Un resplandor (Lauren G!P)

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Una cena a la luz de la luna es lo único que quería para esta noche, una romántica cena para conmemorar la pérdida de tiempo que he tenido a su lado. Pero tal parece que nada tiene sentido, que las horas se van y el tiempo perdido es eso, una pérdida de tiempo.

Tomar café al lado de aquel hermoso árbol que recubre la banca más perfecta en el parque tendría mas sentido que estar en esta maldita mesa acompañada de soledad.

-Señorita ¿Desea ordenar algo más?- me pregunta el modesto chico y no sé qué responderle con certeza, así que simplemente muevo mi cabeza de un lado a otro mientras sigo moviendo mi copa de vino tinto en mi mano, el compás de la música de jazz es bastante agradable, sobre todo si estuviera prestándole atención.

Algunas acústicas me parecen envolvente, pero en este caso, me gustaría lanzarle la copa de vino a quien está soplando el saxofón, me parece irritante o quizás es por la molestia latente que me persigue en mi cerebro vuelvo un desastre.

Limpio la comisura de mis labios mientras sonrió brevemente a la nada y puedo ver la causa de mi soledad en esta mesa caminando de la mano de otra chica en la calle contigua.

¿Qué estoy abrumada? No, no lo estoy, pero por lo menos pudo cancelar la cita a tiempo.

Shawn está al lado de una chica tomado de la mano mientras que yo, su cita y que aún es su novia, está sentada en este restaurante con un hermoso vestido negro.

-Un trago de esa copa se está volviendo una tortura- me giro de golpe cuando una voz grave me hace alzar la mirada luego de darme el trago completo de la copa.

-¿Qué quiere?- le hago la pregunta tajante, no necesito la lastima de una persona al azar. Su sonrisa crece y saca la silla delante de mí, mis ojos se entrecierran por su acción y alza la mano llamando a la mesera.

-Te he visto, estabas un poco sola. Y yo, estaba al otro lado del restaurante igual que tu- se encoge de hombros.

-Ya llego su cita señorita- la chica asiente hacia mí en busca de la aprobación, pero mis ojos están centrados en la mujer delante de mí.

-Si- murmuro girando mi rostro de nuevo a la calle.

-Este, para dos- dice apuntando algo en el menú y luego nos señala a ambas. Niego sin querer reprocharla.

-¿Haces de héroe por las noches? No te conozco ¿Qué quieres?- le suelto todo de golpe mirándole cuando la mesera se ha marchado de nuestra mesa, porque al parecer ahora era nuestra.

-No puedo ser Batman, pero me puedo disfrazar porque dinero ya tengo- alza su ceja y se inclina encima de la mesa guiñándome.

No miento cuando digo que el traje que tiene puede romperse de brazos, esta chica parece que hace un buen tiempo en el gimnasio. La última vez que entre en uno de esos lugares estaba segura que un paramédico me saco de allí con oxígeno, algunas cosas no se me dan.

-¿Qué haces aquí sola?- su pregunta es más ligera que la mía, y creo que no responderá nada mas de lo que he preguntado.

El suspiro que suelto me hace morder mi labio.

-Hoy terminaría con mi novio, ambos habíamos planeado esta cena para dejar algunas cosas sobre la mesa, una despedida tranquila, pero no creo que él se acordara de ello, ni siquiera viviendo en nuestra misma casa- giro mi rostro desde el ventanal hacia ella.

-Soltera entonces- rodeo mis ojos porque ella ha escuchado lo único que quiere.

-Soltera porque lo he visto caminar por la otra calle con otra chica- ladeo una sonrisa y por primera vez desde que se sentó giro su rostro hacia el gran ventanal.

-Chico estúpido, aunque...- niega con una sonrisa.

Y por primera vez no quiero saber lo que sigue, quizás más adelante.

-¿Y tú? ¿Por qué estás sola?- pregunto mientras la veo tomar un sorbo de mi misma copa de vino.

-Su comida- nos sobresaltamos porque la mesera aparece de la nada. Su gesto amable y su sonrisa es adorable, nos sirve con paciencia y llena nuestras copas de vino tinto –Que lo disfruten-

-Mi familia decidió que era divertido invitarme a una cena de parejas- su mirada se alzó mientras tomada los cubiertos –Cuando estoy soltera- ladea una sonrisa.

-¿Y en donde está tu familia?- miro alrededor y ella sonríe.

-Imagino que aun en casa jugando a ser la familia perfecta ¿Qué más da que no quiera llevar a casa a uno de los prototipos de mujeres que ellos quieren?- ladeo mi cabeza y muerdo un trozo del filete.

-Nada de malo ¿Qué tipo de mujeres quieren que lleves?- le pregunto. La charla es tan cotidiana que me hace pensar que la conozco de antes.

-Rubia, ojos azules y cuerpo perfecto. Al parecer que pueda mantener la descendencia de ojos claros- se apunta los de ellas.

Son un verde esmeralda, alzo mis cejas porque son hermosos.

-Debes mantener ese color de ojos, no unos azules- sonrió cuando ella muerde su labio -¿Pero cómo harás eso con una chica?- ladeo mi cabeza -¿Eres una chica?-

Su sonrisa me hace estar5 mas intrigada –Tengo como hacer generación...- ella mira en mi dirección.

-Camila, soy Camila Cabello- alzo mi mano y ella la estrecha.

-Lauren, Lauren Jáuregui- muerdo mi labio y ella sonríe –Eres una de las productoras reconocidas, pero nunca había visto tu rostro- suelto con gracia tomando un poco de puré de papas.

-Y tu voz se escucha por cada rincón del mundo- dejo salir un suspiro.

-Eso crees ¿No?- dejo salir una risa incrédula –Pero realmente nadie me escucha como debería, canto para el mundo entero cuando mi corazón está en silencio- confieso causando que ella deje de sonreír.

-¿Puedo saber?- su voz es suave cuando toma mi mano entre la suya.

-El silencio es bueno, solo hasta que se vuelve abrumador, Lauren- asiente y vuelve a tomar sus cubiertos.

-Entonces grita, grita lo suficientemente alto hasta que tú misma te puedas escuchar- sus ojos verdes estaban tan clavados en mi mirada que no me percate cuando lanzo el dinero en la mesa y me tomo de la mano.

-¿Qué haces?- murmuro mientras sentó el agarre de su mano.

-Gritaras, gritaras hasta que tu alma, tu cuerpo y tu espíritu, sientan de nuevo el sabor de tu música- trago hondo por sus palabras.

Su mano sobre la mía es dura, pero no fuerte. Y sin pensarlo mucho más, me veo apretando la suya mientras alzo un poco mi vestido para comenzar a correr por las calles con una desconocida muy conocida por el mundo que al parecer tiene los ojos más bellos que he visto, la voz grave más intensa y la sonrisa más suave.

Mi guarda espalda está corriendo detrás de nosotras, y más cuando otro se le une. Lauren está riéndose mientras se detiene y me lanza encima de su hombro.

-Hoy se la haremos difícil a nuestros chicos- mira por encima de su hombro a nuestros guardaespaldas cuando cruza la calle y nos detiene en la arena de la inmensa playa –Porque hoy será su noche, señorita Camila-

One Shots Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora