One Shots Camren G!P

Si tan solo...(2da parte Lauren G!P)

-Señora Cabello- Escucho a uno de mis cocineros llamarme mientras estoy nerviosa tomándole las manos a Lauren.

-Rodrigo- escucho a mi esposa hacerle una seña de que prosiguiera.

-Los padres de la Señora Cabello están aquí- y con aquello mi seguridad se fue a los pies.

-Te prefiero puta que lesbiana- era la única frase que rodeaba mi cabeza y de un momento a otro veo todo en negro.

-Bebé- escucho a lo lejos el susurro de la voz de mi ojiverde, mis ojos se van abriendo y comienzo a divisar a Rodrigo y a Lauren.

-¿Está bien?- veo como el chico le pregunta a Lauren esta asiente mientras coloca de nuevo un algodón con olor a alcohol cerca de mi nariz.

-Sí, lo está. No digas nada- veo como mi esposa apuñala con la mirada al chico que solo asiente y se levanta cuando ve que ya los estoy mirando.

-Laur- la llamo y ella me abraza. Mi respiración se regula a medida que me siento segura en sus brazos.

-Debemos ir al médico ¿Bien?- su pregunta no sonaba pregunta sino una demanda de esas que hace solo para que sepas y estas consiente que lo haremos igual, aunque diga que no –Es la segunda en el día- me recuerda y con aquello toma mis manos y deja un beso en cada una.

-Es hora- respiro hondo, acerco un poco del algodón y veo como ella guarda un pequeño frasco de alcohol.

-Por si algo- se encoge de hombros mientras me sonríe y deja un beso en mis labios y luego en mi frente. –Nos sirvió ahora- comenta y toma mi mano para bajar lentamente las escaleras que daban al gran salón en donde estaban las mesas.

Esa noche llevaba un vestido color negro ceñido al cuerpo, unos tacones negros y la planta de ellos eran de color rojo haciendo juego con la corbata color rojo que llevaba Lauren en ese momento, unos aretes no tan exagerado, a juego con el pequeño collar y algunas pulseras, un delineado color negro el maquillaje nada exagerado. Por su parte mi Lauren vestía un traje color negro de camisa negra, la corbata roja, un precioso reloj color plateado como mis accesorios, zapatos de vestir negro, su cabello negro ligeramente ordenado y desordenado es un delicioso equilibrio, y un maquillaje ligero que haciendo resaltar sus poderosos ojos verdes.

Su mano no deja la mía que está sudando, siento como la aprieta cuando dirigimos la mirada a la mesa número 10 en donde estarían asignados mis padres.

Allí estaban, impecables como siempre, dando la imagen de la familia perfecta que no tiene prejuicios ¿Qué habrán dicho de mi ausencia? Qué más da, ellos me preferían puta.

-Buenas noches señores Cabello- escucho como mi esposa habla suavemente mientras extiende su mano a ellos que la estrechas. Yo estoy estática hasta que siento como un choque eléctrico atraviesa mi espina dorsal y me recuerda todo aquello que tuve que vivir por la culpa de los prejuicios a los cuales estaban arraigados –Mi nombre es Lauren Jáuregui- la escucho presentarse

-Un placer Lauren soy Sinuhe Cabello y él es mi esposo- la escuche atentamente, pero mis labios aún seguían planos sin una ligera sonrisa. No se lo merecían a menos que sea una muy hipócrita sonrisa.

-Lauren, soy Alejandro Cabello- acoto este hombre, sus presentaciones acabaron y la voz de mi madre inundo el lugar.

-Que hermoso restaurante tienes Lauren- siento el apretón en mi mano y es allí en donde todo inicia.

-Lo siento, Sihune- dice Lauren, la forma en que su nombre salió de sus labios no hacían referencia a la Lauren anterior, la amable y educada con nuestros clientes, es como si su voz estuviera cargada de rabia. –No es mío, es el sueño de mi esposa- y con aquella acotación abre paso a que las tres miradas caigan en mí.