Entre todas las cosas que pasaron en la boda, lo más gracioso fue el momento en el que tuvieron que irse los novios, Changsub hizo hasta lo imposible para retener a su primogénito por más tiempo y tratar de evitar lo inevitable, lo cual era consumar el matrimonio. Aunque, eso fuese en vano.
Yoongi no sabía con qué cara decirle que eso estaba esperando realizar hace meses, sin sonar como un descarado, ni espantar a sus invitados. Así que recurrió a su muy dulce madre que, con solo una mirada suplicante de su parte, comprendió inmediatamente lo que deseaba. Sohee como medida, amenazó al pobre hombre con dormir en el sofá si no se comportaba de una buena vez.
A regañadientes aceptó, pero no dejaba de mirar con ira a Jimin, quien no entendía por qué su suegro estaba tan enfurecido con su persona.
Tampoco ayudaba el que Jimin estuviera extrañamente muy cariñoso, ya había perdido la cuenta de todas las veces en que lo había besado y acariciado sutilmente.
Sin embargo, esa valentía que comúnmente sentía se desvaneció cuando llegaron a su hogar.
Timidez.
Increíble, sentía timidez en el día que justamente no debía. No lo entendía, jamás se había sentido así antes, no realmente, su manera de ser desde que tenía memoria siempre había sido de una persona descarada y algo desvergonzada, pero ahora estar con Jimin, su ahora esposo, en la misma habitación a solas fue un golpe diferente para él.
Más si ambos estaban sentados en la cama en completo silencio.
Esto era tan ridículo, ¿Qué le estaba pasando? ¿No era él el que debía tomar la iniciativa ante todo? ¿Acaso la primera vez que pudo pasar algo, él no estaba dispuesto? ¿Por qué estaba actuando como un jodido virgen?
«Porque eres un jodido virgen», se auto respondió con ironía, observando cómo Jimin iba quitándose la ropa pausadamente.
Cada vez que hacía un movimiento, notaba los músculos tensarse, poder admirar más la piel morena fue todo un lujo. Más cuando con sus dedos, peinaba sus peculiares cabellos azules hacia tras, dejando su perfecto perfil a la vista.
Agachó la mirada con su corazón latiendo a mil. ¡No era ni capaz de respirar correctamente! Sin duda, el hombre de a poco había cambiado los roles, ahora él se agobiaba con cada acción suya.
Soltó un suspiro al sentir un suave toque en su cuello, dirigió sus ojos al lugar y quedó sin aliento al ver que se trataba de Jimin. ¿En qué momento había pasado esto?
—Gigi... cálmate, todo está bien —Lo reconfortó sin realmente dejar de repartir suaves toques por toda la extensión.
¿Qué estaba pensando? Este era su momento y las inseguridades no iban a arruinarlo, tenía a un hombre que parecía adorarlo y nunca mostró disgusto ni desprecio por lo que llegó a hacer.
Con decisión se acercó a él y lo besó de una forma diferente. Lo estaba besando con deseo, el deseo que llevó guardando por tanto tiempo.
Hasta hoy.
Agarró su rostro, incrementando el ritmo del ósculo, sintió la cálida lengua adentrarse en su cavidad. No pasó mucho cuando el doncel lo fue lentamente tumbando en la gran cama al de tez morena hasta tenerlo a su disposición.
Tragó en seco al ver a Jimin vigilante a su siguiente maniobra, interiormente se estaba dando ánimos por lo que iba a hacer, pero esa mirada grisácea lo ponía de los nervios.
Era ahora o nunca, igual lo van a disfrutar ambos.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó Jimin al ver como el otro le desabotonaba la camisa y metía los dedos debajo para acariciar con lascivia su torso, estremeciéndolo con cada toque.
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Entre villanos, amores inesperados y postres ➳ Jimsu
FanfictionA Jimin le habían enseñado que un villano no podía sentir amor, era simplemente imposible para ellos, por su misma naturaleza malévola. Sin embargo, Yoongi, junto con sus peculiaridades hacía que él cada vez más dejara de lado todo lo que alguna vez...