Ambos se encontraban besándose, usualmente no lo hacían tan seguido y si ese era el caso, no llegaban demasiado lejos. De hecho, solo eran besos mayormente inocentes sin segundas intenciones. Sin embargo, esta vez Yoongi estaba aprovechando que Jimin estuviera especialmente hoy muy receptivo a sus toques.
El castaño en un movimiento rápido lo empujó poco a poco sobre el sofá y se puso encima de él. Yoongi rodeó con sus piernas al peliazul sin romper el ósculo en ningún momento y soltó un ronroneo al sentir unos suaves toques en su cintura.
«¡Por fin! ¡Adiós virginidad y hola vida sexual activa!», pensó con felicidad el doncel.
Si bien Yoongi tuvo muchas relaciones fallidas en su vida. No podían juzgarlo, porque para comenzar no era bueno escogiendo, y también por la primordial razón de que se mudaba a menudo de un continente a otro, poco tiempo duraba y jamás había llegado a ese punto. Sin contar que la única vez que estuvo cerca de hacerlo, resultó que se trataba de un hombre casado y con hijos.
Sí, por algo mencionó que tenía mala suerte. Qué bueno que existieran esposas que espiaban a sus maridos. No quería imaginar qué hubiera pasado si esa mujer no hubiera aparecido.
Con esos antecedentes cuando estuvo en la universidad, se dedicó de lleno al estudio y se graduó con honores, tiempo después consiguió un buen empleo. El cual irónicamente lo llevó a conocer a su pareja actual.
A pesar de que Jimin si bien al inicio no parecía el material convencional de novio. Terminó siendo mejor de lo que esperaba.
—¿Por qué paras? —preguntó Yoongi al ser alejado lentamente del cuerpo del contrario. ¡Estaban en la mejor parte!
¡Y lo peor era que Jimin se veía tan deseable así con sus mejillas rojas y su mirada algo cristalina! ¡Estaba tan dispuesto para él! La vida era tan injusta a veces.
—Es raro... —mencionó en voz baja el moreno, aún con sus manos adelante de él, como si fuera un tipo de barrera que mantenía cierta distancia entre ambos.
—¿Raro? —cuestionó sin entender lo que le decía su pareja. ¿Qué había de raro con besarse? No había mucha lógica de por medio.
—No me malinterpretes. Me gusta besarte —Inconscientemente dirigió sus orbes grises a los befos del doncel—, tus labios son muy bonitos, suaves y de un color realmente precioso, pero... —Observó a Yoongi inseguro—. Cuando nos besamos así...
—¿Con lengua? —agregó rápidamente Yoongi.
—¡No lo digas de esa forma! —reclamó sonrojado a más no poder—. Aún me avergüenza...
El castaño sonrió por la actitud algo cohibida de su pareja, bien, solo debía ser más suave con él. Tomó sus manos y las bajó, para luego acomodarse a su lado en completo silencio.
—Ya, el villano se cohíbe con los temas sexuales —Jimin puso sus ojos en blanco ante la clara burla. Yoongi a veces podía ser tan extra—. Anotado. Sigue.
Jimin asintió aún no muy convencido sobre si decirlo. ¿Qué pensaría de él? Era tan vergonzoso, él parecía un niño en cuanto a estos temas y le frustraba en cierta medida. El reportero siempre le debía aclarar sus dudas y suponía que debía ser molesto hasta cierto punto.
«Si tan solo hubiera sido normal», se lamentó en su interior. Aunque el mayor pensaba que su persona en general no era la ideal, estaba bien, si Yoongi lo quería así y no se hacía problema alguno ¿Por qué él sobre pensaría las cosas?
Con eso en mente, Jimin se tomó una bocanada de aire bajo la expectante mirada del doncel, pensando seriamente en cómo explicarlo sin sonar tan confuso.
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Entre villanos, amores inesperados y postres ➳ Jimsu
FanfictionA Jimin le habían enseñado que un villano no podía sentir amor, era simplemente imposible para ellos, por su misma naturaleza malévola. Sin embargo, Yoongi, junto con sus peculiaridades hacía que él cada vez más dejara de lado todo lo que alguna vez...