CowGirl (2da parte Lauren G)

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La morena había aceptado rápidamente el hecho de que si quería una cita con la ojiverde y acordaron que sería al día siguiente de que le pidió la cita.
Y hoy ya es el día siguiente.

 **

La pelinegra se encontraba en su recamara tratando de saber que usar, estaba acostumbrada a cierta ropa que de una u otra forma siempre terminaban de convencer a una mujer para llevársela a la cama, pero con Camila se sentía diferente, no es solo cuestión de un acoston, ella quería un poco más de esa castaña que la cautivaba o por lo menos estar a la altura de ella esta noche.

Había decidido después de más de veinte veces ver su armario, tomo unos vaqueros azules junto a su botas marrones, no le gustaban las decoraciones por lo que era de un color uniforme, además tomo una camisa de botones, pero tranquilos no tomo una de cuadros eso sería muy cliché así que se colocó una color negro, además opto por colocarse una chaqueta de esas que usan los trajes, aunque en su sano juicio hubiera decidido una camiseta con botas y una chaqueta cualquiera, pero ella no es una chica cualquiera.

Salió de su habitación luego de colocarse perfume y tomar sus pertenencias para sentarse cerca de la escalera esperando que ella baje, y en unos minutos se encontró con la mujer más hermosa que había visto, la morena bajaba las escalaras de forma delicada, para Lauren era preciosa y muchas palabras que no cuadrarían con tan inmensa belleza, había pensado que usaría uno de esos vestidos apretados, pero como siempre se encontraba con una chica que la sorprendía.

La castaña llevaba un vestido de vuelo y que solo le cubría hasta los muslos quizás un poco más arriba de las rodillas, unos tacones negros, un maquillaje delicado como ella y un bolsito en donde no se sabía que se podía meter en algo tan pequeño.

La pelinegra llego a su alcance y tomo su mano –Eres preciosa- comentó mientras le dejaba un beso en la mejilla cerca de la comisura de sus labios, cosa que hizo a la morena reaccionar y delicadamente tomarla de su nuca y besarla suave y sutil, como toda la morena en sí, dejando a una ojiverde algo atontada.

La castaña tomo la mano que le ofrecía la capataz y caminaron hacia su camioneta, en otro momento Lauren hubiera tenido una de esas normales de granja, pero su antiguo dueño le había obsequiado una último modelo dos puertas y con cabina detrás, color negro, la primera vez que la vio se negó rotundamente, pero ahora agradecía haberla aceptado y poder llevar a la preciosa castaña en ella hacia uno de esos restaurantes elegantes que hace algunos meses habían colocado en la ciudad.

Entre risa y mucha curiosidad por Lauren en averiguar e indagar en la castaña llegaron al maravilloso restaurante, ambas tomadas de la mano entraron aquel bonito lugar.

-Te iba hacer una pregunta pero veo al mesero caminar hacia nuestra dirección- dijo la ojiverde con una sonrisa que estaba enloqueciendo a la morena, cosa que ella nunca había sentido o espero sentir por alguien a estas alturas.

-¿Puedo tomar su orden?- pregunto el chico que inmediatamente se había quedado mirando a la castaña.
La ojiverde sabía que la chica podía encantar a cualquiera que se le acercara pero este hombre estaba siendo muy obvio.

-Amigos ¿Un tarro para la baba?- pregunto la ojiverde con evidente fastidio mientras le pedía su orden y veía fijamente a Camila que estaba por ordenar.

-Espagueti con verduras y pollo- ordeno con una sonrisa fingida que no pasó desapercibida por la pelinegra que desde que la vio le había dedicado sonrisas únicas.
El chico asintió y salió para buscar la orden.

-Puedo decir que tu encanto es un imán, pero atraer a chicos así no te hace bien- comente con cierta gracia logrando que una de sus adorables sonrisas junto a su lengua entre dientes floreciera y justo allí atravesó mi corazón. – ¿Cómo los soportas?- preguntó mientras veía como el chico traía su orden.

One Shots Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora