Capítulo 30

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No habían vuelto a tocar el tema más, y no hicieron algo al respecto, eso era un sí implícito para seguir adelante con el embarazo. Debido a que actualmente iban por el cuarto mes, Jimin trató de mantenerse positivo durante todo este tiempo, pues a pedido suyo, Jungkook le realizó un sinfín de pruebas a Yoongi y en todas figuraba que el doncel no corría ningún riesgo.

Otro problema más. Eso no era normal, fuera de que llevara unos bebés con poderes. Se trataba de mellizos y él era un hombre, de por sí eso ya era complicado, pero si Yoongi se sentía bien, él igual. Irónicamente le preocupaba que no tuviera ni una sola complicación. Tampoco era como si su pareja llevara una vida saludable, por lo que se le era aún más difícil de asimilar. Más ahora que Yoongi se había tomado muy en serio lo de solo levantarse para ir al baño.

Él no podía decirle que no. ¿Cómo no cumplirle sus caprichos si se lo pedía así de mimoso?

Era débil, más si Yoongi estaba envuelto en mantas, haciéndolo lucir más pequeño. Como se la pasaba durmiendo la mayor parte del día, ganándole por mucha ventaja a los gatos, su rostro tendía a hincharse, así que sus ojitos se volvían más pequeños y sus mejillas más grandes. Murió de ternura repetidas veces.

Sin embargo, era bueno que camine. En consecuencia, ahora se encontraban haciendo las compras de la semana, porque su bonita pareja había acabado con toda la comida del mes, también de ahí que se cambió el "mes" por "semana".

Ya se había acostumbrado a ver que, de un día al otro, desaparecía gran parte de la comida, siendo que él ni había estado cerca de la cocina.

Los antojos estaban presentes más que nunca.

—Gigi, ayer mencionaste que querías salmón empanizado —mencionó aún viendo el paquete, leyendo cuidadosamente su contenido. Debía comprobar que no hubiera nada perjudicial para su pareja—. ¿Aún quieres?

—¡Sí! ¡Lleva cinco! —afirmó con una gran sonrisa. Jimin correspondió el gesto, pero salió una mueca.

«Eso es mucho, pero no puedo contradecirlo, porque luego creerá que le dije gordo de alguna manera y eso lo pondrá triste», meditó con sabiduría.

Para un Yoongi embarazado debía pensar en todas las posibilidades. Era inclusive más difícil que cuando realizaba estrategias en sus batallas contra Namjoon. Aunque Namjoon de primera mano sabía lo difícil que era lidiar con un embarazado y le dio consejos, que más que nada eran advertencias. Al igual que una lista de lo que jamás debía hacer o decir si no quería dormir en el sofá.

¿Quién lo diría? En el pasado intentaron matarse, pero ahora se daban apoyo.

Miró la sección de los lácteos. Cierto, Yoongi también quería leche chocolatada. Estaba aliviado de que no haya hecho esas combinaciones aterradoras de las que le habló Namjoon.

—Disculpa... ¿Te conozco? —preguntó una voz desconocida.

Jimin dirigió su atención a la persona que le estaba hablando, encontrándose con una mujer mayor. Mucho mayor.

Usualmente las personas de ese rango de edad eran las que más lo evitaban y odiaban. Ellos tenían más presente las fechorías que había hecho Park Seojoon y lo veían reflejado en él. A pesar de ya ser bueno y haberse "curado" como afirmaban muchos medios televisivos, ellos esperaban a que atacara en cualquier momento.

—No, lo dudo mucho —respondió el moreno algo sorprendido. Esta mujer tampoco parecía tenerle miedo.

—No es por ser molesta o algo, pero... —Miró al peliazul con profundidad—. Tú me recuerdas mucho a alguien —sonrió con lo que Jimin supuso que era melancolía—. ¿Cuál es tu nombre?

Entre villanos, amores inesperados y postres ➳ JimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora