las que se encontraba de malas, estaba agotado por los mellizos y el trabajo.
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Entre villanos, amores inesperados y postres ➳ Jimsu
FanfictionA Jimin le habían enseñado que un villano no podía sentir amor, era simplemente imposible para ellos, por su misma naturaleza malévola. Sin embargo, Yoongi, junto con sus peculiaridades hacía que él cada vez más dejara de lado todo lo que alguna vez...