One Shots Camren G!P

Carta de despedida

Hola mi querida.

Esto no sé cómo iniciarlo pero todo lo que tiene un inicio siempre tiene su final.

Cuando tus ojos miraron a los míos en la lejanía de la presencia absoluta entendí varias cosas.

Que el amor no es eterno, que la vida se acaba y que el mundo sigue girando aunque tus pies duelan a morir, que la comida se acaba y el hambre vuelve, que la risa descontrolada es sinónimo de llanto interno, que no todo el que llora ría, ni el que ríe llora.

Que se sufre con un pinchazo lo mismo que con una daga, que no nos enseñan a llorar como hombres porque no debemos vernos como niñas, que vernos entre la espada y la pared es malo cuando no nos conviene, que la mayoría del tiempo no debemos vivir en fantasías porque la realidad es más dura.

Que debemos alzar el rostro aunque solo quiere hundirlo, que estar deprimido es malo pero no te ayudan a salir de allí, que pensar en morir es la solución más grata pero no te escuchan.

Cuando vi la luz llegar y tocar mis parpados al igual que un recién nacido mirar a su madre entendí que la vida no es una belleza, y que la belleza no es vida. Que mirarte al espejo no quiere decir grandeza pero ser grande te lleva a cumplir tus sueños.

Que si eres soñador no se cumplirá nada, pero cuando lo haces siempre han confiado siempre en ti.

Lastimosamente mis pies se han lastimados y mis lágrimas se ha detenido a media asta antes de comenzar a correr, no demostrar debilidad porque aquello lo pueden ver tus enemigos, aunque ellos no existan. Que nos inventan miles de historias para que rías aunque este simulando un recuerdo de ella, que cuando escuchamos una canción que nos rompe el alma nos desahogamos por todos esos momentos de debilidad, que cuando lloras por una cosa estas llorando por miles.

He esperado con brazos abiertos tu llegada y aun así estoy a la espera, que las salidas no siempre son salidas algunas pueden ser entradas a una nueva vida, pero alguna te llevan a lo profundo de la inmensidad de tu proprio ser. Que cuando te miras sin mirarte te estás viendo realmente, que no necesitas un espejo para saber que estas gordo o flaco y que algunas opiniones están de sobra.

Sutilmente la vida nos ha dado esos caminos que solemos dejar a un lado por querer caminar otros y que luego nos devolvemos con nuestros ojos rojos, que el drogadicto es malo y el alcohólico es bueno, que las cosas se miden por la gravedad y no por la persona.

Que si eres hombre es pecado y si eres mujer es un delito, que si no te sientes bien contigo mismo una iglesia debe orar por ti, pero no te dan una mano para estrechártela, que todo es bien para el mundo pero en tu casa todo está mal.

Cuando las despedidas llegan no sabemos cómo tomarlas, pero como no tenemos otros pasos tomar las aceptamos, algunas duelen a rabiar y otras las has esperado con ansias.

Que tocar los labios en un beso es un acto de valentía, pero si dos personas del mismo sexo lo hacen es aberración, que el siglo XXI sigue siendo un tabú, pero no lo quieren aceptar. Que un niño nazca está bien, pero alimentarlo cuando ya no es tu prioridad está mal. Que las muertes son muertes cuando no son accidentes, pero las muertes por accidentes tienen un culpable.

Has pensado cuantas veces has deseado morir y aun así no consigues calcular el número, pero los dedos de tus manos son cortos cuando te preguntan sobre tus ganas de vivir. No aceptamos nuestro alrededor por miedo a que todo se desvanezca y que la ilusión sea más grande que nuestro propio ser.

Cuando tomas un respiro y aun así te sientes ahogado, cuando la belleza de los arboles sobrepasan la humana o cuando te das cuenta que existen personas que sanan y nunca lo sabrán.

Cuando inicie nunca pensé llegar lejos, nunca me vi mirar el horizonte cuando mi mirada solo enfocaba el suelo de la vergüenza, que mirar más allá es para otras persona y que aferrarte a lo que haces es lo justo, que abandonar era incorrecto pero verte morir era lo necesario.

Cuando en el silencio de mi habitación salieron las primeras palabras fueron un desastre, y cuando salieron comentarios malos fue un golpe. Aprendí y crecí, mire al cielo y soñé, pero también caí.

El dolor puede ser intermitente pero no nulo, puede ser grave pero no permanente, pero cuando te acostumbras a él, no hay salida.

Los dedos recorren las teclas como si ya conocieran su propio camino y la mente navega creando momentos como si siempre estuvo allí, vives en tu mente creando lo que deseas, pero miras a tu alrededor y los tonos grises y negros siguen en el mismo lugar.

Que leer te sube tan alto pero mirar a su familia te devuelve al suelo. Que caminar te eleva pero trotar te cansa, que las pequeñas cosas son demasiado porque estamos acostumbrados a una nada.

Mi nombre es Rosswan y estoy con ustedes desde el 2016 cuando mi pequeño mundo estaba derribándose, cuando no veía salidas más allá de mirar al abismo de un puente, cuando el amor era lo que deseaba y ansiaba, en donde la soledad me asustaba. En donde tener que agradar a mis padres era mi imperiosa necesidad, en donde llevarlos alto era mi pase seguro a que en algún momento me aceptaran tal cual soy.

He vivido errado durante muchos años y no me da pena admitirlo, oculte mi pasión a escribir por miedo a la burla y el rechazo, busco encarecidamente el amor aunque ya creo que no nací para él, que le tengo miedo a la soledad pero a veces la necesito como el pez al agua y el humano al oxígeno, que necesito dormir con el televisor encendió para no sentir el vacío que tengo.

Soy un chico al igual que tú, que vive con miedo a su alrededor y aun así busco las diferentes formas de morir pero incluso aún se mantiene aquí. Soy como tú que te despiertas unos días tardes y otros tempranos, que te gusta variar la comida aunque no lo pueda hacer. Que ama el chocolate y nunca a probado la nutella.

Soy un chico que sueña estar muy arriba cuando solo ve el abismo, soy un chico que anhela el futuro y le da miedo el presente.

Pero estoy aquí, escribiendo para ti, una persona que no conozco pero que hace un poco más feliz mi día con tu comentario gracioso o aquel comentario excéntrico, que busca complacerte en la lectura aunque no reciba nada más que una aceptación a que soy bueno en ello, estoy aquí escribiendo para ti, que ha estado sumido en depresión tanto como lo estoy yo.

Pero estoy aquí y aunque un día ya no este, espero me recuerdes.

Un chico que ama escribir.