Capítulo 49

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El doncel abrió sus ojos lentamente al recuperar la conciencia. Pensó encontrarse en su cómoda cama matrimonial, Jimin leyendo tranquilamente a su lado y ver sus adorados mellizos dormitando con sus barriguitas llenas después de alimentarse.

Pero no, estaba incómodo, en un lugar sucio, oscuro, solo y si su memoria no le fallaba, estaba en el mismo lugar en el que Jimin había sido criado. Según lo que veía y las veces en que su esposo decidió ser descriptivo con él, todo coincidía hasta el momento.

Esperaba que Jimin no se demorara en rescatarlo.

Esto de ser secuestrado apesta.

—Así que tú eres el famoso Yoongi... —pronunció lentamente una voz ya no tan desconocida para el aludido, quien pudo sentir que era examinado con intensidad.

—Supongo que tú eres el imbécil de mi suegro —masculló furioso el doncel, dándole una no tan grata sorpresa al mayor—. ¿No se supone que te mataron, infeliz?

Seojoon alzó sus cejas con sorpresa. Qué carácter.

—¿Disculpa?

—¿Acaso además de ser un malnacido, estás sordo? —Hizo una mueca—. Lo que me faltaba.

Seojoon se frotó el rostro con frustración. Esperaba espantarlo, iba bien con ese propósito en un inicio, aunque debía admitir que su yerno era bueno manejándose bajo presión y con la garra de ser capaz de inclusive atacarlo. Debía admitir que no cualquiera era capaz de hacer eso, menos de llegar tan lejos como él lo hizo.

No le tenía tanta fe... es decir, mírenlo, el tipo con un toque y ya lo rompía.

Siempre cuestionó los gustos de su único hijo, ya que eran un tanto peculiares ante sus ojos desde que tenía memoria... pero ahora lo reafirmaba.

Yoongi era un espécimen raro. Demasiado.

—Espera —dijo el doncel luego de un momento de silencio—. Si tú estás vivo... significa que huiste como un cobarde —concluyó para luego comenzar a reírse y Seojoon pensó que esas carcajadas eran peores que las de su padre. Lo cual, no era nada bueno por donde lo vieras—. Qué pena, al final ganó el padre de Nam, lo publicaré en el periódico cuando sea libre. ¡Esto es una primicia! Necesito mi celular, debo grabar esto.

—¿Libre? —Seojoon arqueó una ceja. Eso era ser demasiado positivo.

—Obvio, cuando mi Mimi venga por mí y te patee el culo —afirmó con orgullo.

—¿Mimi? —cuestionó descolocado.

—Oh, así le digo a su hijo. Ya sabe, de Ji-Min, Mimi. A mí me dice Gigi, por Yoon-Gi, son nuestros apodos de pareja.

«¿Qué mierda está diciendo este bastardo?».

—Qué estupidez —dijo el mayor con sinceridad. Ver qué tan bajo había caído su hijo... No quería escuchar más.

—Ni que fuera Park Seojoon.

«¿Acaso nunca se calla?».

No entendía cómo su hijo parecía perdidamente enamorado de este mocoso. Era insoportable por donde lo vieras, escucharas. Su mera presencia lo hastiaba.

—Escucha.

—No quiero.

—Hagamos esto más llevadero —indicó el de cabellos verdes, llamando la atención del doncel—. Solo dime cómo pudiste llevar a dos bebés con poderes en tu vientre sin que te sucediera absolutamente nada.

Yoongi lo miró en silencio por unos segundos.

—¿Acaso no sabes cómo un doncel se embaraza? —cuestionó con brusquedad. Seojoon apretó los dientes al ser tratado como un tonto—. Además de idiota, asesino, cobarde, violento, mal padre, es ignorante. Primero, tu hijo que, por cierto, gracias, te quedo delicioso el condenado —especificó con cierta lujuria que aturdió al otro. Irónicamente, Seojoon sintió un atisbo de miedo. Miedo—. Él no cooperaba, ya sabe, falta de educación sexual, ignorancia y algo de inocencia. Estoy seguro de que si no fuera por mí, mi pobre esposo tendría las pelotas azules y no sabría qué hacer. Incluso hasta el día de hoy, le ocasiona conflicto masturbarse, entonces ahí me tiene, casi siempre tengo que ponerme de rodill...

Entre villanos, amores inesperados y postres ➳ JimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora