Capítulo 33

748 122 17
                                    

Yoongi observaba con determinación la puerta en su delante. No estaba tan lejos de su hogar, pero aprovechó que Jimin había salido a comprar uno de sus diversos antojos para escapar por unos minutos.

Agradecía tener buena memoria para guiarse y llegar hasta donde quedaba la casa de Hyomin. Jimin no mostró más interés en comprobar si ella era su pariente y él personalmente no iba a quedarse esperando.

Jimin merecía una familia, tal vez no era convencional, pero su abuela le sería de mucha ayuda. No dudaba que se llevarían más que bien.

Se puso alerta al escuchar unos pasos y vio a la mujer mayor sorprenderse al observarlo.

—H-hola —saludó aún sin salir de su impresión para mirar disimuladamente alrededor—. Yoongi, ¿no?

—Sí, es bueno verla de nuevo —contestó un poquito ofendido, porque la mujer no pudo ocultar su leve decepción al ver a Jimin.

—¿Jimin no ha venido contigo? —preguntó con esperanza y Yoongi negó inmediatamente.

—No, él... —Mordió su befo inferior con culpa—. Estaba ocupado.

—Oh, ¿entonces? ¿Qué te trae por aquí? —preguntó sin comprender el motivo de su visita.

—Seré directo —Yoongi la señaló con decisión, provocando que la mujer se asustara por un momento—. ¿Usted cree que Jimin es su nieto?

La mujer dio una sonrisa amarga, pero rio levemente por lo gracioso que era el doncel.

Sin duda, podía haber intentado intimidarla, pero a sus ojos el muchacho se le era muy tierno. Además, no sabía qué tanto temor podía provocar un lindo joven embarazado, pero tampoco se lo cuestionaría.

—Puedes pasar si quieres —Se apartó un poco a la derecha para darle la bienvenida—. Hace frío, debes cuidarte y cuidarlos.

«Ya hasta suena como mi Mimi», pensó con diversión, mientras seguía apreciando los rasgos de la mujer.

Era tonto, no era ni necesario realizar una prueba de ADN. Hyomin compartía un parecido físico abismal con Jimin y su personalidad era tan tranquila como la de él.

Esto solo era una formalidad, Jimin actuaba reacio alrededor de personas que se le eran desconocidas, esto era una consecuencia de su casi nulo contacto con otras personas a medida que fue creciendo. Por lo que tendía a cerrarse un poco cuando se trataba de socializar. Había mejorado a su lado, pero solo un poquitito.

Al menos él era diferente en ese sentido, si no hubiera sido así lo suyo hubiera demorado mucho en surgir. De algo le sirvió hablar hasta por los codos.

—¿Ya saben qué nombres les van a poner?

—No... b-bueno, no sabemos sus sexos para comenzar —dijo frustrado. Sus bebitos se negaban a mostrarse hasta ahora—, pero cuando nazcan yo le pondré los nombres. Tengo una lista.

—Confío en tu criterio —Asintió con calma para darle un sorbo a su taza de té, sonriendo por el buen sabor—. Si vas a salir debes estar más abrigado, imagino que Jimin no sabe que estás aquí y por eso tu prisa.

—¿Cómo lo supo? —indagó temeroso. ¿Acaso lo de leer mentes no se le fue heredado a Jimin por Seojoon, sino por su parte materna? A estas alturas todo era posible.

—Eres algo predecible, al menos lo eres ante mis ojos —afirmó, aguantando una risita por lo divertido que era.

—Jimin siempre dice que no sabe qué esperar de mí. Soy todo, menos predecible —refutó indignado, mientras arrugaba su nariz por el disgusto.

Entre villanos, amores inesperados y postres ➳ JimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora